Luto en el cine internacional tras el fallecimiento del actor estadounidense Robert Redford, leyenda de la pantalla y del cine independiente

Actor estadounidense Robert Redford. Foto: Shutterstock

Robert Redford, una de las figuras más influyentes del cine mundial, falleció a los 89 años en su casa de Sundance, Utah, rodeado de familiares y amigos de acuerdo con el diario the New York Times que citó a la directora ejecutiva de la firma Rogers & Cowan PMK, Cindi Berger. El actor, director, productor y activista deja tras de sí más de seis décadas de trayectoria en las que combinó el estrellato de Hollywood con un compromiso firme hacia el cine independiente y la promoción de nuevos talentos.

Primeros años y formación artística

Nacido el 18 de agosto de 1936 en la ciudad costera de Santa Mónica, California, Charles Robert Redford Jr. era hijo de Martha Hart y de Charles Robert Redford Sr., un lechero que más tarde se convirtió en contador en la industria petrolera.


Charles Robert Redford Jr. nació el 18 de agosto de 1936 en Santa Mónica, California. Su juventud estuvo marcada por una combinación de rebeldía y búsqueda artística: abandonó sus estudios en la Universidad de Colorado y recorrió Europa antes de dedicarse a la actuación. En Nueva York estudió en el American Academy of Dramatic Arts, debutando poco después en el teatro de Broadway.

Ese bagaje lo convirtió en un intérprete versátil, capaz de moverse entre la ligereza de la comedia romántica y la intensidad del drama político.

El salto a la fama en Hollywood

La película Inside Daisy Clover le valió a Redford su primer Globo de Oro, como mejor actor revelación. Más tarde, coprotagonizó junto a Jane Fonda tanto The Chase (1966), una historia sobre una fuga de prisión, como la versión fílmica de Barefoot in the Park (1967).

Su consagración llegó en 1969 con Butch Cassidy and the Sundance Kid, donde formó una dupla memorable con Paul Newman. Esa película no solo lo convirtió en un ícono de la época, sino que inspiró el nombre de su posterior proyecto cultural más importante: Sundance.

Durante los años 70 y 80, Redford protagonizó cintas que definieron el cine estadounidense, como The Sting (1973), The Way We Were (1973) y All the President’s Men (1976), esta última considerada una de las mejores películas sobre periodismo y poder político.


Director galardonado

En 1980, Redford debutó como director con Ordinary People, un drama familiar que le otorgó el Oscar a Mejor Director y demostró que su talento trascendía la actuación. Su estilo detrás de cámaras se caracterizó por la sensibilidad hacia los conflictos humanos y sociales, con títulos como A River Runs Through It (1992) y Quiz Show (1994).

El nacimiento del movimiento Sundance

Su mayor aporte al cine llegó en 1981, cuando fundó el Instituto Sundance una organización sin fines de lucro y, poco después, el Festival de Cine de Sundance. Esta plataforma se convirtió en el epicentro del cine independiente en Estados Unidos, ofreciendo una vitrina a cineastas emergentes como Quentin Tarantino, Steven Soderbergh y Darren Aronofsky.

El festival, que comenzó como un espacio alternativo, es hoy uno de los certámenes más influyentes del mundo, consolidando a Redford como un mecenas del cine diverso y arriesgado. En la localidad montañosa de Park City, Utah, este encuentro anual reúne proyectos creativos que suelen marcar el inicio de la trayectoria de muchos nuevos talentos.

«Vi otras historias que no tenían la oportunidad de ser contadas y pensé: ‘Bueno, tal vez pueda dedicar mis energías a darles una oportunidad a esas personas’. Al recordarlo, me siento muy bien”, recordó el difunto en una entrevista de 2018.

Reconocimientos y legado

Redford fue distinguido con dos premios Oscar (uno honorífico en 2002), múltiples Globos de Oro —incluido el prestigioso Cecil B. DeMille— y la Medalla Presidencial de la Libertad en 2016, otorgada por Barack Obama. Desde la Casa Blanca, el expresidente demócrata subrayó que los ciudadanos de Estados Unidos “lo valoran no únicamente por su sobresaliente trabajo actoral, sino también por la claridad con la que supo orientar su futuro”.

En Downhill Racer, Redford se transformó en un obstinado esquiador, mientras que en Tell Them Willie Boy Is Here asumió el rol de un hombre de la ley. Siguieron papeles como motociclista en Little Fauss and Big Halsy (1970) y como ladrón en The Hot Rock (1972), aunque ambas cintas fracasaron comercialmente.

El rumbo cambió con The Candidate, sátira política donde interpretó a un inexperto candidato al Senado. La película fue bien recibida por la crítica y obtuvo un rendimiento digno en taquilla. En 2016, Obama la elogió como “la mejor representación cinematográfica de cómo funciona realmente la política”, durante la entrega de la Medalla Presidencial de la Libertad.

En 1972, Redford brilló como un duro hombre de las montañas en Jeremiah Johnson, de Sydney Pollack, y al año siguiente encarnó a la pareja sentimental de Barbara Streisand en Tal como éramos. También en 1973 volvió a reunirse con Paul Newman y el cineasta George Roy Hill en la célebre película El golpe.

Más allá de los premios, su legado se mide en la influencia cultural: abrió caminos para que nuevas voces pudieran narrar historias distintas a las dictadas por los grandes estudios de Hollywood.

Activismo y vida personal

Además de su faceta artística, Redford fue un ferviente defensor del medioambiente y de causas progresistas. A través de Sundance Channel y su trabajo en distintas organizaciones, utilizó su influencia para visibilizar la crisis climática y la necesidad de proteger los recursos naturales.

En el plano personal, fue padre de cuatro hijos y abuelo de siete nietos. Pese a su fama internacional, siempre mantuvo un perfil bajo, refugiándose en Utah, donde construyó su hogar y base cultural.

Reacciones al fallecimiento

El mundo del cine reaccionó con pesar ante la noticia. Actores, directores y productores destacaron no solo su talento, sino su compromiso con las nuevas generaciones. Diversas instituciones culturales recordaron cómo Redford transformó la industria al tender puentes entre el cine comercial y el independiente.

El fin de una era

La muerte de Robert Redford marca el cierre de un capítulo esencial en la historia del cine. Actor icónico, director premiado, fundador de Sundance y activista social, deja un legado imborrable que seguirá inspirando a cineastas y espectadores de todo el mundo. Su vida demuestra que el arte puede ser a la vez entretenimiento, denuncia y semilla de cambio cultural.


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