
El Gobierno de Estados Unidos anunció el fin de los programas de reunificación familiar que permitían a ciudadanos de varios países —entre ellos Cuba— ingresar legalmente al país mientras esperaban la aprobación definitiva de sus visas de inmigrante. La medida, confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), marca un cambio significativo en la política migratoria y afecta a miles de familias que habían iniciado el proceso bajo estos esquemas.
El programa de reunificación familiar permitía a personas con peticiones aprobadas, principalmente de la categoría familiar, viajar a Estados Unidos mediante un permiso de parole humanitario, evitando esperas prolongadas fuera del país. Durante años, esta vía fue considerada una alternativa para reducir la migración irregular y mantener unidas a familias separadas por largos procesos administrativos.
Argumentos oficiales del DHS
Según el DHS, la decisión responde a preocupaciones relacionadas con la seguridad y la integridad del sistema migratorio. Las autoridades señalaron que los programas presentaban deficiencias en los mecanismos de verificación, lo que —a su juicio— habría permitido el ingreso de personas sin una evaluación suficientemente rigurosa.
Acabar con los programas FRP es un retorno necesario a políticas de sentido común y un retorno a América Primero (America First)», dice el comunicado del DHS.
El gobierno indicó que el uso del parole debe volver a aplicarse de manera individual y excepcional, tal como lo establece la ley, y no como parte de programas amplios dirigidos a grupos específicos. En ese contexto, las nuevas autorizaciones bajo estos esquemas dejarán de emitirse y los casos pendientes deberán seguir los canales tradicionales de inmigración.
Impacto en la comunidad cubana y otras nacionalidades
Para la comunidad cubana, el fin del programa representa un golpe adicional en un momento de alta incertidumbre migratoria. Muchos beneficiarios ya se encontraban en Estados Unidos trabajando legalmente y en proceso de ajuste de estatus, mientras otros aguardaban la autorización para viajar desde la isla.
Además de los cubanos, la medida afecta a ciudadanos de países como Haití, Nicaragua, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Honduras, cuyos familiares también utilizaban este mecanismo para reunificarse en territorio estadounidense.
Expertos en inmigración advierten que la cancelación del programa podría prolongar significativamente los tiempos de espera y aumentar la presión sobre consulados y embajadas, donde los procesos suelen demorar varios años.
¿Qué ocurre con quienes ya estaban en el programa?
El DHS aclaró que las personas que ya ingresaron a Estados Unidos bajo estos programas deberán revisar su situación migratoria caso por caso. Aquellos que cuenten con solicitudes de ajuste de estatus u otros trámites en curso podrían continuar el proceso, mientras que quienes dependían exclusivamente del parole podrían enfrentar la expiración de sus permisos de permanencia y trabajo.
En los casos en que el extranjero tenga un Formulario I-485 aún en proceso, el parole no se extingue de inmediato, sino que permanece activo hasta que alcance su fecha de vencimiento o hasta que las autoridades migratorias adopten una resolución final sobre la solicitud de ajuste de estatus, lo que suceda primero.
“Notificaremos individualmente a cada extranjero que el DHS termine su parole y revoque su autorización de empleo”, destaca la nota. Los abogados recomiendan a los afectados buscar asesoría legal especializada para evaluar alternativas disponibles dentro del marco migratorio vigente.
Un nuevo escenario migratorio
La finalización del programa de reunificación familiar se inscribe en un contexto más amplio de endurecimiento y reconfiguración de la política migratoria estadounidense. Aunque las autoridades sostienen que la medida busca fortalecer la seguridad y el cumplimiento de la ley, organizaciones proinmigrantes advierten sobre el impacto humano de la decisión, especialmente en familias que llevaban años esperando reencontrarse.
Por ahora, el cierre de este programa obliga a miles de personas a retomar rutas migratorias tradicionales, caracterizadas por procesos más largos, complejos y, en muchos casos, inciertos.
Implicaciones específicas para ciudadanos cubanos
En el caso de los ciudadanos cubanos, el fin del programa de reunificación familiar tiene implicaciones legales particulares debido a la combinación de normas migratorias que históricamente han regido su estatus en Estados Unidos. Muchos beneficiarios del programa utilizaban el parole como vía de entrada legal mientras esperaban la disponibilidad de una visa de inmigrante basada en peticiones familiares ya aprobadas.
Para los cubanos que ya ingresaron a Estados Unidos bajo este programa, la situación dependerá de su estatus actual. Aquellos que hayan solicitado el ajuste de estatus bajo la Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés) podrían continuar su proceso si cumplen con el requisito de presencia física y otros criterios legales. Sin embargo, los abogados advierten que el parole sigue siendo un elemento clave, ya que su expiración sin una solicitud pendiente podría generar vulnerabilidad migratoria.
En contraste, los cubanos que aún se encontraban en la isla o en terceros países esperando autorización para viajar verán sus casos redirigidos a los canales consulares tradicionales. Esto implica regresar a listas de espera que, en algunas categorías familiares, pueden extenderse por varios años, especialmente en peticiones de hermanos o hijos adultos.
Otro punto relevante es el impacto en los permisos de trabajo. El parole otorgado bajo estos programas permitía solicitar autorización de empleo, una herramienta fundamental para la integración económica inicial. Con la finalización del programa, quienes no cuenten con otra base legal para trabajar podrían perder esa autorización al vencer su permiso actual.
Especialistas en inmigración subrayan que, pese a la existencia de la Ley de Ajuste Cubano, no todos los cubanos califican automáticamente para sus beneficios, y cada caso debe analizarse individualmente. Recomiendan revisar con urgencia si existen alternativas como ajustes por petición familiar, asilo político, TPS u otros alivios migratorios, dependiendo de la situación personal y procesal de cada afectado.
En este nuevo escenario, el cierre del programa de reunificación familiar añade un nivel adicional de complejidad al panorama migratorio cubano, obligando a miles de familias a replantear estrategias legales en un sistema cada vez más restrictivo y con tiempos de espera prolongados.





