
El cubano se encontraba ahí pidiendo dinero a los visitantes del cementerio, una forma de recompensa por su “servicio” de aparca-coches callejero.
Cuando las mujeres se negaron pagar el servicio ilegal, el hombre ha comenzado a amenazarlas, lo que las obligó a contactar las fuerzas de seguridad, quienes detuvieron al cubano.
El hombre fue juzgado con forma directa y, dados sus antecedentes penales, podría enfrentar una posible deportación del país.





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