Un Boeing 757 de Delta Air Lines, con destino a Ciudad de Guatemala, se vio involucrado en un incidente en tierra la mañana del domingo en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, el más transitado del mundo. Durante la maniobra de retroceso desde la puerta de embarque, el ala de la aeronave golpeó a otra que se encontraba estacionada y sin pasajeros.
El incidente
Según confirmó la aerolínea, a bordo del vuelo viajaban 192 pasajeros, dos pilotos y cuatro auxiliares de vuelo. Ninguno resultó herido. Tras el impacto, los pasajeros fueron desembarcados y trasladados a otra aeronave para continuar su viaje, lo que provocó un retraso de más de tres horas en la llegada a su destino.
La colisión ocurrió durante la maniobra de pushback, en la que el avión es remolcado hacia atrás por un vehículo especializado antes de iniciar el rodaje hacia la pista. En este caso, por razones aún no determinadas, el ala de la aeronave tocó el fuselaje de otro avión vacío, estacionado en una posición contigua.
«Según los informes, el ala del DL1830 hizo contacto con otro avión de Delta durante el retroceso en la puerta. No hubo informes de lesiones para la tripulación o los clientes en el vuelo. Pedimos disculpas a nuestros clientes por la experiencia y el retraso en sus viajes», dijo un vocero de la aerolínea Delta.
Investigación en curso
La Administración Federal de Aviación (FAA) abrió una investigación para determinar las causas del incidente. Delta, por su parte, aseguró que coopera plenamente con las autoridades y lamentó las molestias ocasionadas a los pasajeros. No se han revelado detalles sobre la magnitud de los daños materiales ni sobre posibles responsabilidades en la maniobra.
Fuentes aeroportuarias indicaron que este tipo de colisiones en tierra, aunque poco frecuentes, pueden deberse a fallos de comunicación entre el personal de tierra y la tripulación, limitaciones de visibilidad o errores de cálculo en espacios reducidos.
Antecedentes en el mismo aeropuerto
No es la primera vez que un avión de Delta se ve envuelto en un incidente en tierra en Atlanta. El 10 de septiembre de 2024, un Airbus A350 de la aerolínea golpeó la cola de un CRJ-900 mientras ambos rodaban hacia la pista. Si bien no hubo heridos, la aeronave más pequeña sufrió daños importantes y el caso derivó en una investigación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB).
En los últimos años, el incremento del tráfico aéreo y la alta densidad operativa en grandes aeropuertos han reavivado el debate sobre la necesidad de reforzar la seguridad en maniobras previas al despegue.
Según una carta emitida por la compañía, Delta comunicó a Unifi que, una vez concluya el último contrato vigente el 30 de septiembre de 2025, prescindirá de los servicios de economato de aviación que esta ofrece y dará por terminada dicha colaboración, en cumplimiento de las cláusulas establecidas en el acuerdo.
Implicaciones y medidas
Expertos en aviación señalan que, aunque los incidentes en tierra suelen tener consecuencias menores en comparación con los accidentes en vuelo, pueden implicar costos significativos por reparaciones, retrasos y reprogramación de vuelos.
También destacan que los aeropuertos más concurridos, como el de Atlanta, requieren sistemas de alerta temprana y coordinación precisa para evitar choques en áreas saturadas de tráfico. La FAA no ha informado cuánto tiempo tomará la investigación, pero se espera que el informe final incluya recomendaciones para prevenir episodios similares.
Conclusión
El incidente del domingo no dejó heridos y los daños fueron calificados como menores. Sin embargo, se suma a otros episodios recientes que ponen de relieve los riesgos de las operaciones en tierra en aeropuertos de alta demanda. La investigación determinará si se trató de un error humano, un problema técnico o una combinación de factores, y podría derivar en ajustes a los protocolos de seguridad.