Las autoridades de Miami anunciaron el arresto de 20 personas tras la ejecución de la denominada Operación “El Primo”, un amplio operativo contra el tráfico de drogas que permitió desarticular una organización criminal dedicada principalmente a la distribución de cocaína en varios vecindarios de la ciudad. El caso ha sido presentado como uno de los golpes más significativos al narcotráfico local en lo que va de año, tanto por la magnitud de las incautaciones como por la complejidad de la red desmantelada.
De acuerdo con la Policía de Miami, la investigación se extendió durante varios meses y se desarrolló a partir de labores de inteligencia, vigilancia encubierta y análisis financiero, lo que permitió identificar la estructura interna del grupo y sus principales operadores. Las autoridades señalaron que la organización tenía una presencia sostenida en el área de Flagami, aunque también operaba en La Pequeña Habana y en el corredor de Coral Way, zonas residenciales y comerciales con alto movimiento diario.
Una organización con estructura definida y alcance territorial
Según los investigadores, la red funcionaba con una división clara de funciones, que incluía distribuidores, encargados del transporte de la droga, responsables del manejo del dinero y personas dedicadas a la seguridad del grupo. Este esquema, señalaron las autoridades, es característico de organizaciones con un alto nivel de organización y capacidad para operar de manera sostenida sin levantar sospechas inmediatas.
Las autoridades indicaron que varios inmuebles eran utilizados como puntos de almacenamiento y distribución, así como para ocultar dinero en efectivo proveniente de la venta de drogas. En algunos de estos lugares se encontraron armas de fuego y municiones, lo que refuerza la hipótesis de que el grupo estaba preparado para recurrir a la violencia con el fin de proteger sus operaciones o enfrentar conflictos internos y externos.
Incautaciones millonarias y evidencia clave
Durante los allanamientos realizados como parte de la Operación “El Primo”, los agentes incautaron más de 22 kilogramos de cocaína, además de más de 120 000 dólares en efectivo. También se decomisaron varias armas de fuego y municiones, elementos que, según las autoridades, serán fundamentales para sustentar los cargos penales contra los detenidos.
Para los investigadores, el volumen de droga incautado sugiere que la organización manejaba una operación de distribución a mediana y gran escala, con un impacto significativo en el mercado ilegal local. El dinero en efectivo hallado, por su parte, apunta a un flujo constante de ingresos, lo que refuerza la gravedad de los delitos imputados.
Coordinación entre agencias locales y federales
El operativo se ejecutó en coordinación con el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Fiscalía del Distrito Sur de Florida y la fiscalía estatal de Miami-Dade. Esta cooperación interinstitucional permitió presentar cargos tanto a nivel estatal como federal, una estrategia que, según las autoridades, busca asegurar penas más severas y evitar que los acusados evadan la justicia.
Funcionarios señalaron que varios de los detenidos ya se consideraban objetivos de alta prioridad y estaban bajo investigación desde hace tiempo. La operación permitió consolidar múltiples casos en un solo expediente, fortaleciendo así la posición de la fiscalía en los tribunales.
Un presunto complot de asesinato frustrado
Uno de los aspectos más delicados del caso es la presunta vinculación de algunos de los arrestados con un complot de asesinato por encargo, que se frustró antes de concretarse. Aunque las autoridades evitaron ofrecer detalles específicos por tratarse de una investigación en curso, confirmaron que este elemento elevó el nivel de alerta y aceleró la ejecución del operativo.
Para las fuerzas del orden, este hallazgo subraya el riesgo que representaba la organización no solo por el tráfico de drogas, sino también por su potencial para generar violencia grave en la comunidad.
El narcotráfico en Miami-Dade: un problema persistente
Miami-Dade continúa siendo uno de los principales puntos de tránsito y distribución de drogas en el sur de Florida, en gran parte debido a su ubicación estratégica y a su infraestructura de transporte terrestre, marítimo y aéreo. Datos de agencias locales y federales indican que cada año se realizan decenas de operativos antidrogas en el condado, con cientos de arrestos relacionados con cocaína, fentanilo, heroína y otras sustancias controladas.
Expertos en seguridad han señalado que una proporción significativa de los casos de violencia armada en la región tiene algún vínculo directo o indirecto con el narcotráfico, ya sea por disputas territoriales, ajustes de cuentas o conflictos internos entre organizaciones criminales.
«Estoy extremadamente orgulloso de nuestros detectives de narcóticos de la Sección de Investigaciones Especiales y agradecido por los cientos de horas de trabajo incansable, a menudo encubierto, que han llevado a la operación segura y exitosa de hoy. Su dedicación, combinada con una colaboración excepcional con nuestros socios del FBI, la Fiscalía de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida y la fiscal Katherine Fernandez Rundle y su equipo en la Fiscalía del Estado de Miami-Dade, hicieron posibles estos resultados», dijo el jefe de Policía Manny Morales.
Análisis legal: cargos y posibles condenas
Desde el punto de vista legal, los detenidos podrían enfrentar cargos por conspiración para distribuir sustancias controladas, posesión con intención de distribuir, uso y posesión de armas de fuego en relación con delitos de narcotráfico y lavado de dinero. En el ámbito federal, estos delitos conllevan penas que pueden superar varias décadas de prisión, especialmente cuando se combinan con agravantes como la cantidad de droga incautada o la reincidencia.
La posible vinculación con un complot de asesinato podría derivar en cargos adicionales por conspiración para cometer homicidio, lo que incrementaría de forma sustancial la severidad de las sentencias. Las autoridades confirmaron que las investigaciones continúan abiertas y que no se descartan nuevas detenciones o imputaciones.
Mensaje oficial y perspectiva a futuro
El jefe de la Policía de Miami, Manuel Morales, afirmó que la Operación “El Primo” envía un mensaje claro de que el narcotráfico y la violencia asociada no se tolerarán en la ciudad. Destacó el trabajo conjunto de los agentes y reiteró el compromiso de las autoridades de seguir atacando las estructuras del crimen organizado que afectan la seguridad de los vecindarios.
Más allá de los arrestos, el caso vuelve a poner sobre la mesa los desafíos que enfrenta el sur de Florida para contener el avance del narcotráfico y sus efectos colaterales. Mientras las autoridades celebran el golpe a esta red criminal, expertos advierten que el problema requiere esfuerzos sostenidos, cooperación interagencial y estrategias de prevención a largo plazo para reducir su impacto en las comunidades.
