Inmigrante cubano enfrenta posible deportación tras arresto por ingerir bebidas alcohólicas en una playa del condado de Volusia

Foto: Video de YouTube de WKMG News 6 Click Orlando y Shutterstock

El Departamento del Condado de Volusia arrestó recientemente a un cubano por beber bebidas alcohólicas en una playa, sin embargo, este nunca imaginó que una simple detención desencadenaría una posible deportación a Cuba. Las autoridades se percataron de que Azael Martínez Sánchez de 47 años estaba bebiendo una lata de cerveza en una zona de la playa y lo arrestaron antes de informarle a ICE.

El incidente que se produjo en New Smyrna Beach ha derivado en la preocupación de varios residentes de la zona y el debate sobre como una pequeña falta puede cambiar tu vida en Estados Unidos al derivarse un proceso migratorio en tu contra. De acuerdo con las autoridades el arresto ocurrió el viernes 13 de junio a las 3:30 pm cuando un agente de policía observó a Azael con una lata de cerveza Modelo destapada, lo que indicaba que estaba tomando.


Las imágenes que quedaron grabadas por la cámara corporal del oficial de policía muestran al mismo dirigirse al cubano y ponerle las esposas para conducirlo. “Desafortunadamente, tengo que llevarlo a la cárcel de la sucursal. Necesito que se dé la vuelta y ponga las manos en la espalda”, se le escucha decir al agente mientras le va poniendo las esposas.

En ese instante, la persona arrestada estaba junto a otro chico, acomodados en la parte trasera de una furgoneta, al lado de una hielera. El condado de Volusia, al igual que otras áreas de Florida, tiene restricciones sobre la tenencia y el uso de alcohol en sus playas públicas. Esta regulación se inserta en la legislación estatal referida a los contenedores abiertos, que limita el consumo de bebidas alcohólicas en áreas públicas.

Sin embargo, la razón que transformó un arresto rutinario en un asunto federal fue la intervención subsiguiente del agente. De acuerdo con el informe de la policía el agente envió un correo al Departamento de Seguridad Nacional después de considerar que se trataba de un inmigrante irregular. Asimismo, la oficina del sheriff pudo corroborar que se envió otra copia al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) quienes confirmaron que Martínez contaba con una orden de deportación vigente.

Según Orlando Fox el funcionario de la policía fue quien «informó el incidente a ICE para solicitar una orden de detención”. En el curso del interrogatorio, los oficiales obtuvieron datos que fueron incorporados en la declaración jurada relacionada con el caso.

Las preguntas estuvieron dirigidas a conocer cuándo entré al país, fecha en que lo hizo, vía por la que lo hizo, medio que empleó para ingresar, por dónde ingresó y en qué otros estados estuvo una vez dentro del territorio estadounidense. El cubano en ese sentido explicó que llegó a EE.UU en avión por la Florida en el año 2023 y desde entonces no ha visitado otro estado del país. Esta interacción aumentó las dudas del agente sobre la estancia ilegal de Martínez Sánchez en el país, lo que llevó a informar al ICE y a su posterior captura federal.


“Hemos notificado proactivamente a ICE cuando identificamos a un criminal que creemos que está en este país ilegalmente”, dijo la oficina del sheriff del condado de Volusia referente al tema migratorio. Además explicaron en aquel momento que las fuerzas de la policía no estaban autorizadas a involucrarse en temas de inmigración de forma directa.

Este ejemplo muestra cómo, bajo un modelo de colaboración entre gobiernos locales y federales -similar al que se está aplicando en Florida en este momento- una violación menor puede dar lugar a la puesta en marcha de acciones migratorias que podrían resultar en la expulsión del individuo detenido. El cubano hasta el lunes estaba recluido en la prisión del condado de Volusia mientras ICE gestionaba su estatus migratorio, de acuerdo con la fuente mencionada.

Hasta el momento de redacción de este artículo, no se han revelado más pormenores, lo que ha suscitado el interés de la opinión pública por la evidente disparidad entre la falta inicial, que consistía en una simple lata de cerveza abierta, y las serias repercusiones que resultaron de ella. Aunque las autoridades siguieron los procedimientos legales, el caso provoca una discusión sobre la penalización de acciones menores y su utilización como un camino hacia estrictos procesos migratorios.


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