El icónico cantante cubano Willy Chirino, voz emblemática del exilio y defensor de la libertad de Cuba, ha emitido un contundente mensaje sobre la actual crisis migratoria que atraviesa Estados Unidos, dejando clara su postura ante la creciente ola de migrantes que ha llegado en los últimos años: “Aquí no se viene a ser vago y a estar en una esquina tomando cerveza, aquí se viene a trabajar, a trabajar… si tú trabajas aquí, triunfas”.
Las declaraciones del artista, quien llegó al país en su infancia como parte de la Operación Pedro Pan, surgen en un momento de fuerte debate nacional sobre el control fronterizo, la seguridad nacional y la integración de millones de migrantes —entre ellos una cifra significativa de cubanos— que han arribado en los últimos tres años. En la entrevista que ofreció al locutor Enrique Santos, Chirino dijo que la situación actual refleja un descontrol alarmante que pone en riesgo el tejido económico y social del país.
“Una frontera desprotegida y sin control”
Durante su intervención, Chirino criticó la política migratoria de la administración Biden, a la que acusó de permitir la entrada de alrededor de 21 millones de personas sin filtros ni regulaciones claras. Comparó esta situación con la histórica crisis del Mariel en 1980, cuando el régimen cubano liberó presos comunes y pacientes psiquiátricos para enviarlos a Estados Unidos.
“El Mariel fue terrible, pero al menos sabíamos a quién se estaba dejando entrar. Hoy estamos hablando de millones de personas que no han sido procesadas debidamente, que entraron sin que se sepa de dónde vienen ni qué historial tienen. Eso es un riesgo enorme”, advirtió el músico, señalando que la crisis actual es aún más peligrosa por el auge del narcotráfico y la epidemia del fentanilo.
Comparaciones con administraciones pasadas
Chirino respaldó sus argumentos con cifras históricas sobre deportaciones: recordó que durante el mandato de Barack Obama se deportaron más de 2.5 millones de personas, mientras que con Donald Trump fueron aproximadamente 1.7 millones. Bajo Joe Biden, aunque el número de deportaciones oficiales ha sido inferior —estimadas en unos 700,000 casos—, el acceso irregular ha aumentado significativamente, según el artista.
Si bien los datos oficiales reflejan que en el año fiscal 2023 se registraron 1.1 millones de remociones formales, y que en 2024 las deportaciones alcanzaron su punto más alto en una década (con 271,484 casos), estas cifras corresponden solo a deportaciones formales y no incluyen expulsiones exprés u otras acciones bajo políticas migratorias como el antiguo Título 42.
La otra cara del debate: Gloria Estefan pide humanidad
En contraste con el tono crítico de Chirino, la también cantante cubana Gloria Estefan ha expresado recientemente su preocupación por el endurecimiento del discurso y la pérdida de sensibilidad frente al drama humano que viven muchos migrantes.
Relató un episodio que presenció en un vuelo, donde agentes migratorios separaron a una madre de su bebé. “¿Cuál era la necesidad de sacarle de los brazos el niño a esa madre si de todas maneras iban a salir ambos? No entiendo por qué hay que perder la humanidad. Me asusta”, declaró visiblemente conmovida. La artista reconoció que debe haber reglas, pero abogó por procedimientos que respeten la dignidad humana y entre ellos a los inmigrantes que construyeron parte de ese país.: “Este país fue hecho por inmigrantes. Obviamente hay personas que se aprovechan, criminales que se aprovechan, y hay que tener reglas. Pero no es necesario ir a ese extremo”.
Impacto en la comunidad cubana
Las posturas divergentes de Chirino y Estefan ilustran la división existente dentro de la comunidad cubanoamericana, una de las más influyentes en el sur de Florida. Mientras un sector exige más orden y vigilancia fronteriza, otro aboga por enfoques humanitarios y por la regularización de quienes han escapado de regímenes represivos o crisis económicas extremas.
En particular, los cubanos han sido protagonistas de uno de los mayores éxodos recientes. Según datos migratorios, más de 450,000 nacionales de la isla llegaron a EE. UU. entre 2022 y 2024, muchos de ellos cruzando la frontera sur por México. La situación se volvió aún más tensa con la reanudación de deportaciones hacia Cuba, tras el restablecimiento de acuerdos bilaterales bajo el gobierno de Biden.
Un país dividido y una política migratoria en disputa
La administración Trump, de regreso en el escenario político, ha reactivado sus planes de endurecimiento migratorio con promesas de deportaciones masivas y cero tolerancias a la inmigración ilegal. En este contexto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha lanzado una campaña de reclutamiento para nuevos agentes, reflejando la nueva fase de aplicación intensiva de la ley migratoria.
“Todos los inmigrantes ilegales son criminales”, afirmó recientemente la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, sin matices entre quienes tienen antecedentes penales y quienes buscan asilo o refugio humanitario.
Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos han alertado sobre detenciones arbitrarias, separación de familias y deportaciones sin debido proceso. En el centro de este conflicto están cientos de miles de migrantes —muchos de ellos cubanos— que viven con temor a ser detenidos o deportados, incluso tras años de residencia en EE. UU.
Un llamado al debate con responsabilidad
Las declaraciones de Willy Chirino reavivan un debate urgente sobre el futuro de la inmigración en Estados Unidos. Para algunos, su mensaje es una llamada al orden, al respeto por las leyes y a la cultura del esfuerzo que, según él, define al país. Para otros, sus palabras omiten las complejidades del fenómeno migratorio y las condiciones desesperadas que obligan a miles a abandonar sus países de origen.
En un año marcado por la campaña presidencial y crecientes tensiones sociales, la cuestión migratoria se perfila como uno de los temas más decisivos para el futuro del país. Y en medio del ruido político, las voces de figuras como Chirino y Estefan contribuyen a visibilizar las múltiples miradas que conviven en el seno de la comunidad latina.