Cubano cumple nueve días en huelga de hambre en Alligator Alcatraz y denuncia incertidumbre en su proceso de deportación

Pedro Lorenzo Concepción, ciudadano cubano de 43 años, se encuentra desde hace nueve días en huelga de hambre dentro del centro de detención Alligator Alcatraz, una instalación migratoria del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ubicada en el suroeste de Florida. Su protesta responde a la detención iniciada el pasado 9 de julio y a la falta de certeza sobre su posible deportación a Cuba, país que en dos ocasiones anteriores se ha negado a recibirlo.

Concepción llegó a Estados Unidos en 2014. Según registros judiciales, fue procesado en el pasado por posesión de marihuana y por participar en un esquema de fraude con tarjetas de crédito. A pesar de estos antecedentes, cumplió las sanciones impuestas y vivía bajo supervisión migratoria con un documento I-220A, un tipo de libertad condicional que ICE otorga a personas en espera de resolución migratoria.


El 9 de julio, tras asistir a una cita de rutina con ICE, quedó detenido nuevamente y trasladado a Alligator Alcatraz. Dos semanas después, el 22 de julio, inició una huelga de hambre en protesta por lo que considera una detención indefinida, sin garantías procesales claras ni una resolución concreta. En mensajes enviados desde el centro, el migrante manifestó estar físicamente debilitado, con acidez y pérdida de peso, y aseguró sentirse completamente fuera de control: “Ya yo me siento la debilidad un poco y con mucha acidez, tú sabes. Yo hoy son ocho días que llevo sin comer nada”, lamentó el inmigrante.

El papel del centro Alligator Alcatraz

La instalación donde permanece Concepción, conocida como Alligator Alcatraz, ha sido señalada por diversas organizaciones debido a su creciente papel en las deportaciones aceleradas. El centro funciona en un antiguo aeropuerto y ha sido utilizado por ICE desde mediados de 2024 como punto logístico clave para el traslado de migrantes en proceso de expulsión. De acuerdo con cifras recientes, más de 500 personas se deportaron desde allí en lo que va de 2025, principalmente ciudadanos cubanos y haitianos.

A diferencia de otros centros, Alligator Alcatraz se critica por su lejanía, la dificultad de acceso para familiares y abogados, y la falta de información transparente sobre los procedimientos que allí se realizan. Aunque ICE ha defendido su uso como parte de una estrategia para “agilizar procesos”, defensores de los derechos de los migrantes denuncian que muchas de las personas detenidas desconocen el estado exacto de sus casos o no han tenido audiencias actualizadas.

“Te dan el desayuno, almuerzo y comida fríos. Nos sacan a bañarnos con las puertas abiertas. No hay una privacidad. Los baños para hacer las necesidades en las celdas no tienen puertas, no tienen nada”, denunció el cubano vía telefónica al diario El País al cual también le comentó que presentaba acidez y debilidad por no ingerir alimentos lo que conlleva a que sus compañeros de celda le ayuden para levantarse.

Concepción se ha negado a recibir tratamiento médico y alimentos, así como continuará su protesta. “No quiero comida, me rehúso a cualquier tratamiento. Yo ni siquiera pedí que me llevaran al hospital, porque yo estoy luchando por mi familia y por todos los cubanos y debo estar donde está mi gente, en la prisión, pasando el mismo trabajo que están pasando ellos”, replica el artículo del periódico.


El caso de Pedro Lorenzo Concepción refleja una situación migratoria cada vez más frecuente: personas que ya cumplieron condenas penales en Estados Unidos y que, pese a llevar años en el país, las arrestan en procesos de deportación, incluso cuando su país de origen se ha negado previamente a recibirlas.

“Yo no hago nada con salir para la calle y seguir viviendo en esta incertidumbre, de si me recogen el año que viene. Están jugando con la vida de la gente”, explica Lorenzo quien agrega que su vida está en manos de las autoridades migratorias de EE.UU.

En el caso de Cuba, las deportaciones desde EE.UU. enfrentan obstáculos diplomáticos. Desde 2020, el número de vuelos de repatriación ha disminuido considerablemente, y La Habana ha rechazado o demorado la admisión de decenas de ciudadanos cubanos. Esta situación ha generado un limbo migratorio para muchas personas como Concepción, que quedan bajo custodia de ICE sin una fecha clara de liberación o retorno.

La existencia del documento I-220A no garantiza la permanencia legal ni suspende automáticamente la posibilidad de deportación, pero se interpretó por muchos migrantes como un estatus temporal que les permitía continuar sus vidas en libertad mientras sus casos se resolvían. Las recientes detenciones de personas con este documento han generado inquietud sobre un posible cambio de enfoque por parte de ICE.

Reacciones y situación actual

Diversas organizaciones proinmigrantes han expresado preocupación por el estado de salud de Pedro Lorenzo Concepción y por otros casos similares que se están registrando en el sur de Florida. Aunque no existen manifestaciones públicas vinculadas a este caso, defensores legales señalaron que la huelga de hambre refleja la frustración de quienes, aun sin condenas recientes ni órdenes de deportación ejecutables, se mantienen detenidos sin un horizonte claro.

Hasta la fecha, ICE no ha ofrecido comentarios específicos sobre el caso de Concepción ni ha confirmado si existe una fecha tentativa para su posible deportación. Tampoco se ha informado si el gobierno cubano ha respondido a una solicitud de repatriación.

Mientras tanto, el estado de salud de Pedro continúa bajo vigilancia médica dentro del centro Alligator Alcatraz. Su protesta, aunque individual, ha vuelto a centrar la atención sobre el impacto humano de las políticas de detención prolongada y las complejidades legales de las deportaciones hacia países con relaciones diplomáticas tensas.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció este martes que deportaron cerca de 500 migrantes desde el centro de detención conocido como Alligator Alcatraz, una instalación situada en un antiguo aeródromo abandonado en la zona de los Everglades, que ahora cumple una función clave en las operaciones migratorias del estado.

“Han deportado a más de 100 (directamente) desde ahí y también han volado desde ahí 300 ó 400 más que ya han deportado o están esperando su deportación desde otros lugares en Estados Unidos. Así que es como un hub”, resaltó el político republicano.

La instalación, que funciona en conjunto con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), facilita tanto la deportación directa de migrantes arrestados en Florida como su transferencia a otros estados, desde donde se coordinan sus vuelos de salida.

“Si son de seis o siete países diferentes, los trasladan a otros estados, como Luisiana, donde los segregan con base en su país para colocarlos en otros vuelos”, señaló DeSantis.


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