Cubana es sentenciada a cinco años de libertad condicional por robo con gas pimienta en Miami Beach

Las autoridades de Miami Beach sentenciaron a cinco años de libertad condicional a una joven cubana de 20 años, identificada como Esther María Torres, tras declararse culpable de una serie de delitos relacionados con robos violentos cometidos en hoteles de alto perfil la ciudad. El caso ha generado preocupación entre autoridades locales y residentes, al evidenciar nuevas modalidades de crimen que afectan directamente al turismo de lujo en la ciudad.

Los hechos se remontan a mayo de este año, cuando varios turistas denunciaran robos cometidos con violencia en sus habitaciones. Según las autoridades, la joven utilizaba un aerosol de gas pimienta para incapacitar a sus víctimas, lo que le permitía sustraer objetos de gran valor sin enfrentamiento directo. Uno de los casos más notorios ocurrió en el icónico hotel Fontainebleau, donde una de sus víctimas fue despojada de un reloj Rolex Submariner, valorado en más de 22.000 dólares, además de otros artículos personales.


Durante la investigación, las cámaras de seguridad del hotel permitieron identificar a Torres, quien había accedido a las habitaciones de sus víctimas utilizando tácticas engañosas. Las autoridades señalaron que la joven actuaba de manera premeditada, seleccionando objetivos con alto poder adquisitivo y aprovechando momentos de vulnerabilidad para atacar.

El primer suceso tuvo lugar el 26 de marzo en el hotel Breakwater, donde un turista extranjero fue atacado con gas pimienta y despojado de su reloj Hugo Boss, además de una billetera que contenía más de 200 dólares en efectivo, euros y varias tarjetas de crédito, según informó la policía.

En abril las autoridades detuvieron un vehículo en la carretera el cual conducía un hombre involucrado con los hechos mencionados y cuando la acusada acudió al lugar también terminó detenida por la policía después que la identificaran por su licencia de conducir.

La joven fue acusada formalmente de robo a mano armada, allanamiento de morada y hurto mayor en tercer grado. Sin embargo, en el marco de un acuerdo con la fiscalía —conocido como «plea bargain»— Torres se declaró culpable a cambio de evitar la cárcel y recibir una sentencia de libertad condicional por cinco años. Este tipo de resolución legal es común en el sistema judicial estadounidense y busca descongestionar los tribunales, aunque ha generado debate en algunos sectores por su aparente indulgencia frente a delitos graves.

La sentencia implica que Torres no ingresará a prisión, pero deberá cumplir con estrictas condiciones durante el período de supervisión, incluyendo la prohibición de cometer nuevos delitos, presentarse periódicamente ante las autoridades judiciales y posiblemente asistir a programas de rehabilitación o servicios comunitarios. Cualquier violación de estos términos podría resultar en un nuevo encarcelamiento.


El caso ha encendido las alarmas entre los operadores turísticos y la comunidad empresarial de Miami Beach, quienes temen que este tipo de delitos afecten la imagen de la ciudad como destino seguro. La policía local ha reforzado la vigilancia en las zonas hoteleras y exhorta tanto a residentes como visitantes a tomar precauciones adicionales y reportar comportamientos sospechosos.

Las autoridades de Miami Beach han confirmado que los robos con uso de gas pimienta han aumentado de forma significativa desde principios de 2024. En muchos casos, los atacantes se presentan como acompañantes o conocidos de las víctimas y aprovechan momentos de distracción para lanzar el ataque y huir con artículos de lujo. La facilidad con la que estas armas no letales pueden ser adquiridas legalmente en el mercado ha hecho más difícil su control.

“La modalidad de ataque con gas pimienta para robos express es una tendencia que preocupa por su rapidez, violencia y el perfil vulnerable de las víctimas, que suelen ser turistas desprevenidos”, declaró un portavoz del Departamento de Policía de Miami Beach.

Aunque no se ha confirmado si Torres actuaba sola o como parte de una red organizada, los investigadores no descartan que haya otros implicados, dado el patrón metódico de los robos. Este caso se suma a una serie de incidentes recientes que involucran delitos cometidos por inmigrantes recién llegados, lo que también ha reavivado el debate en torno a la seguridad fronteriza y el control migratorio en Estados Unidos.

Mientras tanto, el expediente de Esther María Torres quedará bajo vigilancia judicial, y su futuro dependerá del cumplimiento estricto de las condiciones impuestas por el tribunal. Su caso representa una advertencia sobre las consecuencias de involucrarse en actividades delictivas en territorio estadounidense, así como un llamado de atención sobre la creciente sofisticación de ciertos delitos urbanos.


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