
Una vez que la avioneta entro en el espacio aéreo de Cuba las autoridades de Estados Unidos avisaron a la fuerza aérea de la isla para que monitoreara la situación. El Comando Estadounidense de Defensa Aeroespacial (NORAD) estuvo en contacto con las autoridades cubanas a través de la Guardia Costera de Estados Unidos.
La avioneta termino precipitándose al mar en las aguas de Jamaica.






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