
Un avión comercial fue evacuado de manera preventiva la noche del lunes en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), luego de que la tripulación detectara un olor a humo dentro de la cabina poco antes del despegue, lo que activó de inmediato los protocolos de seguridad aérea.
El incidente involucró a un Boeing 737 de Delta Air Lines, correspondiente al vuelo 1708 con destino al Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en Nueva York. Según informaron las autoridades, la aeronave aún se encontraba en tierra cuando se reportó la situación, lo que permitió una respuesta rápida y controlada.
Como medida de precaución, los 178 pasajeros y seis tripulantes terminaron evacuados de forma ordenada a través del puente de embarque y trasladados nuevamente a la terminal. No se reportaron personas heridas ni casos de pánico durante el proceso, de acuerdo con los primeros reportes oficiales.
«Los pasajeros fueron evacuados de forma segura del avión a través del puente de aviones y de regreso a la terminal», manifestó Greg Chin, del Departamento de Aviación de Miami-Dade.
Minutos después de la evacuación, equipos de Miami-Dade Fire Rescue acudieron a la aeronave para realizar una inspección de seguridad y descartar cualquier riesgo de incendio o falla técnica que pudiera comprometer la operación. Las autoridades no confirmaron de inmediato la causa exacta del olor detectado, señalando que el avión debía revisarse conforme a los protocolos técnicos antes de volver a operar.
El suceso provocó demoras puntuales en la zona donde se encontraba estacionada la aeronave, aunque el aeropuerto continuó funcionando con normalidad en el resto de sus terminales. No se emitieron alertas generales ni fue necesario suspender operaciones de otros vuelos.
Por su parte, Delta Air Lines informó que trabajó para reubicar a los pasajeros afectados en vuelos alternativos, mientras su equipo técnico evaluaba la aeronave. La aerolínea reiteró que la decisión de evacuar se tomó priorizando la seguridad, incluso cuando no existía confirmación de un peligro inmediato.
Un incidente similar ocurrió a finales de diciembre de 2025, cuando un vuelo de Delta Air Lines que cubría la ruta entre Orlando y Los Ángeles se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Tampa tras detectarse un olor extraño dentro de la cabina durante el trayecto.
De acuerdo con los reportes, la tripulación activó los protocolos de seguridad al identificar la anomalía, lo que llevó a desviar la aeronave como medida preventiva. El avión aterrizó sin contratiempos y los pasajeros descendieron de manera segura, sin que se registraran heridos ni situaciones de pánico.
Posteriormente, Delta Air Lines proporcionó otra aeronave para que los viajeros pudieran continuar su viaje hacia Los Ángeles, mientras el avión afectado se sometía a una inspección técnica exhaustiva. Hasta ese momento, la causa exacta del olor no está confirmada, quedando bajo investigación de los equipos especializados.
Este tipo de incidentes, aunque poco frecuentes, subraya la política de tolerancia cero ante cualquier indicio de humo u olor inusual en la aviación comercial, donde los desvíos y aterrizajes de emergencia se consideran medidas estándar para garantizar la seguridad de pasajeros y tripulación.
Especialistas en aviación señalan que los reportes de olores inusuales, humo o vapores se tratan con extrema cautela en la industria aérea, ya que pueden estar relacionados con sistemas eléctricos, ventilación o fluidos técnicos. En estos casos, las normativas internacionales obligan a detener el procedimiento de despegue hasta descartar cualquier riesgo.
El incidente se produce en un contexto de alto volumen de pasajeros en el Aeropuerto Internacional de Miami, uno de los principales hubs aéreos del país, especialmente durante la temporada de fin de año. Las autoridades reiteraron que este tipo de respuestas rápidas forman parte de los estándares de seguridad diseñados para minimizar riesgos y garantizar la protección de los viajeros.
Hasta el momento, no se han divulgado detalles adicionales sobre el resultado final de la inspección técnica ni sobre cuándo la aeronave podrá retomar operaciones.




