
Un joven cubano de 29 años, identificado como Daniel Reyes Acosta, fue arrestado esta semana por la Patrulla de Carreteras de Florida (FHP) en West Palm Beach tras una verificación rutinaria de matrícula que reveló un caso migratorio pendiente. El hecho se suma a una serie de detenciones recientes de cubanos con I-220A, documento que no ofrece beneficios migratorios sólidos y que ha dejado a miles de recién llegados en un limbo legal.
La verificación de matrícula que desencadenó la detención
Según el reporte citado por Cuballama, el arresto ocurrió durante una parada de tránsito en horas de la mañana, cuando un agente de la FHP escaneó la placa del vehículo del joven y comprobó que el propietario no era ciudadano ni residente permanente de Estados Unidos. El sistema también reflejó un caso activo con Inmigración, lo que motivó al oficial a detenerlo.
La familia del detenido relató que, a pesar de solicitar clemencia al oficial y explicar que Reyes Acosta tenía un récord limpio, el agente afirmó que debía “procesarlo para que su situación se aclarara”. El joven no tenía antecedentes penales y trabajaba legalmente en su empresa de instalación de ventanas. Además, es padre de un niño nacido en Estados Unidos.
Quién es el detenido y cómo vivía antes del arresto
Daniel Reyes Acosta había logrado establecerse en West Palm Beach, donde residía desde su llegada a Estados Unidos. Sus familiares lo describen como un joven trabajador, dedicado a su negocio y responsable de su familia. Su círculo cercano asegura que el arresto ha tenido un fuerte impacto emocional y económico, particularmente por su rol como proveedor principal.
El caso ha despertado solidaridad entre otros cubanos en Florida que se encuentran bajo documentos similares y temen ser blanco de operativos policiales, aun cuando mantienen una vida laboral y familiar estable.
El I-220A: el documento que genera incertidumbre entre miles de cubanos
El formulario I-220A, conocido como «Orden de Libertad Bajo Supervisión», es emitido por ICE a miles de migrantes cubanos que entraron por la frontera en los últimos años. Este documento permite que el inmigrante quede en libertad mientras su caso migratorio sigue abierto, pero no constitu ye parole, ni una admisión legal al país.
Esta diferencia es clave: mientras el parole permite aplicar a la Ley de Ajuste Cubano tras un año de presencia física en Estados Unidos, el I-220A no otorga ese beneficio, dejando a sus portadores expuestos a detenciones y procedimientos de deportación.
Abogados de inmigración advierten desde hace meses que muchos cubanos desconocen esta distinción y creen que podrán ajustar estatus con el I-220A, cuando en realidad se trata de un documento precario que puede impugnarse por las autoridades en cualquier momento.
Florida y la ampliación de poderes policiales en materia migratoria
El arresto de Reyes Acosta ocurre en un contexto donde la Patrulla de Carreteras de Florida ha intensificado sus labores relacionadas con inmigración. Desde febrero, el estado firmó un acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que habilita a los agentes estatales a realizar tareas que usualmente están reservadas para autoridades federales.
La FHP puede ahora interrogar a personas sospechosas de estar en situación migratoria irregular, detener individuos con órdenes pendientes de ICE, verificar el estatus de conductores durante registros vehiculares, así como retener a personas que hayan reingresado al país después de una deportación.
Organizaciones de derechos civiles cuestionan esta ampliación de facultades y temen un incremento de detenciones basadas en perfiles raciales o en documentos migratorios incompletos.
Oleada de detenciones de cubanos con I-220A en Florida
El caso de Reyes Acosta no es casual, en las últimas semanas se reportaron otros arrestos de cubanos con I-220A, incluyendo trabajadores agrícolas, estudiantes y profesionales. En algunos casos, las detenciones ocurrieron durante controles de carretera; en otros, en operativos locales compartidos con agentes federales.
Abogados consultados por medios locales señalan que la confusión sobre los derechos que otorga el I-220A ha dejado a muchos recién llegados vulnerables. Algunos creían estar protegidos por haber recibido permisos de trabajo, mientras otros confiaban en que tener familia en el país sería un factor a su favor. Sin embargo, el documento no impide que los arresten para continuar el proceso migratorio.
Temor e incertidumbre en la comunidad cubana
La comunidad cubana en Florida ha expresado preocupación por el aumento de casos como este, especialmente entre quienes trabajan legalmente y mantienen familias en Estados Unidos. El arresto de Reyes Acosta acaparó atención en redes sociales, donde muchos advierten a otros portadores del I-220A sobre la posibilidad de quedar detenidos durante controles rutinarios.
Familiares del joven piden apoyo legal y afirman que continuarán luchando para evitar su deportación, mientras esperan detalles sobre los próximos pasos del proceso migratorio.
Un caso que refleja un problema mayor
El arresto de Daniel Reyes Acosta vuelve a colocar el foco sobre la situación de miles de cubanos que ingresaron a Estados Unidos bajo condiciones excepcionales y que hoy enfrentan un escenario incierto. La ausencia de un marco legal claro y la creciente intervención policial en temas migratorios han creado un ambiente de tensión, donde decisiones rutinarias —como manejar hacia el trabajo— pueden convertirse en una detención inesperada.





