Florida está a punto de marcar un antes y un después en la política de salud pública de Estados Unidos. El gobernador Ron DeSantis y el cirujano general del estado, Joseph Ladapo, anunciaron este miércoles un plan para eliminar todos los mandatos de vacunación infantil, una decisión que convertiría a Florida en el primer estado del país en prescindir de estos requisitos, vigentes desde hace décadas en el sistema escolar estadounidense.
Un cambio sin precedentes en la salud pública
El plan contempla la eliminación de las vacunas exigidas para la inscripción escolar, que incluyen inmunizaciones contra enfermedades como sarampión, hepatitis B, polio, varicela, tos ferina y difteria. Ladapo, en declaraciones polémicas, calificó estos mandatos como una imposición “inmoral” sobre los padres y llegó a compararlos con “la esclavitud”.
«Hasta el último de ellos está equivocado y gotea desdén y esclavitud. ¿Quién soy yo como hombre que está aquí para decirte lo que debes poner en tu cuerpo? ¿Quién soy yo para decirte lo que tu hijo debe poner en tu cuerpo?», dijo Ladapo.
El funcionario explicó que algunos de estos requisitos pueden revocarse mediante regulaciones internas del Departamento de Salud, pero otros necesitarán el respaldo de la Legislatura estatal, controlada por los republicanos, lo que eleva las probabilidades de que la medida avance sin grandes obstáculos.
La comisión “Make America Healthy Again” (MAHA)
El anuncio incluyó la creación de una nueva comisión estatal denominada “Make America Healthy Again” (MAHA), encabezada por el vicegobernador Jay Collins y la primera dama Casey DeSantis.
Según DeSantis, esta entidad buscará impulsar una visión alternativa de la salud pública, basada en cuatro pilares entre ellos el consentimiento informado en los procedimientos médicos, la defensa de los derechos de los padres sobre decisiones médicas, el acceso a alimentos seguros y nutritivos y la eliminación de lo que denominaron “ortodoxias médicas” sin respaldo en datos sólidos.
La comisión, además, trabajará en un paquete legislativo de “libertad médica”, que se presentará en la próxima sesión del Congreso estatal. «La libertad médica es algo que tenemos que ser muy conscientes de proteger, especialmente dado que hemos visto a tantas élites perder el rumbo», afirmó el gobernador.
El gobernador Ron DeSantis adelantó que la comisión estatal “MAHA” tendrá entre sus tareas evaluar la implementación del consentimiento informado en cuestiones médicas, fomentar el acceso a alimentos seguros y nutritivos, ampliar los derechos de los padres sobre las decisiones sanitarias de sus hijos y cuestionar prácticas que califica como “ortodoxia médica no sustentada en datos”. El organismo será encabezado por el vicegobernador Jay Collins y la primera dama de Florida, Casey DeSantis.
Bajo el liderazgo del gobernador Ron DeSantis, Florida marcó distancia de las políticas federales contra el COVID-19, rechazando exigir vacunas en las escuelas, implementar “pasaportes de inmunización” en espacios de alta concurrencia o imponer la vacunación obligatoria a empleados como condición para conservar su trabajo. «No creo que haya otro estado que haya hecho tanto como Florida. Queremos mantenernos a la vanguardia», agregó el republicano.
Críticas y advertencias de expertos
La propuesta ha encendido las alarmas entre especialistas en salud pública, médicos y legisladores de la oposición. La representante estatal demócrata Anna Eskamani calificó la medida en su cuenta de X como “imprudente y peligrosa” y alertó que “es un desastre de salud pública en ciernes”.
Epidemiólogos recuerdan que los mandatos escolares de vacunación han sido uno de los pilares más efectivos en la prevención de epidemias durante el siglo XX. De hecho, Estados Unidos logró erradicar enfermedades como la polio y controlar el sarampión gracias a estas políticas.
Los críticos advierten que, en un contexto de descenso de las tasas de vacunación, eliminar estas obligaciones podría abrir la puerta a brotes masivos. El CDC informó recientemente que los casos de sarampión alcanzaron niveles no vistos desde el año 2000, cuando se había declarado eliminada la transmisión endémica en el país.
Florida como “experimento nacional”
De avanzar esta iniciativa, Florida se convertiría en el primer estado en cuatro décadas en abolir por completo los mandatos de vacunación infantil. Analistas consideran que el estado se transformará en un “experimento natural” sobre las consecuencias de relajar políticas sanitarias históricamente exitosas.
La decisión también tiene un fuerte componente político: DeSantis y Ladapo se han posicionado como referentes de un movimiento nacional que cuestiona las políticas de vacunación obligatoria y promueve una agenda de “libertad médica”. Esto podría inspirar a legisladores en otros estados con gobiernos republicanos a seguir el mismo camino.
Un debate que trasciende Florida
El anuncio no solo tendrá impacto en las familias y escuelas de Florida, sino que reaviva un debate nacional sobre los límites entre la libertad individual y la responsabilidad colectiva en materia de salud.
Para sus defensores, se trata de devolver a los padres el control sobre las decisiones médicas de sus hijos. Para sus críticos, la medida pone en riesgo a toda la comunidad, ya que la efectividad de las vacunas depende de la inmunidad colectiva.
En los próximos meses, el debate se trasladará al Capitolio de Tallahassee, donde se decidirá si Florida rompe con más de medio siglo de política sanitaria y se convierte en el primer estado en desmantelar los cimientos de su sistema de inmunización escolar.