Más difícil ser ciudadano de EE.UU: USCIS estrena un nuevo examen de naturalización con reglas más estrictas

Examen de ciudadanía de EE.UU. Foto: Shutterstock

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) dio a conocer este 17 de septiembre de 2025 los primeros cambios oficiales al examen de naturalización, en lo que describe como una “reforma integral en varias etapas” para fortalecer los estándares de acceso a la ciudadanía. La medida marca un punto de inflexión en un proceso que, desde su creación en 1906, ha sido considerado la puerta de entrada a la integración plena de los inmigrantes en la sociedad estadounidense.

» La naturalización es un privilegio que permite a los extranjeros convertirse en miembros plenos de la sociedad estadounidense, con importantes derechos y responsabilidades que todos los ciudadanos deben ejercer y respetar» dice el texto de USCIS publicado en su sitio web.


Un nuevo examen cívico

El cambio más inmediato será la entrada en vigor del examen cívico 2025, que evaluará de manera más detallada los conocimientos de historia, gobierno y civismo de los aspirantes. La actualización busca reflejar los valores democráticos actuales y garantizar que los solicitantes comprendan las responsabilidades de la ciudadanía en un contexto donde la inmigración sigue siendo un eje central del debate nacional.

El examen de naturalización, tradicionalmente basado en preguntas orales sobre historia y gobierno, ya había sido modificado en 2008 y brevemente en 2020, cuando se intentó aumentar la cantidad de preguntas, generando críticas por su dificultad y posterior reversión. Ahora, USCIS plantea que esta versión responde a un esfuerzo sostenido por modernizar y reforzar la transparencia del proceso.

Integridad y confianza en el sistema

La directora de USCIS destacó que el objetivo es “restaurar la integridad del proceso de naturalización” y recuperar la confianza en un mecanismo que en los últimos años ha enfrentado cuestionamientos sobre fraude, irregularidades y falta de preparación cívica de algunos solicitantes.

En este sentido, la reforma busca equilibrar los requisitos formales —como dominio del inglés y conocimiento cívico— con una evaluación más rigurosa del carácter moral de los aspirantes, entendiendo la ciudadanía no solo como un derecho, sino también como una responsabilidad frente a la sociedad estadounidense.

Revisión del “buen carácter moral”

Un aspecto clave de la reforma es la nueva guía para los oficiales de inmigración en la evaluación del “buen carácter moral”. Por primera vez se señala que no basta con la ausencia de conductas negativas, sino que se debe valorar también la existencia de aportes positivos a la comunidad, como participación en organizaciones locales, voluntariado o contribuciones destacadas en el ámbito laboral y familiar.


Al mismo tiempo, se endurecen las consecuencias por prácticas fraudulentas: registrarse para votar sin ser ciudadano, emitir votos ilegales o declarar falsamente ciudadanía serán motivos claros y automáticos de descalificación.

Investigaciones de vecindario y controles reforzados

Otro de los cambios anunciados es la reactivación de las investigaciones locales, conocidas como neighborhood investigations. Estas visitas, que fueron comunes en décadas anteriores, pero luego se redujeron, permiten a USCIS verificar en el terreno aspectos como residencia efectiva, historial comunitario y reputación del solicitante. Con ello, la agencia busca detectar inconsistencias que no siempre aparecen en los expedientes formales.

Impacto en la comunidad migrante

La noticia genera expectación entre millones de inmigrantes que cada año solicitan la naturalización: en 2024, más de 878.000 personas obtuvieron la ciudadanía estadounidense, según cifras oficiales. Para comunidades como la cubana, venezolana, haitiana y mexicana en Florida, el proceso de naturalización no solo representa seguridad migratoria, sino también acceso al voto y a beneficios federales.

Expertos señalan que, si bien la actualización del examen es necesaria, el reto será evitar que se convierta en una barrera excluyente para solicitantes con limitaciones educativas o de idioma, especialmente adultos mayores o personas con menor acceso a preparación académica.

Próximos pasos de la reforma

USCIS adelantó que los cambios anunciados son solo el inicio de una transformación más amplia. En los próximos meses se publicarán nuevas directrices y ajustes adicionales, lo que podría incluir revisiones en tarifas, tiempos de procesamiento y otros aspectos del procedimiento de naturalización.

La agencia insiste en que la meta es reforzar el valor de la ciudadanía estadounidense como símbolo de compromiso con el país, sin dejar de lado la inclusión y el respeto a la diversidad cultural de quienes buscan convertirse en nuevos ciudadanos.


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