Disney anunció un nuevo aumento en los precios de las entradas y pases anuales para sus parques temáticos en Estados Unidos, incluyendo Walt Disney World en Orlando y Disneyland en California, una medida que impactará directamente a millones de visitantes nacionales e internacionales.
El ajuste, que ya comenzó a aplicarse esta semana, abarca tanto los boletos de un solo día como los de varios días, los pases anuales y los servicios complementarios como Genie+, la herramienta digital que permite acceder con prioridad a ciertas atracciones mediante el sistema Lightning Lane.
De acuerdo con el reporte, algunos boletos subieron hasta 20 dólares adicionales, dependiendo de la temporada y el tipo de entrada, lo que representa uno de los incrementos más altos de los últimos años.
Justificación oficial: más inversiones y experiencias mejoradas
Disney sostiene que el aumento responde a su estrategia de inversión continua en nuevas atracciones, mantenimiento de infraestructura y expansión de experiencias temáticas. En los últimos meses, la compañía ha inaugurado o anunciado proyectos como la atracción Tiana’s Bayou Adventure, la expansión de Epcot, y la remodelación de áreas en Animal Kingdom.
El objetivo, según la empresa, es mantener los parques “a la vanguardia del entretenimiento familiar”. Sin embargo, críticos y analistas económicos advierten que estos aumentos se producen en un contexto en que la inflación y los costos de viaje continúan golpeando a los hogares estadounidenses.
“El problema no es solo el precio del boleto, sino la suma de todos los gastos asociados: comidas, estacionamiento, hospedaje y transporte”, opinó un economista citado por CiberCuba.
Florida, epicentro del debate: turismo, exclusividad y desigualdad
El alza en Walt Disney World —ubicado en Lake Buena Vista, a pocos kilómetros de Orlando— tiene un peso especial en Florida, donde el turismo es motor económico y la competencia entre parques temáticos es intensa.
Universal Orlando Resort, SeaWorld y Busch Gardens han mantenido sus precios estables en los últimos meses, lo que podría acentuar las comparaciones entre opciones de entretenimiento familiar.
Algunos expertos consideran que la nueva política de precios de Disney consolida su carácter de marca aspiracional, más orientada a quienes pueden asumir un gasto elevado a cambio de exclusividad y conveniencia.
Sin embargo, asociaciones de consumidores advierten que esta tendencia podría reducir el acceso de las familias de ingresos medios o bajos, especialmente aquellas que antes aprovechaban promociones locales o estacionales.
Beneficios selectivos y descuentos estratégicos
Para mitigar las críticas, Disney anunció descuentos y beneficios selectivos dirigidos a grupos específicos:
- Residentes de Florida, quienes históricamente representan una parte importante del público recurrente.
- Suscriptores del servicio Disney+, como parte de una estrategia de fidelización entre las plataformas digitales y los parques.
- Huéspedes alojados en los resorts del complejo Disney, que recibirán acceso preferente a reservas y servicios dentro de los parques.
Estos grupos también podrán acceder antes que otros a las reservas del sistema Lightning Lane, una ventaja significativa en fechas de alta demanda.
Cambios paralelos en accesibilidad: el programa DAS
Simultáneamente, Disney anunció una actualización del programa Disability Access Service (DAS), que ofrece asistencia personalizada a visitantes con discapacidades del desarrollo, como el autismo.
El gigante del entretenimiento asegura que la revisión busca mejorar la atención y evitar abusos del sistema, pero defensores de personas con discapacidad expresaron preocupación sobre la forma en que se aplicarán los nuevos criterios y el posible aumento de requisitos para acceder al beneficio.
Una estrategia financiera en temporada alta
El aumento de precios llega justo antes del inicio de la temporada otoñal, una de las más lucrativas del año para Disney. Octubre marca la apertura de eventos temáticos como Mickey’s Not-So-Scary Halloween Party y el Festival Internacional de Comida y Vino de Epcot, que atraen a miles de visitantes cada día.
Analistas del sector turístico interpretan la medida como un movimiento estratégico para maximizar ingresos antes de la temporada navideña, cuando los parques suelen alcanzar su máxima ocupación.
La reacción del público: entre resignación y nostalgia
Pese a las quejas, los parques continúan registrando altos niveles de asistencia. Una encuesta citada en el informe, realizada por la firma LendingTree, reveló que un 18 % de los visitantes se ha endeudado para poder visitar Disney, mientras que el 71 % de ellos no se arrepiente del gasto, al considerar la experiencia como “única e irrepetible”.
El estudio también muestra que muchos visitantes se sorprenden por el alto costo adicional de comidas, bebidas y recuerdos, lo que hace que una visita familiar promedio pueda superar fácilmente los 1.500 dólares en un fin de semana.
Desafío futuro: mantener la magia sin perder accesibilidad
El debate sobre los precios de Disney trasciende lo económico y alcanza lo simbólico: ¿puede la “magia” seguir siendo inclusiva cuando los costos se disparan? Para algunos analistas, el riesgo está en que la compañía, al priorizar su rentabilidad y posicionamiento premium, termine erosionando parte de la conexión emocional que durante décadas hizo de sus parques un espacio accesible “para todos”.
Mientras tanto, miles de familias siguen soñando con pisar el castillo de Cenicienta o volar en el Halcón Milenario, aun cuando cada año esa experiencia se aleja un poco más de sus posibilidades financieras.