
Un vuelo de Delta Air Lines que partía de Miami hacia Boston tuvo que regresar al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) poco después de despegar debido al impacto de un ave contra uno de sus motores. El avión, identificado como el vuelo 1399, declaró emergencia en el aire y aterrizó sin mayores complicaciones. Ninguno de los pasajeros ni de la tripulación resultó herido.
El incidente: un “bird strike” en pleno despegue
El problema ocurrió en las primeras fases del vuelo, cuando una de las turbinas fue golpeada por un ave. Estos choques, conocidos en la aviación como “bird strikes”, representan un riesgo recurrente en la industria, sobre todo durante el ascenso inicial y la aproximación al aterrizaje.
El capitán decidió regresar de inmediato a Miami tras notificar la situación a la torre de control. Equipos de emergencia se desplegaron en pista, siguiendo los protocolos de seguridad. Finalmente, el aterrizaje se efectuó de manera controlada, y los pasajeros pudieron continuar su itinerario a Boston en otro avión horas más tarde.
Delta: seguridad como prioridad
La aerolínea confirmó el incidente y destacó que la seguridad de clientes y empleados es siempre su máxima prioridad. Voceros de la compañía señalaron que el cumplimiento estricto de los protocolos permitió que la situación se resolviera sin consecuencias graves.
Contexto: un problema global en la aviación
Los choques entre aves y aeronaves son más comunes de lo que muchos viajeros imaginan. Según datos de la Administración Federal de Aviación (FAA), se reportan más de 16.000 bird strikes al año en aeropuertos de Estados Unidos. Aunque la mayoría no genera daños significativos, algunos casos pueden provocar fallas mecánicas graves.
El período comprendido entre 2023 y 2024 reflejó un incremento del 14% en este tipo de sucesos, situación que impulsó nuevas estrategias de prevención y control. Desde inicios de 2025 se contabilizan más de 8,000 impactos con animales silvestres, lo que evidencia la relevancia del manejo de la fauna en infraestructuras aeroportuarias como el Aeropuerto Internacional de Miami.
Uno de los ejemplos más recordados es el del vuelo 1549 de US Airways, que en 2009 impactó con una bandada de gansos poco después de despegar de Nueva York. Ese accidente obligó al capitán Chesley “Sully” Sullenberger a realizar un amerizaje de emergencia en el río Hudson, salvando la vida de 155 personas a bordo.
Hace menos de una semana un vuelo de American Airlines, con destino a San Francisco, se vio obligado a regresar de emergencia al Aeropuerto Internacional de Filadelfia el pasado 10 de septiembre de 2025, luego de sufrir múltiples choques con aves poco después del despegue.
Según informaron las autoridades aeroportuarias, el avión —identificado como el vuelo 2035— había partido con normalidad, pero al atravesar una bandada de aves uno de los motores resultó afectado, lo que obligó al capitán a declarar la emergencia y solicitar el retorno inmediato.
Aterrizaje seguro y protocolo de emergencia
El aterrizaje de regreso se completó sin mayores incidentes, y tanto la tripulación como los pasajeros resultaron ilesos. Equipos de emergencia esperaban en pista como medida preventiva. Tras el evento, el avión fue retirado de servicio para inspecciones técnicas exhaustivas, con el fin de evaluar el impacto en los motores y el fuselaje.
Pasajeros reubicados
American Airlines informó que los viajeros fueron reubicados en otra aeronave, que despegó hacia San Francisco horas más tarde. En un comunicado, la compañía subrayó que la seguridad es la prioridad absoluta en este tipo de situaciones y agradeció la cooperación de los pasajeros.
Medidas de prevención en aeropuertos
Aeropuertos como Miami han invertido en programas de control de fauna, que incluyen desde sistemas de radar especializados hasta brigadas que utilizan aves rapaces entrenadas, dispositivos acústicos y luces para mantener alejadas a las aves de las pistas. Sin embargo, especialistas señalan que se trata de un desafío constante, especialmente en regiones costeras como Florida, donde abundan especies migratorias.
El impacto en pasajeros y la percepción pública
Aunque el vuelo de Delta se resolvió sin incidentes mayores, los pasajeros vivieron momentos de tensión durante el retorno a Miami. Para la industria aérea, este tipo de sucesos refuerza la importancia de la comunicación clara y la confianza en los protocolos de seguridad, factores esenciales para evitar el pánico y garantizar la cooperación de los viajeros.
El caso del vuelo 1399 de Delta pone nuevamente en primer plano los riesgos que supone la interacción entre aeronaves y vida silvestre en los aeropuertos. Aunque los sistemas de seguridad funcionaron como se esperaba, el incidente subraya la necesidad de seguir reforzando medidas preventivas y de mantener a la seguridad como el eje central de la aviación moderna.