
La decisión de suspender el servicio a los cubanos vino dada por que la cadena PriceSmart es subsidiaria de una cadena estadounidense y por motivos del embargo debían cancelar el convenio.
«Siendo así, el Gobierno de Estados Unidos prohíbe a nuestra casa matriz, y por lo tanto, a nosotros en El Salvador, el realizar ventas o negocios con ciudadanos de Cuba, quienes no residan permanentemente en el país» dijo la carta.
El gobierno de Cuba aprovecho para hacer notar los efectos del embargo y su carácter extraterritorial.






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