En un hecho sin precedentes en al menos cinco décadas, Estados Unidos podría registrar en 2025 un saldo migratorio negativo, es decir, más personas abandonando el país que ingresando. Esta proyección, difundida por CNN y destacada por la Casa Blanca, refleja un cambio radical en la dinámica migratoria nacional, impulsado por nuevas políticas, deportaciones masivas y un endurecimiento general de las condiciones para los inmigrantes.
El fenómeno, de confirmarse, marcaría un punto de inflexión en la historia migratoria de la nación, cuya identidad ha estado históricamente vinculada a la llegada constante de nuevos residentes en busca de oportunidades, refugio y libertad.
“Estamos ante la posibilidad real de tener migración neta negativa por primera vez en al menos 50 años. Eso significa que más personas estarían saliendo del país que entrando, bajando de los 2.8 millones registrados en 2024”, dijo el analista Harry Enten.
La Casa Blanca también afirmó en la red social de X que esta iniciativa es uno de los mayores triunfos de la actual administración. “PROMISES MADE, PROMISES KEPT”, dice el mensaje.
Migración neta negativa: qué significa y por qué es tan importante
La migración neta es el saldo entre el número de personas que entran y las que salen de un país. Desde la década de 1970, Estados Unidos ha mantenido una migración neta positiva, con millones de inmigrantes llegando cada año, impulsando la fuerza laboral, el consumo y la diversidad cultural.
Sin embargo, en 2025 esta tendencia podría revertirse. De acuerdo con estimaciones, mientras que en 2024 se registraron más de 2.8 millones de entradas, los datos preliminares de este año muestran una disminución significativa en los ingresos, especialmente a través de la frontera sur, junto con un aumento sostenido en las salidas, tanto voluntarias como forzadas (deportaciones).
En junio de 2025, las autoridades estadounidenses detuvieron a 140 cubanos que intentaban entrar al país sin autorización, una leve baja en comparación con los 150 del mes anterior y una drástica caída frente a los 17,563 interceptados en el mismo mes de 2024. Este ha sido el tercer mes consecutivo con las cifras más bajas de llegadas cubanas en el presente año fiscal.
Entre el 1 de octubre de 2024 y la actualidad, las cifras oficiales registran 32,563 intercepciones de cubanos que intentaron ingresar a Estados Unidos, ya sea a través de cruces fronterizos, rutas marítimas o aeropuertos, en el marco del presente año fiscal.
Políticas migratorias más duras bajo Trump
Este giro responde directamente al enfoque adoptado por el presidente Donald Trump durante su segundo mandato, centrado en controlar las fronteras, limitar el acceso a beneficios migratorios y acelerar las expulsiones de extranjeros indocumentados.
Entre las medidas implementadas se destacan:
- Reanudación de deportaciones en masa, con vuelos frecuentes hacia terceros países como México, Esuatini y Sudán del Sur.
- Reducción de permisos humanitarios como el parole.
- Restricciones a solicitudes de asilo y refugio.
- Reducción de visados de trabajo y reunificación familiar.
- Intensificación de redadas y vigilancia por parte del ICE en comunidades migrantes.
El propio mandatario ha promocionado estos cambios como una victoria. “Estamos restaurando el orden en nuestras fronteras”, publicó la Casa Blanca en la red X (antes Twitter), al compartir el informe de CNN que augura la migración neta negativa como uno de los principales logros de su gestión.
Consecuencias sociales y económicas
El impacto de una migración neta negativa no se limita al terreno político. Expertos advierten sobre consecuencias profundas para la economía y la estructura demográfica de Estados Unidos.
- Mano de obra: Sectores como la agricultura, la hostelería, la construcción y el cuidado de personas mayores dependen en gran parte de trabajadores migrantes. La disminución de esta fuerza laboral podría generar escasez de personal y aumento en los costos de servicios.
- Demografía: Con una población envejecida, la inmigración ha sido clave para mantener el crecimiento poblacional y el equilibrio generacional. Una menor entrada de migrantes podría acelerar el envejecimiento poblacional.
- Remesas y vínculos internacionales: Millones de familias en América Latina y el Caribe dependen de remesas enviadas por sus familiares en EE.UU. Una caída en la población migrante afectará directamente esas economías, y también podría deteriorar las relaciones diplomáticas.
El caso de los cubanos: entre el limbo y la expulsión
Uno de los grupos más impactados por las nuevas políticas son los migrantes cubanos. Muchos de ellos ingresaron a través de la frontera sur y fueron liberados con el formulario I-220A, una forma de libertad condicional que, en la práctica, ha quedado en un limbo jurídico. A pesar de no tener antecedentes penales, miles enfrentan órdenes de deportación mientras el gobierno cubano sigue negándose a aceptar vuelos directos de repatriación.
Hasta ahora, más de 42,000 cubanos tienen órdenes de deportación activas en EE.UU. En lo que va de 2025, al menos 100 han sido expulsados a terceros países, ya que La Habana se rehúsa a recibirlos.
Organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes han denunciado que estas acciones violan principios de protección internacional y someten a muchos cubanos a riesgos en países sin garantías diplomáticas ni recursos legales para su defensa.
Un cambio que redefine a EE.UU.
El analista Harry Enten, de CNN, calificó la posibilidad de una migración neta negativa como “una transformación histórica que no se ha visto en generaciones”. Subrayó que, aunque la cifra definitiva dependerá del comportamiento de los próximos meses, todo indica que 2025 marcará una ruptura con la tradición migratoria de EE.UU.
Para muchos, esta situación representa una paradoja: mientras millones de personas en el mundo aún sueñan con llegar a Estados Unidos, las puertas del país parecen cerrarse cada vez más. Y quienes ya están dentro, enfrentan un entorno más hostil, legalmente incierto y socialmente precario.
Conclusión
La posibilidad de que Estados Unidos cierre el año con más salidas que entradas de migrantes no es solo una estadística: es el reflejo de una nueva era en la política nacional. Una era en la que la inmigración, tradicionalmente considerada un pilar de crecimiento, ha pasado a ser un frente de batalla ideológico, con consecuencias que recién comienzan a vislumbrarse.