El condado de Miami-Dade después de varios años siendo un punto clave en las elecciones de Florida para los demócratas se ha transformado poco a poco en una mayoría republicana, constituyendo este patrón una pérdida drástica para la izquierda en el área que en los últimos años no parece sumar votantes para hacerle frente a la ola roja.
Si se tienen en cuenta las últimas listas de los votantes nos podremos dar cuenta de que los números no mienten, los simpatizantes del partido republicano alcanzan los 464.370 que representa el 34%, mientras los demócratas quedan rezagados con 440.790 que significan un 32.27%. Por otro lado, los independientes y otros partidos tienen 429.099 a su favor que no es más que un 31.41% del total. Se estima que la ventaja de los republicanos con respecto a los demócratas es de 1.29 millones de votantes.
La transformación de Miami-Dade de demócrata a republicana es un ejemplo de cuánto han perdido los izquierdistas. Hillary Clinton en 2016 alcanzó los 30 puntos en este condado, sin embargo, el panorama ha cambiado sustancialmente con las promesas de libertad, la oposición férrea al comunismo que han defendido los republicanos en la región.
Los electores que son originarios de Cuba y Venezuela han abrazado paulatinamente las ideas del partido republicano en gran medida por las experiencias vividas en sus países de origen donde las ideologías socialistas agotan a los pueblos con mentiras y falsas perspectivas futuras que nunca se materializa.
Ron DeSantis fue el primero en que truncó la hegemonía demócrata en Miami-Dade en el año 2022 y después el actual presidente Donald Trump le siguió en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. También varios cargos importantes fueron ocupados por republicanos como son el caso del supervisor de elecciones, recaudador de impuestos, alguacil y secretario del tribunal, lo que demuestra que ahora la situación ha cambiado.
El presidente del partido republicano en el estado de Florida al respecto dijo: «Este es un repudio total a la agenda fallida de los demócratas. Miami-Dade ya no es su refugio seguro, es el corazón palpitante de la revolución republicana».
Asimismo, aseguró que el partido representa a las masas trabajadoras, los patriotas latinos que siempre exigen un mejor porvenir para sus hijos con escuelas y calles más seguras y una economía cada vez más pujante que pueda sentirse en las familias de todos los residentes. Miami-Dade demuestra el impulso imparable del mensaje republicano», apuntó el líder del partido.
Dentro del partido republicano obviamente existen personas que han contribuido a que este objetivo se cumpla y perdure por varios años, entre ellos pueden destacarse a la miembro del Comité Estatal Liliana Ros, al presidente Kevin Cooper, el ex miembro del Comité Estatal Kevin Cabrera, el miembro del Comité Estatal Juan Porras y los expresidentes René García y Alex Rizo.
Marco Rubio, el senador de EE. UU., ha sido una figura clave desde su tiempo en la Cámara de Representantes de Florida en los años 2000, y ha preparado el terreno para esta notable compra. Con la dirección de Ron DeSantis como gobernador, Florida ha vivido un aumento sin precedentes en el número de votantes republicanos registrados. En 2018, año en que DeSantis asumió su primer mandato, los demócratas poseían una ventaja de 300,000 votantes inscritos.
«Desde las primeras victorias de Marco Rubio hasta el audaz liderazgo de Ron DeSantis, desde las victorias dominantes de Donald Trump hasta nuestros intrépidos donantes y luchadores de base, esta es una victoria para todos los republicanos que se negaron a permitir que Miami-Dade se quedara azul», explicó Power resaltando que Miami-Dade es ahora «una fortaleza roja resplandeciente y promete un futuro mejor.