
El gobierno de Cuba rechazo inicialmente la propuesta de construir la mezquita en el país porque prefería que el proyecto fuera patrocinado por los Estados miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) en lugar de por un solo país. Finalmente Turquía logro convencer al gobierno de La Habana garantizando que los turcos correrían con todos los gastos de construcción.
En Cuba hay cerca de 4.000 cubanos musulmanes que deben reunirse en viviendas, pues no existe ningún templo de esa religión en la isla.






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