Un buzo resultó herido este jueves tras ser atacado por un tiburón mientras practicaba pesca submarina en las aguas cercanas a Jupiter, una localidad turística ubicada en el condado de Palm Beach, al sureste de Florida. El incidente, ocurrido en plena temporada de verano, ha generado preocupación entre la comunidad de buzos, autoridades locales y expertos en vida marina por el aumento de este tipo de encuentros en zonas costeras del estado.
Según los reportes preliminares, la víctima se encontraba sumergida practicando pesca submarina con arpón —una modalidad de captura que consiste en cazar peces bajo el agua utilizando una lanza— cuando fue mordida en la pierna por un tiburón. A pesar del ataque, el buzo logró ascender a la superficie y fue asistido rápidamente por sus compañeros, quienes lo ayudaron a subir al bote y lo trasladaron a un muelle cercano.
En una grabación compartida en redes sociales y referenciada por medios como WPBF 25 News, se puede ver cómo un tiburón se acerca desde un flanco y ataca a un buzo que se encontraba sumergido a corta distancia del fondo del mar. Tras el ataque, el buzo logra reaccionar con rapidez y comienza su ascenso en busca de ayuda. Sus acompañantes, al percatarse de la situación, le prestaron asistencia inicial en el agua y coordinaron su evacuación hacia el puerto más próximo para su atención médica.
Paramédicos lo atendieron en el lugar y posteriormente fue llevado a un centro médico local. De acuerdo con las autoridades, el hombre se encuentra en condición estable y fuera de peligro. Su identidad no ha sido revelada, y por el momento no se han brindado detalles oficiales sobre la magnitud de sus heridas.
Actividad de riesgo
Aunque no se ha identificado con certeza la especie del tiburón involucrado, expertos apuntan que en las aguas de la zona habitan con frecuencia tiburones toro, limón y nodriza, tres especies conocidas por su proximidad a la costa y su potencial peligrosidad cuando se sienten amenazadas o atraídas por actividad de caza.
Especialistas en biología marina advierten que la pesca submarina puede incrementar significativamente las posibilidades de un ataque. “Cuando un buzo hiere a un pez con el arpón, la sangre liberada en el agua y las vibraciones resultantes pueden ser percibidas por los tiburones a grandes distancias”, explicó un investigador del Instituto de Ciencias Marinas de Florida. “Esto desencadena una respuesta de alimentación que puede llevar a ataques no necesariamente dirigidos al ser humano como presa, sino como competencia por alimento”.
El suceso ha vuelto a poner en la mira las condiciones de seguridad para quienes realizan actividades acuáticas en Florida, un estado que históricamente ha encabezado las estadísticas nacionales e incluso mundiales en cuanto a ataques de tiburones no provocados. Según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF, por sus siglas en inglés), administrado por la Universidad de Florida, en 2023 se reportaron más de 30 incidentes en el estado, representando más del 40% de los casos registrados en todo Estados Unidos.
El ataque ocurrido en Jupiter se produjo casi al mismo tiempo que otro incidente registrado en Hollywood Beach, una playa situada en el condado de Broward, al sur del estado. Según reportó Local 10 News, un bañista fue mordido en el brazo mientras nadaba cerca de la orilla el lunes 22 de julio. El suceso tuvo lugar en la cuadra 4100 de South Ocean Drive. Los socorristas que estaban en el área actuaron de inmediato, colocándole un torniquete y facilitando su traslado a un hospital local para recibir atención médica.
Zona propensa a encuentros
La costa de Jupiter es conocida por sus aguas claras y su rica biodiversidad marina, lo que la convierte en un destino popular para actividades como el buceo recreativo, el snorkeling y la pesca submarina. Sin embargo, también es una zona con alta actividad de tiburones debido a las corrientes marinas y a la abundancia de peces, lo que la hace especialmente propensa a encuentros entre humanos y escualos.
En respuesta al ataque, autoridades locales no han emitido restricciones formales, pero sí instaron a la comunidad de buzos y bañistas a tomar precauciones. Entre las recomendaciones figuran evitar actividades solitarias, no pescar ni nadar cerca de bancos de peces, no portar presas ensangrentadas ni dejarlas sujetas al cuerpo, y salir del agua si se observa la presencia de tiburones.
Estadísticas
Florida ha liderado durante años las estadísticas mundiales de ataques de tiburón no provocados. Según el último informe del Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF), en 2023 se reportaron 36 ataques no provocados en el estado, de los cuales 16 ocurrieron en el condado de Volusia, seguido por Palm Beach con 5 casos.
A nivel global, Estados Unidos concentró el 56% de todos los ataques registrados en 2023, seguido por Australia y Sudáfrica. A pesar de estos datos, los especialistas recuerdan que la probabilidad de sufrir un ataque sigue siendo extremadamente baja: menos de 1 en 11 millones para los bañistas, y de 1 en 136,000 para los buzos recreativos, según cálculos del Museo de Historia Natural de Florida.
Reacciones y llamado a la precaución
La noticia del ataque ha generado reacciones tanto en redes sociales como en la comunidad de deportes acuáticos. Algunos buzos experimentados recalcaron la necesidad de entrenamiento especializado antes de realizar pesca submarina, mientras otros sugieren la implementación de sistemas de detección de tiburones en playas y zonas populares de buceo.
“Este tipo de incidentes, aunque estadísticamente poco frecuentes, pueden prevenirse con medidas de educación, planificación y vigilancia”, sostuvo un portavoz de la Asociación de Buceo de Florida.
Mientras la víctima se recupera, el hecho sirve como un recordatorio de que, aunque los tiburones no suelen atacar humanos de manera intencional, la interacción con su hábitat natural requiere siempre respeto, preparación y conciencia de los riesgos. Florida, con su exuberante entorno marino, continúa siendo un atractivo para miles de buzos cada año, pero también exige una actitud responsable frente al mar.
Para minimizar riesgos, organizaciones como la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) y el ISAF recomiendan:
- Evitar ingresar al agua al amanecer o al anochecer, cuando los tiburones están más activos.
- No usar joyas brillantes ni colores contrastantes, que pueden atraer su atención.
- Mantenerse en grupo, ya que los tiburones tienden a atacar a presas solitarias.
- No ingresar al mar con heridas abiertas ni sangre visible.
- Abandonar el agua inmediatamente si se observan cardúmenes agitados o aves marinas alimentándose.