Gobierno de EE.UU. restablece tramites migratorios para los que posean parole humanitario

El pasado viernes, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció en un tribunal federal de Boston que se han eliminado las limitaciones que obstaculizaban los avances en los casos de parole humanitario.

Esta medida beneficia a los migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que forman parte del Programa de Reunificación Familiar (PRF) y  Uniting for Ukraine (U4U).


La declaración supone un alivio para numerosas familias afectadas por las fluctuaciones constantes de los mandatos ejecutivos y las decisiones judiciales desde el regreso de Donald Trump a la presidencia en enero de 2025. 

Según el documento oficial publicado por el reportero cubano Wilfredo Cancio Isla en su blog Café Fuerte, el informe del USCIS revela que las solicitudes en espera de procesamiento continuarán hasta que se tome una decisión definitiva, tras la finalización de las evaluaciones de seguridad. La agencia anunció que se ha ordenado a las oficinas de asilo, refugio y apelaciones que reanuden el procesamiento de los casos previamente suspendidos. 

La reanudación de los procesos se debe a una demanda interpuesta por beneficiarios de parole y grupos de defensa de los inmigrantes, quienes emprendieron acciones legales contra el gobierno tras la suspensión de estos procedimientos. En respuesta, la jueza federal Indira Talwani ordenó al gobierno que demostrara que cumplía con su deber de mantener activas las adjudicaciones, lo que dio lugar al anuncio realizado el 21 de junio.

Si bien la reanudación de los trámites representa un logro significativo para los afectados, el programa en sí sigue suspendido y el camino hacia la regularización aún presenta numerosos obstáculos. Se están llevando a cabo acciones legales en el poder judicial y las regulaciones migratorias podrían volver a modificarse en cualquier momento. 

Se insta a las personas cubanas que han recibido parole a ser cautelosas. Es fundamental mantenerse informado. La batalla por la seguridad jurídica continúa, pero el optimismo persiste a medida que avanzan los acontecimientos.


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