La congestión vehicular en Miami Beach vuelve a estar en el centro de la agenda pública. El alcalde Steven Meiner ha impulsado nuevamente la idea de explorar la construcción de túneles subterráneos como una solución al creciente tráfico que afecta a residentes, trabajadores y turistas en una de las zonas más concurridas del sur de Florida.
La ciudad ante un dilema de movilidad
Durante años, las autoridades locales han debatido cómo mejorar el acceso y la circulación en Miami Beach, un territorio con limitadas conexiones hacia el continente y con una alta densidad poblacional. La propuesta más discutida en el pasado fue la extensión del sistema Metromover desde el centro de Miami hasta South Beach, pero esa opción fue finalmente descartada por cuestiones técnicas y de costos. Ante ese panorama, resurgen ideas más innovadoras como los túneles subterráneos.
La propuesta de Steven Meiner
El alcalde planea presentar formalmente al City Commission la solicitud de un estudio de factibilidad. El objetivo es que expertos en transporte y planificación urbana evalúen los pros y contras de excavar túneles en una ciudad que, además de lidiar con el tráfico, enfrenta desafíos adicionales como el aumento del nivel del mar y el riesgo de inundaciones.
La propuesta contempla tanto la posibilidad de realizar estudios locales como de revisar experiencias en otras ciudades donde ya se han implementado proyectos similares. También se mencionó la opción de buscar asesoría externa para identificar los costos, la financiación y la viabilidad técnica de una obra de esta magnitud.
Antecedentes: The Boring Company y los túneles en Florida
El interés en los túneles no es nuevo. En 2022, cuando aún era comisionado, Meiner ya había sugerido explorar acuerdos con The Boring Company, la firma de Elon Musk especializada en infraestructura subterránea. La empresa ha desarrollado túneles en otras ciudades estadounidenses, entre ellos el sistema de transporte subterráneo en Las Vegas, y ha mostrado interés en expandirse en Florida.
Durante los años 2021 y 2022, la empresa The Boring Company llevó a la mesa de discusión en Fort Lauderdale y North Miami Beach un ambicioso proyecto: la creación de túneles subterráneos que permitirían la circulación exclusiva de automóviles Tesla, como alternativa innovadora para aliviar la congestión vial en el sur de Florida.
El plan en Fort Lauderdale quedó finalmente en pausa, mientras que en North Miami Beach las autoridades guardaron silencio el martes ante un pedido de información sobre el avance de su propuesta, la cual, según reportes de 2023, aún continuaba en marcha.
Ese antecedente genera expectativas sobre una eventual alianza público-privada que permita financiar y ejecutar un proyecto de gran escala en Miami Beach. Sin embargo, también plantea dudas sobre los costos, la dependencia de un solo proveedor y los desafíos de adaptar estas tecnologías a un terreno costero y altamente vulnerable.
Opiniones divididas
La iniciativa genera entusiasmo en algunos sectores que ven en los túneles una salida innovadora para aliviar el tráfico en una ciudad saturada. Empresarios turísticos y residentes preocupados por los embotellamientos diarios destacan el potencial de la obra para mejorar la calidad de vida y la competitividad económica.
No obstante, urbanistas y ambientalistas advierten que un proyecto de esta magnitud podría enfrentar serios obstáculos técnicos debido a la geología de Miami Beach, donde el suelo poroso y la cercanía del agua subterránea complican las construcciones profundas. Además, recuerdan que cualquier plan debe considerar no solo la movilidad actual, sino también los efectos del cambio climático a largo plazo.
Próximos pasos
El City Commission discutirá en las próximas semanas si aprueba avanzar con la contratación de un estudio de factibilidad o si la idea se pospone nuevamente, como ha ocurrido en el pasado.
De concretarse, Miami Beach podría sumarse a la lista de ciudades que apuestan por la infraestructura subterránea como una solución a los problemas de movilidad urbana. Si no, la discusión sobre cómo enfrentar el tráfico seguirá abierta, en busca de alternativas viables que equilibren las necesidades de transporte con la realidad ambiental y financiera de la ciudad.
Miami esta catalogada como una de las ciudades con peor congestión vehicular en Estados Unidos y el mundo, según varios estudios recientes. De acuerdo con el INRIX Global Traffic Scorecard, los conductores pierden en promedio 105 horas al año en embotellamientos, lo que ubica a la urbe en el octavo lugar mundial en niveles de congestión.
Un informe de ConsumerAffairs (2025) coloca a Miami como la tercera ciudad con peor tráfico en EE. UU., con traslados diarios que superan los 29 minutos y que, acumulados, representan hasta 70 días al año perdidos en carretera. Otro reporte de NBC Miami precisa que los automovilistas pasan unas 6,1 jornadas anuales atrapados en horas pico, especialmente entre 7 y 9 de la mañana y de 4 a 7 de la tarde.
El impacto económico también es considerable: la congestión le cuesta a los residentes de Miami alrededor de 3 mil millones de dólares cada año, según estimaciones recientes.
Proyectos y alternativas en marcha
Para enfrentar esta situación, las autoridades tienen en marcha otros planes de infraestructura y transporte. El proyecto “Connecting Miami”, por ejemplo, incluye la construcción de un nuevo puente sobre la I-395 y mejoras en intersecciones de la I-95 y la SR 836 que debería estar listo en 2027. También se moderniza el sistema de semáforos para optimizar el flujo vehicular.