
Entre los detenidos se encuentran varios funcionarios públicos que emitían documentos migratorios falsificados para que los cubanos pudieran llegar a Ecuador. Ocho de los detenidos son cubanos y según las autoridades tienen suficientes pruebas para poder condenarlos.
«Con este respaldo se identificó la existencia de una organización delictiva de carácter internacional integrada por ciudadanos de nacionalidad ecuatoriana y cubana, que venía operando en la ciudad de Quito» dijo un miembro de la fiscalía.
El grupo pagaba a ciudadanos ecuatorianos para que prestaran su identidad y firma para crear las cartas de invitación necesarias para el ingreso de los cubanos a Ecuador. Los cubanos pagaban un total de entre 800 y 1.000 dólares por las cartas de invitación para ingresar al país. Una vez en Ecuador los cubanos tenían como objetivo principal continuar viaje hacia Estados Unidos.






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