
El extoletero cubano Yoenis Céspedes ha decidido poner a la venta su espectacular finca en Port St. Lucie, Florida, por la asombrosa cifra de 30 millones de dólares, convirtiéndose en una de las propiedades residenciales más costosas de la región. Céspedes, quien jugó varias temporadas en las Grandes Ligas y destacó como estrella de los New York Mets, ofrece así un pedazo de lujo y exclusividad que refleja tanto su éxito deportivo como sus gustos personales.
Un paraíso llamado “La Potencia II”
La propiedad, bautizada como “La Potencia II”, en honor al apodo que Céspedes llevó durante su carrera como beisbolista, abarca 378 acres (unos 153 hectáreas). Su magnitud y características la sitúan entre las fincas privadas más grandes y valiosas del área.
En el corazón de la finca se erige una casa principal de más de 15 700 pies cuadrados (alrededor de 1 460 m²), que incluye seis dormitorios, cuatro baños completos y dos medios baños. El lujo y el confort dominan cada espacio, desde los amplios salones hasta las áreas de esparcimiento, diseñadas para un estilo de vida de alto nivel.
Lujo y amenidades de estrella
Además de la residencia principal, la finca cuenta con más de 31 000 pies cuadrados construidos, distribuidos en instalaciones que dejan ver la personalidad y pasiones del deportista. Entre sus amenities destacan:
- Gimnasio privado
- Jaula de bateo profesional, perfecta para un pelotero que dedicó su vida al béisbol
- Establo con capacidad para 12 caballos, lo que refleja su amor por la equitación y la cría de caballos
- Barbería personalizada
- Área destinada para procesar caza, en sintonía con su afición por las actividades al aire libre
En el exterior, el ambiente tropical se completa con una piscina climatizada de 40 por 20 pies (aproximadamente 12 x 6 metros), spa, terraza cubierta y jardines cuidadosamente diseñados.
Cercanía a su pasado deportivo
Uno de los atractivos estratégicos de la finca es su cercanía al complejo de entrenamiento primaveral de los New York Mets en Port St. Lucie. Céspedes adquirió originalmente más de 3 000 acres de terrenos en esta zona en 2016, poco después de firmar un contrato de más de 100 millones de dólares con los Mets. Con el paso de los años, el expelotero decidió conservar esta parcela específica, donde materializó su visión de hogar y retiro.
La lesión que marcó su carrera
La finca de Céspedes también forma parte de una historia que marcó su vida profesional. En 2019, sufrió una grave fractura de tobillo mientras intentaba evitar un jabalí en su propiedad, un accidente que aceleró el ocaso de su trayectoria deportiva. Aunque regresó brevemente a las Grandes Ligas, la lesión fue determinante en el declive de su carrera.
Motivos de la venta
Si bien los portales especializados no detallan las razones detrás de la decisión de vender la finca, se especula que podría estar relacionada con un proceso de reorganización patrimonial o cambios en el estilo de vida de Céspedes tras alejarse del béisbol profesional. Según el Wall Street Journal y el New York Post, la finca figura como una de las mayores operaciones residenciales privadas registradas recientemente en Port St. Lucie.
La venta está siendo gestionada por los agentes inmobiliarios Julian Johnston y Lina Agosto, del prestigioso Corcoran Group, conocidos por manejar propiedades de lujo en el sur de Florida.
Una finca digna de un slugger
Para muchos aficionados y expertos del sector inmobiliario, la finca “La Potencia II” es la viva representación del legado de Céspedes: una combinación de fuerza, lujo y estilo. Su venta abre la puerta a que algún comprador exclusivo pueda adquirir no solo una mansión, sino también un pedazo de la historia de uno de los peloteros más talentosos y carismáticos que ha dado Cuba en las Grandes Ligas.
Yoenis Céspedes nació el 18 de octubre de 1985 en Campechuela, Granma, Cuba. Desde joven se destacó como uno de los mejores talentos del béisbol cubano, integrando el equipo nacional y brillando en torneos internacionales, incluido el Clásico Mundial de Béisbol de 2009, donde bateó .458 con dos jonrones.
En 2011, Céspedes desertó de Cuba y fijó residencia en la República Dominicana, buscando firmar con una organización de Grandes Ligas. Su combinación de fuerza, velocidad y brazo potente lo convirtió en uno de los agentes libres internacionales más codiciados de la época.
Yoenis Céspedes será recordado como uno de los bateadores más explosivos de su generación, con poder descomunal, gran brazo en los jardines y la capacidad de cambiar el curso de un juego. Sus actuaciones en el Home Run Derby lo convirtieron en favorito de los fanáticos, y su llegada a los Mets en 2015 es considerada clave para la carrera a la Serie Mundial de ese año.
Sin embargo, su carrera también estuvo marcada por las lesiones y la falta de continuidad, lo que impidió que pudiera mantener su nivel estelar durante más años. Aun así, dejó una huella importante en el béisbol y es recordado como uno de los peloteros cubanos más talentosos en las Grandes Ligas en las últimas décadas.