EE. UU. aumenta al 65 % los pagos de Food Stamps: alivio parcial para millones de familias

Millones de beneficiarios del programa SNAP (Supplemental Nutrition Assistance Program), conocido como Food Stamps, recibirán una mejora inesperada en sus pagos de noviembre. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) anunció que, tras revisar los fondos disponibles, el monto subirá del 50 % al 65 % de la asignación mensual habitual.

La noticia llega después de semanas de incertidumbre marcadas por el cierre parcial del gobierno federal, que había reducido drásticamente el presupuesto operativo de varios programas sociales. “Las asignaciones para los beneficiarios de SNAP para noviembre serán del 65% de su tasa normal en lugar del 50% previamente estimado por el gobierno de Donald Trump”, manifestó un funcionario de USDA.


De acuerdo con Patrick Penn, subsecretario adjunto de Servicios de Alimentos, Nutrición y Consumidores del USDA, se detectó un error en la proyección inicial de fondos y, una vez corregido, fue posible garantizar un pago mayor, Patrick Penn, subsecretario adjunto de Servicios de Alimentos, Nutrición y Consumidores del USDA, en un documento oficial presentado ante un tribunal federal.

Qué implica este ajuste para los beneficiarios

El cambio significa que más de 40 millones de estadounidenses —entre ellos familias de bajos ingresos, adultos mayores y personas con discapacidad— recibirán este mes 646 dólares aproximadamente.

En cifras concretas, una familia de cuatro integrantes que normalmente recibiría unos 995 dólares mensuales obtendrá aproximadamente 646 dólares en noviembre. Aunque se trata de un aumento frente al 50 % anterior, todavía deja a muchos hogares con una reducción del 35 % de su ayuda habitual.

El USDA explicó que los pagos se emitirán de forma escalonada según el calendario de cada estado. Algunos gobiernos estatales ya confirmaron que los depósitos actualizados comenzarán a procesarse entre el 15 y el 25 de noviembre, mientras que otros aún esperan instrucciones logísticas del nivel federal.

Aún no se ha ofrecido una explicación clara sobre las razones que llevaron a este ajuste, pero el Departamento de Justicia reconoció que se trató de un “error” administrativo, el cual —según aseguró— fue “corregido tan pronto como se detectó”.


Días antes, las autoridades federales habían anunciado su intención de utilizar más de 4,000 millones de dólares provenientes de fondos de emergencia para cubrir alrededor de la mitad de los beneficios. La medida buscaba amortiguar los efectos del cierre del gobierno sobre el programa de ayuda alimentaria y evitar una interrupción mayor en la asistencia a millones de familias.

El impacto del cierre de gobierno en la seguridad alimentaria

El cierre parcial del gobierno —el más largo en la historia reciente de Estados Unidos— ha afectado la operatividad de agencias como el Departamento de Agricultura, el Departamento de Vivienda (HUD) y el Departamento de Salud (HHS).

En el caso del SNAP, la falta de asignaciones regulares del Congreso había puesto en riesgo los pagos a millones de familias, lo que llevó al gobierno a recurrir a fondos de emergencia para evitar la suspensión total del programa.

Sin embargo, incluso con este aumento al 65 %, la inseguridad alimentaria sigue siendo una amenaza real. Organizaciones como Feeding America y No Kid Hungry advirtieron que los bancos de alimentos en todo el país han experimentado un incremento de más del 30 % en la demanda desde el inicio del cierre gubernamental.

Voces desde las comunidades más afectadas

En ciudades con altos niveles de pobreza, como Miami, Houston, Los Ángeles y Detroit, los centros de distribución de alimentos han tenido que ampliar horarios y reforzar la asistencia voluntaria.

“Estamos viendo a personas que antes nunca habían pedido ayuda. Muchos beneficiarios de SNAP dependen de cada dólar para alimentar a sus hijos”, señaló Rosa Vega, directora del Miami-Dade Community Food Bank.

Vega añadió que, aunque el aumento anunciado “da un pequeño alivio”, la comunidad sigue necesitando apoyo continuo: “Cuando el gobierno se paraliza, los primeros en sufrir son los más vulnerables”.

Incertidumbre hacia diciembre y el futuro del programa

El USDA no ha confirmado si este ajuste podrá sostenerse en los próximos meses, en caso de que el Congreso no logre aprobar un nuevo presupuesto federal. Expertos en políticas públicas advierten que, si el cierre se prolonga, los fondos de contingencia podrían agotarse en diciembre, forzando nuevos recortes o demoras en los pagos.

“El programa SNAP es uno de los pilares de la seguridad alimentaria nacional. Cualquier reducción prolongada tiene efectos en cadena: más niños con hambre, más presión sobre los estados y mayor gasto local en asistencia”, explicó Robert Tanner, analista del Center on Budget and Policy Priorities (CBPP).

Qué pueden esperar los beneficiarios

  1. Monto de pago: aumento del 50 % al 65 % de la asignación habitual.
  2. Fecha de depósito: dependerá del estado; los pagos se procesarán entre mediados y fines de noviembre.
  3. Elegibilidad: no cambia; se mantiene la base de ingresos y composición familiar.
  4. Fondos futuros: sujetos a la evolución del cierre de gobierno y a la disponibilidad presupuestaria.
  5. Apoyo adicional: se recomienda contactar bancos de alimentos y organizaciones locales en caso de retrasos.

Un respiro limitado en una crisis mayor

Aunque la corrección del USDA ofrece un alivio temporal, la medida pone de manifiesto la fragilidad de la red de protección social estadounidense frente a crisis presupuestarias.

Miles de familias seguirán recibiendo menos de lo habitual, mientras los precios de los alimentos continúan en alza. De acuerdo con datos del Bureau of Labor Statistics, el costo promedio de los comestibles ha subido un 19 % desde 2021, lo que reduce el poder adquisitivo de los beneficiarios.


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