El Jackson South Medical Center, uno de los hospitales de referencia en el sur del condado, cerrará de manera indefinida su unidad de maternidad a partir de este viernes, debido a serias dificultades para mantener niveles adecuados de personal. La medida, según el sistema de salud de Jackson, responde a la necesidad de priorizar la seguridad de las pacientes y cumplir con los estándares de calidad asistencial.
Un cierre motivado por la escasez de personal
La administración del centro explicó que la unidad ha sufrido frecuentes ausencias y traslados de enfermeras, lo que ha impedido garantizar una plantilla estable para cubrir las demandas del servicio. Este déficit ha forzado, en ocasiones, a redistribuir personal de otras áreas, comprometiendo la capacidad operativa y la continuidad de la atención.
Actualmente, 20 enfermeras formaban parte del equipo de parto y maternidad de Jackson South. De ellas, 17 ya han sido reasignadas a otras instalaciones del sistema, incluyendo el Holtz Children’s Hospital, el Women’s Hospital del Jackson Memorial y distintas áreas del propio Jackson South. Tres profesionales aún están en espera de reubicación.
Atención asegurada para pacientes actuales
El cierre no ha afectado a mujeres que estaban en la recta final de su embarazo. Todas las pacientes programadas para dar a luz en la unidad ya fueron atendidas, y los procedimientos electivos fueron cancelados con anticipación para evitar inconvenientes. A partir de ahora, las embarazadas que buscaban atención en Jackson South serán derivadas a otros hospitales del condado.
Impacto en el sur de Miami-Dade
El Jackson South, ubicado en el área de Palmetto Bay, es uno de los pocos hospitales que ofrecía servicios de maternidad en la zona sur del condado. Su cierre temporal obliga a muchas familias a desplazarse hacia centros más alejados, como el Jackson Memorial, Kendall Regional o Baptist Hospital, incrementando tiempos de traslado y posibles demoras en casos de emergencia.
En un condado como Miami-Dade, donde según el Departamento de Salud de Florida se registran más de 30,000 nacimientos anuales, la redistribución de pacientes podría aumentar la presión sobre otros hospitales que ya operan con alta demanda.
Declaraciones oficiales
En un comunicado, la dirección del sistema de salud subrayó que la decisión se tomó para “garantizar los más altos estándares de cuidado y la seguridad del paciente”, y que se están coordinando medidas para minimizar el impacto en la comunidad. También destacaron que el cierre no implica una reducción de la capacidad hospitalaria en otras áreas y que se continuará invirtiendo en la mejora de los servicios disponibles.
Un problema que refleja una tendencia nacional
La escasez de personal de enfermería no es un fenómeno aislado en Jackson South. A nivel nacional, hospitales y clínicas han reportado dificultades para contratar y retener enfermeras especializadas, un problema que se agudizó durante la pandemia de COVID-19. Factores como el agotamiento laboral, salarios poco competitivos y la migración hacia trabajos temporales mejor remunerados han afectado gravemente la estabilidad de las plantillas.
En Florida, varias instalaciones han tenido que cerrar temporalmente unidades de parto o reducir camas por falta de profesionales, generando preocupación entre expertos en salud pública sobre la capacidad del sistema para responder a emergencias obstétricas.
Reacciones de la comunidad
Organizaciones de salud materna y residentes de la zona han expresado inquietud por la medida. Algunos temen que el cierre se prolongue más de lo anunciado o que, eventualmente, derive en la eliminación permanente del servicio. Otros piden que se busquen incentivos para retener al personal y reabrir la unidad lo antes posible, evitando que las mujeres del sur del condado tengan que recorrer largas distancias para recibir atención.