Locutor Enrique Santos sale en defensa del cantante cubanoamericano Willy Chirino tras críticas por sus declaraciones sobre la crisis migratoria en EE.UU

El reconocido locutor cubanoamericano Enrique Santos salió al paso de la polémica generada por las declaraciones del cantante Willy Chirino sobre la crisis migratoria en Estados Unidos, y defendió su derecho a expresarse libremente, al tiempo que pidió un debate más tolerante dentro de la comunidad del exilio cubano.

“Aunque yo no esté de acuerdo con todo lo que dijeron Willy y Osmani y García en la entrevista yo valoro que aquí pueden decir lo que piensan y cómo se sienten y hablar desde la realidad, algo que en Cuba nunca pudieron hacer, algo que en Cuba nadie puede hacer”, dijo Santos en respaldo a Chirino.


Además destacó que a pesar de no estar de acuerdo con todo lo que Willy Chirino y Osmany García dijeron en la entrevista no significa que su respeto y admiración a uno de los artistas más emblemáticos del exilio haya cambiado, todo lo contrario. Para fundamentar su afirmación hizo alusión a la trayectoria artística del cantante y su postura contra el régimen cubano desde que llegó en la década del sesenta.

La controversia se originó luego de que Chirino, figura emblemática del exilio anticastrista, ofreciera una entrevista en su canal de YouTube donde comparó la actual ola migratoria con el éxodo del Mariel de 1980, y criticó la política migratoria del presidente Joe Biden. El artista afirmó que en lo que va de mandato se han producido más de 700,000 deportaciones, mientras que han ingresado al país alrededor de 21 millones de personas, lo cual —según él— está afectando la cohesión y los valores del país.

“La gente ha perdido la cabeza y algunos en las redes actúan como si todavía vivieran en Cuba y no saben respetar la opinión de otra persona (…) tú piensas como yo y si tú no piensas como yo tú eres mi enemigo y aquí tenemos un problema”, mencionó Santos en relación a la libertad de expresión de la que caracteriza a la sociedad estadounidense.

Las cifras ofrecidas por Chirino, y su tono crítico hacia el actual gobierno demócrata, generaron fuertes reacciones en redes sociales. Diversas voces del ámbito legal, político y activista lo acusaron de reproducir discursos cercanos al trumpismo, y de faltar a la sensibilidad que requiere una situación migratoria tan compleja como la que enfrentan hoy miles de cubanos, venezolanos y centroamericanos en busca de refugio en Estados Unidos.

Críticas en redes y reacciones polarizadas

Una de las críticas más difundidas fue la de la abogada de inmigración Glenda Hernández, quien expresó en un video de TikTok que le parecía “decepcionante” que Chirino, siendo hijo del exilio y beneficiario del sistema estadounidense, apoyara una narrativa que criminaliza a los migrantes. “Decir que aquí entran millones y que eso es un problema es ignorar que muchos de nosotros vinimos huyendo también del hambre y la represión”, señaló.

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Asimismo, la estratega política Sasha Tirador criticó duramente al cantante, al considerar que su discurso se alinea con posturas “radicales de derecha” que no representan el espíritu del exilio. “Willy está repitiendo propaganda trumpista que no reconoce la historia de lucha de los migrantes”, dijo en una publicación en Instagram.

El oficial cubanoamericano Sergio Rodríguez Beristain no ocultó su decepción al ver cómo, según dijo, aquel “parece haber dejado atrás sus propias raíces de inmigrante”. Con tono crítico, también lo acusó de haberse sumado a discursos que, a su juicio, están cargados de prejuicios y racismo.

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Sin embargo, otros sectores de la comunidad, incluidos seguidores y simpatizantes del expresidente Donald Trump, aplaudieron la postura del artista, destacando su derecho a hablar sin ser censurado ni “cancelado” por pensar distinto.

Enrique Santos llama a la unidad del exilio

En ese contexto, el conductor radial Enrique Santos —también influyente voz en temas sociales y políticos entre los hispanos— publicó un mensaje en defensa de Chirino. “No se trata de estar de acuerdo con todo lo que dice, sino de respetar su derecho a decirlo. Este hombre ha sido censurado, perseguido y nunca ha dejado de defender la libertad de Cuba. ¿Ahora lo atacamos por opinar diferente?”, escribió.

Santos denunció el tono agresivo y divisivo de muchas reacciones en redes sociales, y advirtió que algunos cubanoamericanos actúan “como si aún vivieran bajo el sistema represivo del que huyeron”, refiriéndose a la intolerancia ante la diversidad de opiniones. “La libertad de expresión no es solo para quienes piensan como nosotros. El enemigo sigue siendo la dictadura cubana, no quienes disienten dentro del exilio”, enfatizó.

También recordó el aporte cultural, político y simbólico de Chirino, a quien describió como un “referente del exilio cubano”, cuyo legado no puede quedar empañado por una opinión puntual. “Lo han acusado de traidor por expresar una preocupación. Eso no es democracia”, agregó.

La tensión política en el exilio

Este episodio pone en evidencia las fracturas ideológicas crecientes dentro del exilio cubano en Miami, donde coexisten sectores tradicionales conservadores, votantes latinos pro-Trump, y una nueva generación de migrantes con posturas más progresistas o pragmáticas. Las tensiones se han intensificado en los últimos años, especialmente ante el debate migratorio, que hoy abarca no solo a cubanos, sino también a venezolanos, haitianos, nicaragüenses y otras comunidades afectadas por crisis políticas y humanitarias.

Aunque tradicionalmente los cubanos habían gozado de un trato preferencial en la política migratoria de EE.UU., programas como el parole humanitario, la eliminación de la política de “pies secos/pies mojados” durante la era Obama, y el endurecimiento de las deportaciones bajo Trump, han cambiado las reglas del juego y generado opiniones encontradas sobre el futuro del asilo y la reunificación familiar.

Para algunos exiliados, la seguridad fronteriza es una prioridad. Para otros, el enfoque debe centrarse en la solidaridad y la justicia social, evitando discursos que estigmaticen a quienes recién llegan.

Libertad de expresión en tiempos polarizados

El caso de Chirino también reabre el debate sobre los límites del discurso público dentro de comunidades históricamente marcadas por la censura, como es la cubanoamericana. ¿Debe callarse una figura pública por miedo a ser “cancelada”? ¿Puede una comunidad que huyó de la represión política tolerar la censura interna?

Enrique Santos cree que sí. “Debemos defender nuestras diferencias con respeto, sin linchamientos digitales ni descalificaciones personales. Solo así vamos a poder construir una comunidad unida, libre y democrática”.


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