Disputa por estacionamiento termina en violencia: mujer de Miami acusada de golpear a madre y amenazar a su hijo con cuchillo

Lo que comenzó como una disputa vecinal por un espacio de estacionamiento terminó en un incidente violento que ha dejado conmocionada a la comunidad de Miami. Abigail Caridad Uranga, de 25 años, fue arrestada y enfrenta graves cargos tras presuntamente golpear a una mujer y amenazar de muerte a su hijo de cuatro años con un cuchillo.

Una disputa cotidiana que escaló rápidamente

Según los documentos judiciales y el informe policial, el incidente tuvo lugar el pasado 15 de abril en la cuadra 5400 de Northwest Fifth Court, en Miami. La víctima, cuya identidad no ha sido divulgada por motivos de seguridad, vive en el mismo complejo residencial que Uranga, aunque en unidades separadas.


Los hechos se desataron cuando la madre regresó a casa con sus dos hijos, de cuatro y nueve años. Al llegar, descubrió que un vehículo ocupaba su espacio de estacionamiento asignado. Tocó la bocina varias veces, intentando que el conductor se desplazara, lo que derivó en que Uranga saliera del auto visiblemente alterada. Según el relato de la víctima, Uranga insistió en que podía estacionarse donde quisiera, dando inicio a una acalorada discusión.

Violencia física y participación de terceros

La discusión pronto escaló en violencia física. De acuerdo con la denuncia, Uranga golpeó en el rostro a la madre, provocándole dolor y confusión. En ese momento, la madre de Uranga intervino en la pelea, sujetando del cabello a la víctima y participando también en el altercado.

Un vecino presenció la situación y logró separarlas momentáneamente, tratando de calmar los ánimos. Sin embargo, la tensión estaba lejos de terminar.

Amenaza con cuchillo y momento de terror

Poco después, Uranga regresó a la escena armada con dos cuchillos de cocina. Según el testimonio de la víctima, comenzó a perseguirla alrededor de su automóvil, profiriendo amenazas de muerte. En un giro dramático, Uranga sujetó al niño menor de cuatro años y lo utilizó como rehén, amenazando con apuñalarlo mientras sostenía las armas blancas.

La madre, desesperada, rogó para que soltara al niño. Finalmente, Uranga liberó al pequeño, quien salió ileso físicamente, aunque las autoridades sospechan que pudo haber quedado afectado emocionalmente por la experiencia traumática.


Testimonio clave de un menor

El hijo mayor, de nueve años, fue testigo presencial de todo el altercado y relató a las autoridades lo ocurrido, confirmando la versión de su madre. Su declaración fue considerada clave para sustentar los cargos contra Uranga. Pese a las múltiples acusaciones, Uranga negó haber portado armas blancas o haber puesto sus manos sobre el menor. No obstante, los testimonios de la víctima, del hijo mayor y de testigos en la zona respaldaron los señalamientos en su contra.

Abigail Caridad Uranga fue arrestada y trasladada al centro correccional Turner Guilford Knight. Está acusada de varios delitos graves, incluyendo:

  • Privación de libertad con arma letal.
  • Abuso infantil sin causar lesiones corporales graves.
  • Asalto agravado con arma blanca.
  • Agresión física.

El tribunal fijó una fianza de 18.500 dólares para su liberación, aunque hasta el momento de la publicación de este artículo, Uranga permanecía detenida.

Impacto en la comunidad

Vecinos del área manifestaron sentirse perturbados ante la violencia ocurrida en lo que consideran una zona relativamente tranquila. “Es increíble que algo tan trivial como un espacio de parqueo haya llevado a semejante locura”, comentó un residente, quien prefirió mantener el anonimato. Otros señalaron preocupación por la seguridad de los niños que viven en el vecindario.

Las autoridades locales han exhortado a la comunidad a manejar los conflictos vecinales de manera pacífica y a reportar cualquier conducta violenta antes de que escale a situaciones peligrosas.

Mientras el caso sigue su curso judicial, la familia afectada intenta recuperar la normalidad, especialmente los niños que presenciaron un episodio que podría dejar secuelas psicológicas.


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