
Después de tres décadas de servicio ininterrumpido a la comunidad cubana en el sur de Florida, la emblemática cadena América TV, conocida también como Canal 41 Miami, cerró sus operaciones este jueves. Este cierre marca el fin de una era para muchos televidentes fieles que durante años han seguido de cerca la programación enfocada en temas de interés para la comunidad cubana residente en Miami y más allá.
Según fuentes consultadas por el medio Café Fuerte, el cierre de América TV no fue una decisión voluntaria, sino resultado de una orden judicial que permitió a los nuevos propietarios tomar control de las operaciones del canal. Poco antes del mediodía, los empleados que se encontraban en las instalaciones de Hialeah Gardens fueron notificados de que debían desalojar el local y retirar todas sus pertenencias.
La directora de recursos humanos, Daisy León, fue encargada de comunicar formalmente esta decisión a los trabajadores, según un empleado que prefirió mantener su anonimato. Además, el gerente de operaciones, Miguel Cossío, utilizó una videoconferencia para informar directamente a los empleados sobre la necesidad de desalojar el edificio y las medidas inmediatas a seguir. En el lugar también estuvo presente el jefe de información, Andrés Reinaldo, quien coordinó los detalles para el cierre efectivo de la estación.
América TV fue durante 30 años un referente para la comunidad cubana en Miami, ofreciendo contenido que abordaba temas culturales, sociales y políticos de interés particular para esta audiencia. Su programación se caracterizaba por una mezcla de noticias, entretenimiento y programas especializados que reflejaban la realidad cubana y la experiencia de los cubanos en el exilio.
La cadena se convirtió en un espacio vital para mantener la conexión con la cultura y las noticias de Cuba, además de ofrecer una plataforma para voces y temas que muchas veces no encontraban espacio en otros medios convencionales. Por ello, su cierre representa no solo la pérdida de una estación televisiva, sino también un golpe para la identidad y el sentido de comunidad que el canal fomentó durante tantos años.
La clausura repentina ha dejado a muchos empleados sin trabajo y con incertidumbre sobre su futuro profesional. La noticia ha generado conmoción entre el equipo y la audiencia, quienes lamentan la abrupta interrupción de una cadena que fue parte integral de su vida cotidiana.
Desde el momento del cierre, los trabajadores han tenido que enfrentar la difícil tarea de reorganizar sus vidas laborales, mientras la comunidad cubana lamenta la pérdida de un canal que durante décadas les brindó información y entretenimiento adaptados a sus necesidades y realidades.
Aunque América TV dejó de operar en su formato habitual, el canal 41 no ha desaparecido completamente. Según la información disponible, la programación continuará en el aire, pero con contenidos enlatados y retransmisiones temporales. Esto se mantendrá hasta que los nuevos dueños, el grupo Pegaso junto con los empresarios Emilio Brown y Ramón 10 Barroso, logren reorganizar y reajustar la programación bajo su administración.
Esta transición representa un cambio significativo en la gestión y posiblemente en el enfoque editorial y de contenido del canal, aunque aún no se han dado detalles concretos sobre los planes futuros. La comunidad espera que, pese a estos cambios, el canal pueda continuar sirviendo a su público con programas de calidad y relevancia cultural.
Por otro lado, América Radio se trasladó a un nuevo local en Miami en donde mantendrá su programación habitual con los mismos empleados. El cierre del canal no es más que la materialización de la sentencia que se dictó el 19 de marzo por el Tribunal de Quiebras del Distrito Sur de Florida que otorgó a Pegaso Televisión el 65% de las acciones de América Tevé.
La decisión que se tomó después de un extenso proceso de apelaciones en el Undécimo Circuito de Atlanta puso fin a la controversia de la quiebra de America-CV Station Group en 2019.
El 22 de abril del presente años Carlos Vasallo quedó despedido como CEO por el Consejo de Administración de Caribevision TV Network tras una investigación sobre casos de autonegociación y varios incumplimientos en sus obligaciones fiduciarias.
En un anuncio realizado después del desalojo, Pegaso Televisión resaltó su adhesión a las leyes de Estados Unidos y expresó su deseo de reintegrar la emisora: «La Asamblea General de Accionistas de America TeVe, celebrada a finales del mes de abril, nombró un nuevo Directorio. El objetivo primordial de esta reestructuración es garantizar la continuidad operativa de la emisora, fortalecer su posición en el espectro radioeléctrico y recuperar su liderazgo y rating en el mercado hispano de Miami, sirviendo así de manera efectiva a su audiencia y a su comunidad».
Sin embargo, el mismo informe señaló que el nuevo consejo no ha logrado ejercer sus responsabilidades debido a acciones dudosas de partes externas y que el caso ha vuelto a estar en manos de la justicia. La empresa manifestó su compromiso de seguir cumpliendo con la legalidad y expresó su confianza en que esta situación se resolverá pronto.
Con los dispositivos inactivos y los equipos desarmados, la nueva administración enfrentará el reto urgente de preservar la transmisión de Canal 41 para prevenir la expiración de la licencia ante la FCC. Entre tanto, se emitirán programas grabados y repeticiones con un número limitado de técnicos. La transmisión en directo y el grupo de presentadores están paralizados hasta que un veredicto judicial establezca la forma final de la toma de posesión.
América Tevé comenzó sus operaciones en 1994 bajo la dirección del empresario argentino Omar Romay, su misión era satisfacer la demanda de los hispanohablantes que se asentaban en la ciudad de Miami. En el año 200 movió sus equipos hacia un nuevo local en Hialeah Garden con una extensión de 85.000 pies cuadrados lo que provocó un aumento de noticias locales, programas de entretenimiento entre otras ofertas al público.
Con el tiempo, logró atraer hasta el 10 % de la audiencia de habla hispana en horario estelar, rivalizando con cadenas de nivel nacional. Su cierre simboliza el final de un conflicto empresarial y plantea incertidumbres sobre el futuro de una de las personalidades más emblemáticas entre los hispanohablantes del sur de Florida.
A medida que se prolonga el conflicto judicial, tanto los trabajadores como los espectadores esperan una decisión que regresará la rutina a las transmisiones de la cadena.