
El rapero cubano Yosvany Sierra Hernández, más conocido como Chocolate MC, enfrentará juicio el próximo 10 de noviembre en una corte de Miami-Dade tras la decisión del juez Milton Hirsch, quien rechazó el argumento de la defensa basada en la libertad de expresión. La resolución judicial sostiene que las publicaciones del artista en redes sociales no son expresiones artísticas ni opiniones personales protegidas por la Primera Enmienda, sino amenazas reales de violencia.
El caso ha despertado amplio interés en la comunidad cubana del sur de Florida y entre seguidores del género urbano, ya que pone sobre la mesa una cuestión sensible: hasta qué punto la provocación, el lenguaje callejero o la “tiradera” musical pueden ser interpretados como un delito en el contexto de las redes digitales.
Publicaciones polémicas y acusaciones graves
Según documentos judiciales la Fiscalía argumenta que Chocolate MC publicó mensajes en Instagram en los que ofrecía una recompensa a quien atacara a Damián Valdés Galloso, acusado del asesinato del cantante José Manuel Carbajal Zaldívar, El Taiger. Los fiscales señalaron que algunos de los mensajes contenían amenazas de muerte directas, tales como “Si la policía no te mata, te vamos a matar” o “Cien mil dólares por tu cabeza”, junto con emojis y menciones a la pandilla ZMF.
Estas publicaciones, calificadas por la acusación como “amenazas verdaderas”, se consideraron por el juez como fuera de los límites de la libertad de expresión, ya que —según la doctrina jurídica estadounidense— los discursos que incitan a la violencia o representan un riesgo tangible para otros no están protegidos constitucionalmente.
El juez Hirsch, en su fallo, subrayó que la libertad de expresión “no es un escudo para incitar a la violencia o amenazar la vida de otra persona”, enfatizando la necesidad de mantener la responsabilidad individual en el uso de las plataformas digitales.
La defensa insiste en su inocencia y alega malinterpretación
El abogado del artista, Adolfo Gil, reiteró que su cliente “es 100 % inocente de todas las acusaciones” y que las publicaciones en redes sociales fueron expresiones emocionales sin intención de causar daño real.
Gil explicó que el músico se encuentra actualmente bajo evaluación psicológica, un proceso que podría influir en la estrategia de defensa durante el juicio.
“Chocolate es un artista impulsivo, de carácter fuerte, que utiliza el lenguaje urbano y provocador como parte de su estilo artístico. No hubo una amenaza genuina, sino una reacción desmedida a un hecho trágico”, sostuvo el abogado.
Por su parte, la pareja del artista declaró a medios locales que la fijación de la fecha del juicio representa “algo positivo”, ya que permitirá que “por fin se escuche su verdad”. También aseguró que el rapero ha mostrado un cambio personal profundo, incluyendo un acercamiento a la religión cristiana y un proceso de introspección espiritual durante su detención.
Restricciones y testigos ausentes
Durante la audiencia, se confirmó que Damián Valdés Galloso, la persona mencionada en las publicaciones, no podrá testificar en este proceso. Su abogado invocó la Quinta Enmienda, que protege el derecho a no autoincriminarse, dado que Valdés enfrenta su propio juicio por homicidio.
El hecho complica el desarrollo del caso, pues elimina una pieza clave del testimonio que la defensa pretendía utilizar para contextualizar las declaraciones de Chocolate MC.
Antecedentes judiciales del artista
Esta no es la primera vez que el intérprete de “Bajanda” enfrenta problemas con la justicia. En años recientes ha sido arrestado por delitos de violencia doméstica, robo y secuestro, aunque en algunos casos los cargos fueron retirados o modificados.
Uno de los episodios más sonados fue su arresto en Opa-Locka, donde fue acusado de robo con arma de fuego, que posteriormente se demostró que era una réplica falsa. “Ahora viene este juicio el día 10 y después otros dos. Posiblemente para el mes que viene él salga”, manifestó su pareja.
A pesar de estos antecedentes, el artista conserva un importante grupo de seguidores que lo defienden como un exponente del realismo callejero y denuncian que ha sido objeto de una persecución mediática y judicial desproporcionada.
Repercusiones y debate sobre la libertad de expresión
El caso de Chocolate MC genera un debate más amplio en torno al uso de las redes sociales por parte de artistas e influencers y los límites legales de sus expresiones. En Estados Unidos, la libertad de expresión es uno de los derechos fundamentales, pero la jurisprudencia establece que no protege mensajes que constituyan amenazas creíbles, difamación, incitación a la violencia o acoso directo.
“Las palabras importan, y en la era digital pueden tener consecuencias reales”, comentó un analista legal consultado por Telemundo 51. “Cuando un artista con miles de seguidores hace un llamado a la violencia, aunque sea metafórico, puede generar un riesgo tangible”.
Lo que sigue
El juicio está programado para comenzar el lunes 10 de noviembre, aunque los alegatos iniciales podrían extenderse hasta el miércoles siguiente. El resultado será observado de cerca por la industria musical latina y los defensores de la libertad de expresión, ya que podría sentar un precedente sobre cómo los tribunales en Florida interpretan las conductas en redes sociales de figuras públicas.
De ser hallado culpable, Chocolate MC enfrentaría penas que podrían incluir prisión y restricciones severas en el uso de redes. Si resulta absuelto, el caso podría reavivar la discusión sobre la criminalización del discurso artístico y la cultura urbana en los tribunales estadounidenses.
					



