
Este fin de semana un cubano que tenía una orden de deportación hacia Cuba desde el año 2014 terminó arrestado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). La agencia federal publicó la noticia en su cuenta de X este lunes, pero lo que más llamó la atención fue el mensaje que transmitió a los inmigrantes que se encuentran ilegales en Estados Unidos.
“Autodepórtate antes de que te encontremos — y te ENCONTRAREMOS”, dijo ICE en la red social donde aclara que el arresto del antillano identificado como Joan Gil se realizó en Phoenix, Arizona. La entidad del gobierno estadounidense resalta que este cubano estuvo condenado por transportar metanfetamina con la intención de venderla lo que conllevó a las autoridades a emitir una orden de deportación.
Hasta ahora, no se ha proporcionado información suplementaria respecto a la verdadera identidad del individuo detenido. El nombre Joan Gil podría referirse tanto a un hombre como a una mujer, lo que aumenta la confusión, especialmente dado que la imagen divulgada es la de una mujer y no de un hombre. La ausencia de claridad ha suscitado dudas sobre el posible riesgo de exponer injustamente a alguien que probablemente no tenga vinculación alguna con la situación.
Esta situación se sitúa en un contexto más extenso y complicado. Más de 42.000 cubanos con orden de deportación se encuentran hoy en Estados Unidos según cifras de ICE. No obstante, no se han trasladado a Cuba porque el régimen de La Habana se reúsa a aceptarlos alegando que muchos de ellos llevan muchos años fuera del país y por otro lado porque cuentan con antecedentes criminales.
Por tal motivo el gobierno de Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista de países «recalcitrantes» junto con China, Irán, Venezuela y Rusia, debido a su resistencia a ayudar en la repatriación de sus nacionales como lo evidencian las recientes deportaciones hacia Sudán del Sur, que atraviesa una profunda crisis humanitaria.
A pesar de la escasa colaboración del gobierno cubano en ese sentido se han realizado 20 vuelos con un total de 676 inmigrantes que abarcan personas con libertad condicional y menores de edad. El pasado 18 de junio se produjo el último hasta el momento de estos vuelos con un total de 89 ciudadanos cubanos, varios de ellos el Ministerio del Interior (Minint) los trasladó directamente a los órganos de investigación criminal por contar con causas pendientes.