En un movimiento que podría cambiar significativamente el panorama político de la ciudad de Miami, los comisionados están a punto de votar una medida que propone trasladar las elecciones municipales programadas para el próximo mes de noviembre hasta noviembre de 2026. Esta propuesta, junto con otras que establece límites de mandato para los cargos electos, ha generado debate entre funcionarios y candidatos locales y podría tener implicaciones legales profundas dentro de la ciudad.
La Comisión de la Ciudad de Miami tiene previsto votar sobre dos ordenanzas patrocinadas por el comisionado Damon Partardo en la próxima reunión oficial. Ambas propuestas buscan modificar aspectos fundamentales del proceso electoral municipal y los límites de tiempo que los funcionarios pueden ocupar sus cargos.
Una de las ordenanzas propone cambiar la fecha de las próximas elecciones municipales, originalmente programadas para noviembre de 2025, y trasladarlas a noviembre de 2026. Este cambio sincronizaría las elecciones locales con los comicios nacionales, que se celebran en años pares, con la intención de aumentar la participación ciudadana.
Además, el cambio en la fecha electoral implicaría que los comisionados actuales, incluyendo a aquellos que están cerca de cumplir sus límites de mandato como Joe Corollo y el alcalde Francis Suarez, permanecerían en sus cargos un año más, hasta la nueva fecha de elecciones.
Actualmente, la participación en las elecciones locales de Miami es baja; por ejemplo, en la última elección, la asistencia fue apenas del 10%. Sin embargo, en las elecciones generales nacionales, la participación suele oscilar entre el 65% y el 70%. La propuesta busca aprovechar esta mayor concurrencia para fortalecer la democracia local.
La propuesta de posponer las elecciones no ha estado exenta de críticas. Michael Heepburn, uno de los candidatos a la alcaldía de Miami, ha expresado públicamente su oposición a la medida y ha amenazado con presentar una demanda si la ordenanza es aprobada. «Creo que esto es una violación de múltiples derechos civiles, una muestra de un gobierno opresivo que ni siquiera utiliza la iniciativa de votación para obtener retroalimentación de la gente que realmente vive en esta ciudad», afirmó Heepburn en una carta dirigida a la comisión.
Su postura refleja una preocupación generalizada en algunos sectores de la comunidad sobre la transparencia y la justicia del proceso electoral, así como el respeto a la voluntad popular expresada a través de las urnas.
Otra de las ordenanzas más destacadas introduce límites de mandato de por vida para los cargos de alcalde y comisionados. Según esta medida, tanto el alcalde como los comisionados podrán servir un máximo de dos términos consecutivos de cuatro años cada uno, sumando un total de ocho años en el cargo. Actualmente, la legislación permite que un funcionario que haya cumplido dos términos consecutivos pueda volver a postularse después de un periodo fuera del cargo.
Este cambio significa que una vez que un alcalde o comisionado complete ocho años en total, no podrá volver a postularse ni ocupar el mismo cargo en el futuro. La medida busca crear una renovación más constante en la administración municipal y evitar la perpetuación en el poder.
El comisionado Damon Pardo ha explicado que estas medidas surgen como respuesta a un escenario complejo generado por una iniciativa de límites de mandato que será decidida por los votantes. Esta iniciativa podría afectar a algunos candidatos que están actualmente en contienda, incluyendo al ex comisionado Franko, quien ya cumplió ocho años como representante del Distrito 3 y ahora busca regresar al cargo.
El impacto de estas medidas podría ser significativo para la política local en Miami. Por un lado, los límites de mandato buscan fomentar una mayor rotación en los cargos y evitar la concentración prolongada de poder. Por otro lado, el aplazamiento de las elecciones podría aumentar la participación electoral al coincidir con elecciones nacionales, pero también podría generar descontento y desafíos legales.
Los expertos legales han señalado que cualquier intento de modificar términos de mandatos puede enfrentar desafíos en tribunales, especialmente si se percibe que altera los derechos adquiridos de los funcionarios electos o la voluntad de los votantes expresada previamente. La votación sobre estas ordenanzas está programada para el 12 de junio en la reunión de la Comisión de la Ciudad de Miami. Será un momento crucial para definir si estas propuestas avanzan o si enfrentan modificaciones importantes tras el debate público y político.