España envía ayuda humanitaria a Cuba tras el huracán Melissa: cocinas, herramientas y esperanza para miles de familias damnificadas

Donativo de España a Cuba. Foto: Perfil de Facebook de Adán Morell

Un vuelo procedente de Madrid llegó a La Habana en la noche del miércoles con un cargamento de ayuda humanitaria enviada por el Gobierno de España para los damnificados del huracán Melissa, que devastó el oriente cubano a finales de octubre. Según explicó el periodista cubano Adán Morell en su perfil de Facebook el envío lo gestionó la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y lo coordinó junto con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), con el objetivo de garantizar una entrega rápida, equitativa y transparente a las familias más afectadas.

De acuerdo con un reporte del sitio oficialista Cubadebate en la terminal aérea, representantes del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX) y el encargado de negocios de la Embajada de España en Cuba, Eduardo Sánchez Moreno recibieron el lote, que describieron como una muestra de solidaridad del pueblo español hacia la nación caribeña.


Contenido del cargamento: herramientas básicas para la reconstrucción

La ayuda española incluye 2 184 módulos de cocinas familiares, 1 600 módulos de herramientas y 253 pares de botas de trabajo con puntera de acero, con un valor total estimado en 145 000 euros. Estos recursos están destinados a facilitar la preparación de alimentos, el reacondicionamiento de viviendas y las labores de limpieza y recuperación en comunidades que lo perdieron casi todo durante el paso del ciclón.

Los módulos fueron diseñados específicamente para atender necesidades domésticas urgentes, permitiendo a las familias cocinar y realizar reparaciones menores sin depender de infraestructuras eléctricas dañadas o servicios públicos colapsados.

Plan de emergencia y coordinación internacional

La AECID explicó que la operación forma parte de su plan de respuesta ante desastres naturales en América Latina y el Caribe, activado en coordinación con la Cruz Roja Española, la FICR y ONG locales. El plan busca minimizar la centralización gubernamental que ha generado críticas en el pasado y asegurar que la ayuda llegue “directamente a las comunidades más vulnerables”.

En los últimos días, el gobierno de España anunció un importante paquete de ayuda humanitaria dirigido a Cuba, con el propósito de apoyar a las comunidades más golpeadas por los recientes desastres. El envío incluye 36 toneladas de suministros, entre ellos módulos de cocina, herramientas y calzado destinados a los equipos de rescate que trabajan en las zonas más afectadas.

A esta contribución material se suma un fondo de medio millón de euros, que será destinado a garantizar refugio, atención sanitaria y acceso a agua potable para unas 100,000 personas. La iniciativa, según precisaron fuentes oficiales, busca ofrecer un alivio inmediato y fortalecer la capacidad de respuesta ante emergencias en la isla.


Este tipo de colaboración internacional, según la agencia, también permite monitorear los envíos y verificar su entrega efectiva, un aspecto clave dado el escepticismo que persiste entre la población cubana tras experiencias previas en las que donativos similares no llegaron a sus destinatarios o se desviaron a entidades estatales.

Iniciativas independientes desde España

Además del aporte institucional, han surgido campañas de solidaridad ciudadana desde distintas regiones españolas. Una de las más activas es “Un colchón, una esperanza para Cuba”, organizada en Valencia por el sacerdote cubano Olbier Hernández Carbonell, quien recolecta colchones, alimentos, medicinas y artículos de higiene para las familias que perdieron sus hogares.

“Queremos devolverles un poco de alivio. Un colchón no es solo descanso… es esperanza y dignidad recuperada”, expresó el religioso, subrayando que cientos de cubanos y españoles se han sumado al esfuerzo desde comunidades de Madrid, Galicia y Andalucía.

Contexto de devastación en el oriente cubano

El huracán Melissa golpeó con fuerza las provincias de Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas y Guantánamo, dejando tras de sí miles de viviendas destruidas o severamente dañadas, amplios cortes de electricidad, carreteras intransitables y escasez de alimentos, medicinas y agua potable.

De acuerdo con reportes locales y testimonios en redes sociales, muchas comunidades permanecen aisladas o con comunicación intermitente, y algunos pobladores han denunciado que aún no han recibido apoyo estatal suficiente. En ese contexto, la llegada de ayuda internacional representa un alivio moral y logístico, pero también plantea el reto de su distribución eficaz y justa.

Otras ayudas internacionales y contexto político

El envío español se suma al reciente anuncio de Estados Unidos, que aprobó el envío de ayuda humanitaria a Cuba —aunque bajo condiciones logísticas específicas y con supervisión directa—, así como a las contribuciones de México, Canadá y organismos de la Unión Europea.

Estas acciones evidencian un renovado interés internacional por colaborar en la recuperación de la isla, pese al clima de tensiones políticas y las restricciones logísticas que históricamente han afectado la gestión de la cooperación extranjera.

Entre la gratitud y el escepticismo

Aunque el gesto español ha sido recibido con gratitud en sectores del pueblo cubano, no faltan las voces críticas que recuerdan episodios anteriores en los que la ayuda internacional fue almacenada o distribuida con demoras y favoritismos. Vecinos de Santiago y Holguín consultados por medios independientes expresaron su preocupación por la falta de transparencia en la entrega de recursos y pidieron que organismos humanitarios puedan supervisar directamente las distribuciones.

Un gesto de humanidad en medio de la crisis

Con esta donación, España reafirma su voluntad de mantener la cooperación con Cuba en el ámbito humanitario, especialmente en momentos de catástrofe. Más allá del valor económico, la entrega representa un símbolo de solidaridad entre dos países con lazos históricos, culturales y humanos profundos.

Mientras Cuba intenta recuperarse de uno de los desastres naturales más devastadores de los últimos años, la pregunta que queda en el aire es si la ayuda internacional podrá llegar a tiempo y sin obstáculos a quienes más la necesitan.


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