Lo que debía ser un viaje rutinario entre Orlando y Austin terminó convirtiéndose en una experiencia angustiante para decenas de pasajeros del vuelo 1893 de Delta Air Lines. El martes 19 de agosto, un Boeing 737 que cubría esa ruta sufrió la rotura de parte de la flap del ala izquierda en pleno vuelo, generando escenas de nerviosismo y un video que rápidamente se hizo viral.
El momento de la avería
De acuerdo con testimonios de pasajeros, el avión comenzó a sacudirse poco antes del aterrizaje, lo que muchos interpretaron como turbulencia. Sin embargo, al mirar por la ventanilla, una viajera se percató de que algo estaba mal: una sección de la flap del ala colgaba visiblemente. Las imágenes grabadas muestran la pieza desprendida, balanceándose mientras la aeronave descendía.
“Sentimos que era una turbulencia grave. El avión estaba temblando. La señora frente a nosotros abrió la ventana y nos dijo que estaba rota. Abrí la ventana y me asusté”, relató a CNN, la pasajera Shanila Arif. En el video que rápidamente se viralizó en las redes sociales muestra al flap colgando mientras la aeronave se encontraba a miles de pies de la tierra.
Las flaps son estructuras móviles situadas en el borde trasero de las alas. Su función es esencial durante el despegue y, sobre todo, en el aterrizaje, ya que permiten reducir la velocidad y aumentar la sustentación. Una falla en estas piezas puede comprometer la estabilidad de la aeronave.
Aterrizaje de emergencia controlado
Pese al desperfecto, el capitán y la tripulación lograron mantener el control del avión y aterrizar sin incidentes en el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom alrededor de las 14:24 horas. A bordo viajaban 62 pasajeros y seis tripulantes; ninguno resultó herido.
El avión fue inmediatamente retirado de servicio para ser inspeccionado y sometido a reparaciones. Delta ofreció disculpas públicas y reiteró que “nada es más importante que la seguridad de los clientes y la tripulación”.
«Se observó que una parte del flap del ala izquierda no estaba en su lugar. La aeronave ha sido puesta fuera de servicio para mantenimiento», dijo la aerolínea en un comunicado de prensa. Al mismo tiempo ofrecieron disculpa a los clientes por la compleja experiencia. «Pedimos disculpas a nuestros clientes por su experiencia, ya que nada es más importante que la seguridad de nuestra gente y clientes», comentaron al mismo tiempo que confirmaron la existencia de 62 pasajeros y 6 miembros de la tripulación.
Investigación en curso
La Administración Federal de Aviación (FAA) abrió una investigación para esclarecer las causas de la rotura del flap. El organismo revisará el historial de mantenimiento de la aeronave, así como posibles fallos de fabricación o desgaste de piezas. Este incidente se suma a una serie de revisiones recientes sobre la seguridad de los aviones Boeing, cuyo fabricante enfrenta cuestionamientos globales por diversos problemas mecánicos en distintos modelos.
Antecedentes similares
Aunque eventos como este no son frecuentes, no son inéditos:
- 2016: un Boeing 737 de Southwest Airlines experimentó daños en una flap durante un vuelo hacia California, aunque logró aterrizar sin heridos.
- 2024: un Boeing 757 de United Airlines tuvo que regresar de emergencia a Denver tras detectarse problemas en el mecanismo de las flaps.
- Boeing bajo escrutinio: tras los accidentes mortales del 737 MAX en 2018 y 2019, que provocaron la inmovilización mundial de ese modelo durante casi dos años, la compañía ha enfrentado fuertes críticas sobre la calidad de sus procesos de producción y control de seguridad.
El nuevo episodio en un 737 de Delta revive las dudas sobre si las revisiones técnicas son suficientes para garantizar la confiabilidad de la flota.
Impacto en la opinión pública
Las imágenes difundidas por los pasajeros tuvieron un fuerte eco en redes sociales, donde se multiplicaron los comentarios de preocupación. Muchos usuarios recordaron incidentes previos de Boeing y expresaron desconfianza hacia los protocolos de mantenimiento de las aerolíneas.
Especialistas en seguridad aérea destacan que, aunque el avión logró aterrizar sin consecuencias, el desprendimiento de un componente tan crítico refleja un riesgo potencial que merece atención prioritaria.
“Que no haya habido heridos no significa que no sea grave. Un flap dañado puede desestabilizar el avión en momentos clave como el aterrizaje”, explicó un exinspector de la FAA a la prensa.
Un recordatorio sobre la seguridad aérea
El caso del vuelo 1893 de Delta evidencia la importancia de los controles de mantenimiento y de la transparencia de las aerolíneas en relación con sus flotas. Aunque las estadísticas muestran que volar sigue siendo el medio de transporte más seguro, cada incidente genera preocupación pública y presiona a las autoridades a redoblar la supervisión.
La investigación de la FAA será clave para determinar si se trató de un hecho aislado o si es necesario emitir nuevas directrices de seguridad para la operación de los Boeing 737.