
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ejecutó la deportación de Yuniel Abreu Campos, un ciudadano cubano que se encontraba en pleno trámite de residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano, pese a tener apelaciones activas ante las autoridades migratorias.
El hecho ha causado conmoción entre abogados, activistas de derechos humanos y su familia que califican la medida como una “deportación arbitraria” y un precedente preocupante para cientos de migrantes cubanos que enfrentan procesos similares.
Un trabajador sin antecedentes penales ni violaciones migratorias
Abreu, natural de Cuba, llegó a Estados Unidos en mayo de 2022 a través de la frontera sur. Como muchos compatriotas, se acogió al parole humanitario y posteriormente inició su trámite de residencia conforme a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, una normativa que permite a los cubanos obtener la residencia permanente al cumplir un año y un día en territorio estadounidense.
El hombre trabajaba legalmente, pagaba impuestos y no tenía antecedentes criminales ni infracciones de tránsito. Sin embargo, a pesar de su cumplimiento con las normas, fue detenido por ICE y trasladado a varios centros de detención —entre ellos el de Krome (Miami-Dade) y una instalación en Louisiana— donde permaneció casi cinco meses privado de libertad, denunciando presuntas irregularidades en el proceso.
Irregularidades denunciadas y apelaciones ignoradas
De acuerdo con su defensa, encabezada por la abogada Lissette Tocado, la deportación de Abreu se produjo aun cuando existían dos apelaciones activas ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA), lo que debió suspender cualquier acción de expulsión.
“El gobierno cometió una grave violación del debido proceso. La deportación fue ejecutada pese a que su caso estaba en revisión. Esto no solo es injusto, sino ilegal”, declaró la letrada, quien anunció que presentará una queja formal contra ICE y las autoridades encargadas del traslado.
Abreu afirmó que nunca tuvo la oportunidad de una audiencia de fianza ni de presentar documentación adicional para respaldar su solicitud de ajuste de estatus. “Cometieron muchas injusticias, porque no me dejaron hacer el debido proceso, comentó en declaraciones desde Cuba para Univisión 23, añadiendo que teme represalias por haber sido devuelto a la isla.
El impacto familiar y humano de la deportación
La familia de Abreu, residente en Estados Unidos, expresó su profundo dolor y preocupación. Su pareja Yeni Fernández, quien quedó a cargo de los hijos, aseguró que la medida ha dejado a la familia en una situación emocional y económica difícil. “Estamos bien tristes, mis hijos y yo. Lo devolvieron a la dictadura, a un lugar de donde él huyó”, declaró entre lágrimas.
Hernández relató que su esposo había logrado establecer su propia empresa en Estados Unidos, país en el que trabajaba de manera legal y con una conducta intachable. Según contó, nunca tuvo problemas con la ley, ni siquiera una infracción de tránsito. Lo describió como un hombre trabajador, dedicado y honesto, que llegó a territorio estadounidense buscando libertad y una vida lejos de la dictadura de la que había escapado.
La abogada Lissette Tocado calificó el caso como una deportación arbitraria, argumentando que la existencia de una apelación activa ante la Junta de Apelaciones debía generar una suspensión automática del proceso, lo que legalmente habría impedido la expulsión. Según explicó en declaraciones a Univision 23, su representado cumplía con todos los requisitos establecidos y, aun así, fue deportado, en un acto que —a su juicio— vulneró los procedimientos judiciales y las garantías legales correspondientes.
Fuentes cercanas señalaron que Abreu teme por su seguridad tras regresar a Cuba, debido a su salida irregular y a su historial migratorio, lo que podría acarrearle sanciones o vigilancia por parte de las autoridades cubanas.
De acuerdo con los registros públicos del estado de Florida, una persona identificada como Yuniel Abreu Campos inscribió en diciembre de 2024 una compañía bajo el nombre Abreu’s Construction Group LLC, establecida en la ciudad de Sarasota. Este detalle sugiere que el empresario habría logrado abrir su propio negocio en Estados Unidos. No obstante, hasta el momento, no ha sido posible confirmar de forma independiente si se trata del mismo ciudadano cubano que fue deportado recientemente por las autoridades migratorias estadounidenses.
Un vuelo con cifras récord de deportaciones
La deportación de Abreu se concretó el 6 de noviembre, en un vuelo chárter que trasladó a 232 ciudadanos cubanos, la mayor cifra registrada en un solo operativo en 2025. Según datos oficiales del Ministerio del Interior de Cuba, entre los deportados había 189 hombres, 42 mujeres y un menor de edad, reflejando un aumento sostenido de las repatriaciones hacia Cuba durante los últimos meses.
En lo que va del año, 1,376 cubanos han sido deportados desde distintos países, principalmente Estados Unidos, México y Bahamas. Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, ICE ha ejecutado diez vuelos de deportación hacia la isla, devolviendo a un total de 1,231 personas. Estos números evidencian una endurecida política migratoria hacia los nacionales cubanos, incluso frente a casos humanitarios o de residencia en trámite.
La Ley de Ajuste Cubano bajo presión
La Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés), promulgada en 1966, ha sido durante décadas un pilar del refugio político y humanitario que Estados Unidos ofrece a los ciudadanos de la isla. Bajo esta ley, cualquier cubano que permanezca un año y un día en suelo estadounidense puede solicitar la residencia permanente.
Sin embargo, en los últimos años, la aplicación de esta normativa se ha visto obstaculizada por cambios administrativos, sobre todo bajo gobiernos con políticas migratorias más restrictivas.
Expertos consultados advierten que casos como el de Abreu Campos podrían sentar un precedente negativo, especialmente si ICE continúa ignorando apelaciones pendientes o solicitudes en curso. “Estamos ante una tendencia que contradice el espíritu de la Ley de Ajuste Cubano, que históricamente ha protegido a quienes huyen del régimen cubano”, opinó un abogado migratorio de Miami.
Tensión entre la política de deportaciones y los derechos humanos
Organizaciones de derechos civiles en Florida han denunciado que las deportaciones de cubanos en 2025 se están realizando con mayor frecuencia y menor supervisión judicial. Señalan que el proceso de revisión de casos se ha acelerado drásticamente desde inicios del año, lo que impide a los detenidos ejercer plenamente sus derechos legales.
“Lo que vemos ahora es un patrón preocupante: ICE está priorizando las cifras de deportación por encima del debido proceso”, comentó un representante del Cuban American Human Rights Observatory.
En paralelo, grupos de apoyo a migrantes en Miami y Houston han comenzado a organizar campañas públicas y solicitudes de revisión de casos, especialmente para aquellos cubanos que, como Abreu, tienen solicitudes de ajuste o refugio humanitario pendientes.
Un reflejo del clima migratorio actual
El caso de Yuniel Abreu Campos se ha convertido en un símbolo del actual endurecimiento del sistema migratorio estadounidense, particularmente hacia los cubanos que llegaron durante los últimos tres años. Las autoridades justifican las deportaciones como parte de los esfuerzos por controlar los flujos irregulares de migración y reforzar los acuerdos bilaterales de repatriación con La Habana.
No obstante, defensores de derechos humanos advierten que la aplicación ciega de estas medidas puede destruir vidas y familias enteras, al ignorar las protecciones legales que aún amparan a los migrantes bajo leyes vigentes.





