EE. UU. no entrará en recesión en 2026 a pesar de los desafíos económico, según el secretario del Tesoro

Foto: Video de YouTube de Noticias Telemundo

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ofreció esta semana una proyección optimista sobre el futuro inmediato de la economía nacional. Según sus declaraciones, el país no experimentará una recesión en 2026, pese a los desafíos actuales vinculados al mercado inmobiliario, el costo del financiamiento y el impacto del prolongado cierre de gobierno.

El funcionario le comentó a la moderadora Kristen Welker que, a su juicio, “ya se han sentado las bases para una economía con un crecimiento muy sólido y no inflacionario” y que la atención de salud disminuirá sus costos, un mensaje que busca transmitir confianza en el desempeño económico de los próximos años.


Fundamentos del optimismo: políticas arancelarias y la “Gran y Hermosa Ley”

Bessent atribuyó su proyección favorable a una combinación de factores legislativos y comerciales impulsados por la administración federal. Entre ellos, mencionó la estrategia arancelaria y diversos acuerdos internacionales, además del paquete legislativo interno conocido como la “Gran y Hermosa Ley”, una iniciativa que, según el Tesoro, estimularía la producción doméstica, promovería nuevas inversiones y reforzaría la competitividad de Estados Unidos frente a mercados globales.

Un entorno presionado por las tasas de interés

Pese a su visión positiva, el secretario reconoció que no todos los sectores atraviesan un momento de expansión. El mercado inmobiliario y otras industrias altamente sensibles al costo del crédito ya muestran síntomas recesivos debido a las tasas de interés elevadas.

“Claramente, el sector inmobiliario ha estado en dificultades y los sectores sensibles a las tasas de interés han estado en recesión”, dijo el fin de semana agregando que el cierre de gobierno fue un factor clave que afectó la economía estadounidense.

El encarecimiento de los préstamos ha afectado la venta de viviendas, ralentizado la construcción y moderado el gasto de consumidores e inversionistas, lo que mantiene a analistas en alerta ante un posible enfriamiento económico mayor.

El costo económico del cierre gubernamental más largo de la historia

Otro elemento que Bessent señaló como factor de presión ha sido el reciente cierre del gobierno federal, que se convirtió en el más extenso de la historia del país. Según estimaciones oficiales, el impacto económico alcanzó aproximadamente el 1.5 % del Producto Interno Bruto, afectando sectores como transporte, turismo, servicios federales y contratistas privados.


El Tesoro sostuvo que, pese a ese golpe, la economía mostró resiliencia suficiente para sostener su crecimiento y para permitir proyecciones optimistas hacia 2026.

Tensiones políticas: un llamado a reformar el filibusterismo

En paralelo a sus evaluaciones económicas, Bessent publicó un artículo de opinión en The Washington Post en el que solicitó poner fin al filibusterismo en el Senado, mecanismo que permite a las minorías legislativas bloquear iniciativas incluso con amplio apoyo.

«Es hora de que los republicanos reconozcan que el filibusterismo ya no sirve al país y se preparen para acabar con él», afirmó Bessent.

El secretario también criticó a legisladores demócratas por su responsabilidad en el cierre del gobierno, señalando que decisiones de ese tipo terminan afectando directamente el crecimiento económico y la estabilidad fiscal, en ese sentido dijo: “Los demócratas no han podido detener al presidente Trump en los tribunales. No han podido detenerlo en los medios, así que tuvieron que perjudicar al pueblo estadounidense: un impacto del 1.5% en el PIB”.

Bessent elevó el tono de sus críticas al apuntar directamente contra un grupo de legisladores demócratas y exmandos militares y de inteligencia. Según explicó, estas figuras publicaron un video en el que advertían a quienes hoy sirven en las filas de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia que “no acaten” órdenes que consideren ilegales provenientes del gobierno de Trump.

“Hay un solo comandante en jefe, y cuando uno se sale de la cadena de mando e intenta crear ruido y caos, eso solo beneficia a nuestros enemigos”, añadió el secretario.

Consumo, empleo y dinámica interna

Aunque el mercado laboral continúa mostrando fortaleza y las cifras de consumo no evidencian desplomes significativos, el Tesoro reconoce que el entorno no está exento de riesgos. Persisten desafíos como el costo de vida, el encarecimiento del crédito, la desaceleración manufacturera y la volatilidad en sectores clave como energía y transporte.

Sin embargo, Bessent insistió en que estas presiones no representan amenazas suficientes para desencadenar una recesión, y apuntó a la capacidad del país para absorber choques económicos gracias a su diversificación productiva y su base de consumidores.

Sobre la guerra en Ucrania

Asimismo, se adentró en el tema de las negociaciones de paz que siguen desarrollándose entre Rusia y Ucrania. Comentó que respalda un plan de 28 puntos promovido por Estados Unidos, una propuesta que, lejos de generar consenso, ha encendido alarmas tanto en Kiev como en varias capitales europeas. Incluso un grupo bipartidista de senadores en Washington advierte que este borrador de acuerdo podría terminar otorgando ventajas significativas al Kremlin, lo que ha aumentado la tensión alrededor del proceso.

«Los europeos me dicen: ‘Oh, estamos implementando nuestro decimonoveno paquete de sanciones’. En mi opinión… si vas a hacer algo 19 veces, fracasaste», destacó el alto funcionario.

Mirada hacia el 2026: prudencia, crecimiento moderado y debate político

El pronóstico del secretario del Tesoro se suma a un debate nacional más amplio sobre la necesidad de reformas estructurales, políticas de gasto más eficientes y una actualización del marco legislativo que permita responder a ciclos económicos cada vez más volátiles.
Para Bessent, el país se encuentra mejor posicionado de lo que muchos analistas sugieren, siempre que se mantengan medidas que reduzcan presiones inflacionarias y que fortalezcan la producción nacional.

Estabilidad en un contexto complejo

El mensaje del Tesoro busca despejar temores sobre una posible contracción económica en 2026 y proyectar una imagen de estabilidad hacia inversionistas, empresas y la opinión pública. No obstante, sus declaraciones también reavivan el debate político en Washington, donde sectores opositores cuestionan si las medidas actuales serán suficientes para sostener el crecimiento sin afectar a los contribuyentes o incrementar la deuda nacional.

Por ahora, la visión oficial es clara: Estados Unidos no va rumbo a una recesión, pero el país deberá navegar cuidadosamente entre tasas de interés elevadas, tensiones legislativas y un escenario económico global cada vez más desafiante.


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