
El sorteo del Powerball, uno de los juegos de lotería más populares en Estados Unidos, alcanzará un premio mayor estimado en 1,000 millones de dólares este sábado 30 de agosto, coincidiendo con el fin de semana del Día del Trabajo. La cifra convierte a este bote en el sexto más grande en la historia del juego y ha generado un fuerte aumento en la venta de boletos en todo el país.
De 950 millones a 1,000 millones en un solo día
La estimación inicial del jackpot era de 950 millones de dólares, pero la cifra fue ajustada a última hora tras registrarse ventas récord de boletos en los 45 estados, además de Washington D.C., Puerto Rico y las Islas Vírgenes, donde se comercializa el Powerball. Cada participación cuesta $2 y da acceso al sorteo que se celebrará a las 10:59 p.m. ET, transmitido en vivo desde Florida.
Según Matt Strawn, presidente del grupo Powerball, el interés que despierta este premio confirma que “la lotería sigue siendo una tradición profundamente arraigada en la cultura estadounidense, especialmente en fines de semana festivos”.
Opciones de cobro: entre la paciencia y la inmediatez
El ganador podrá escoger entre una anualidad de $1,000 millones, distribuida en 30 pagos (uno inmediato y 29 anuales) o de lo contrario un pago en efectivo de $453.1 millones, sujeto a impuestos federales y estatales que reducirían notablemente el monto final. En ambos casos, asesores financieros advierten que la decisión debe tomarse con cautela, ya que un premio de estas dimensiones puede generar tanto oportunidades como serios desafíos de gestión.
Probabilidades mínimas, expectativas máximas
Las posibilidades de llevarse el jackpot son de apenas 1 entre 292.2 millones, lo que equivale a ser alcanzado por un rayo varias veces en la vida. No obstante, la ilusión persiste: durante la actual racha de 39 sorteos consecutivos sin ganador del premio mayor (desde el pasado 31 de mayo en California), ya se han entregado 62 boletos premiados con $1 millón o más y 608 boletos con premios de $50,000 o más.
Estos premios intermedios sostienen el entusiasmo de los jugadores y refuerzan la narrativa de que “alguien, en algún lugar, puede ser el próximo millonario”.
Contexto histórico de los grandes premios
Aunque la cifra actual impresiona, no es la mayor en la historia de la lotería estadounidense. Los cinco premios más altos del Powerball hasta la fecha han superado los 1,5 mil millones de dólares, con el récord absoluto establecido en $2,04 mil millones en noviembre de 2022, ganado por un solo boleto en California.
La expectativa es que, de no haber ganador este fin de semana, el bote podría seguir creciendo y superar nuevamente la marca histórica.
Powerball informó que, desde su primer sorteo en 1992, el juego ha generado más de 36 mil millones de dólares destinados a programas y proyectos comunitarios en Estados Unidos. Además, más de la mitad de las ventas de boletos se quedan en el estado donde se adquieren.
El bote actual se ubica como el sexto más grande de la historia. El récord lo ostenta el premio de 2.04 mil millones de dólares ganado en California en noviembre de 2022, seguido de los 1.765 mil millones reclamados en ese mismo estado en octubre de 2023.
Otros hitos de la lotería incluyen los 1.586 mil millones repartidos en enero de 2016 entre California, Florida y Tennessee, los 1.326 mil millones entregados en Oregón en abril de 2024 y los 1.08 mil millones que un jugador californiano obtuvo en julio de 2023.
Impacto social y económico
Más allá del sueño de la fortuna instantánea, los sorteos de esta magnitud tienen un impacto real en la economía local. En estados como Florida, Texas y Nueva York, donde las ventas suelen dispararse, las loterías estatales recaudan millones de dólares destinados a programas educativos y sociales.
No obstante, expertos también recuerdan los riesgos asociados: la fiebre por la lotería puede incentivar gastos excesivos en comunidades de bajos ingresos, donde las probabilidades de éxito siguen siendo mínimas.
Una tradición del Día del Trabajo
El feriado del Día del Trabajo suele marcar el final del verano en EE. UU., con celebraciones familiares, viajes y compras masivas. Este año, la posibilidad de ganar una cifra astronómica ha añadido un ingrediente adicional a la conversación nacional. En gasolineras y tiendas de conveniencia, se han visto largas filas de compradores que buscan su boleto “de la suerte”.
“Un jackpot de este tamaño convierte una simple compra de $2 en una ilusión colectiva”, señaló un vendedor de lotería en Miami-Dade. “Para muchos clientes, más que la esperanza de ganar es la emoción de participar en algo que está en boca de todos”.


