
La organización ACLU (American Civil Liberties Union), una de las más influyentes en la defensa de los derechos civiles en Estados Unidos, ha dado un paso que ha despertado gran expectativa entre los cubanos con I-220A.
Sin embargo, aunque muchos en redes sociales aseguran que la ACLU se unió oficialmente a la demanda, la realidad es más compleja.
La apelación federal y el papel de Mark Prada
La apelación en cuestión se encuentra ante el Onceno Circuito Federal y es liderada por el abogado cubanoamericano Mark Prada, junto a otros colegas del sur de la Florida.
El objetivo es cuestionar la decisión del caso “Matter of Cabrera”, que limitó las posibilidades de regularización para miles de cubanos liberados bajo el documento I-220A, en lugar de recibir un parole humanitario.
En este contexto, la ACLU presentó un documento de apoyo legal conocido como “Amicus Brief”. Este tipo de presentación no convierte a la organización en parte de la demanda, pero sí le permite expresar su respaldo a los argumentos principales de los abogados que defienden a los cubanos con I-220A.
Lo que la ACLU realmente hizo
El memorando presentado por la ACLU no solicita que el Onceno Circuito decida el caso de inmediato, sino que pide que el expediente vuelva al Board of Immigration Appeals (BIA) —la junta de apelaciones de inmigración— para que reconsidere su decisión anterior, tomada en el Matter of Cabrera.
La organización sugiere que el BIA debe basarse en un nuevo precedente, el “Matter of Q-Li”, donde se estableció que la única forma legal de liberar a un inmigrante detenido bajo ciertas condiciones es mediante un parole.
Este argumento respalda la postura de los abogados que sostienen que los cubanos con I-220A deberían haber sido liberados con parole, lo que les abriría la puerta al ajuste de estatus bajo la Ley de Ajuste Cubano.
Una señal positiva, pero aún limitada
Por ahora, la ACLU no se ha unido formalmente a la demanda, pero su participación en esta etapa es vista como una señal alentadora.
El abogado Mark Prada encabeza esta apelación, mientras que la abogada Claudia Cañizares participa en otros procesos similares con argumentos basados en los mismos fundamentos legales.
“Es una buena noticia, pero no la definitiva que muchos esperaban”, se explicó durante la transmisión. “La ACLU aún no representa directamente a los cubanos con I-220A, pero su apoyo en esta fase podría tener repercusiones importantes más adelante”.
50,000 firmas piden apoyo total
En las últimas semanas, más de 50,000 cubanos han firmado peticiones en línea para que la ACLU se sume completamente a la defensa legal de los liberados con I-220A.
Hasta ahora, la organización solo ha mostrado interés y apoyo parcial, pero los activistas esperan que este sea el primer paso hacia una participación más activa.
La ACLU cuenta con recursos legales de alto nivel y un largo historial de casos ganados ante tribunales federales e incluso la Corte Suprema, lo que hace que su participación plena pueda cambiar el rumbo del caso.



