El magnate español de la prestigiosa firma textil Zara y una de las mayores fortunas del mundo, ha sumado otra adquisición a su cartera inmobiliaria en Estados Unidos. A través de su holding Pontegadea, Ortega compró el centro comercial de lujo Atlas Plaza, situado en el exclusivo Design District de Miami, por 88 millones de euros (alrededor de 105 millones de dólares).
La propiedad, ubicada en una de las zonas más codiciadas de la ciudad, está completamente alquilada a marcas de prestigio internacional, entre ellas Rolex, lo que garantiza una fuente estable de ingresos y la convierte en un activo de alto valor estratégico.
Miami, epicentro del lujo y los negocios
En los últimos años, Miami se ha consolidado como un destino preferente para la inversión inmobiliaria global. La ciudad no solo atrae a turistas y millonarios por su clima, playas y vida cultural, sino que también se ha convertido en un hub financiero y empresarial para América Latina y un polo de consumo de lujo.
El Design District, donde se ubica el Atlas Plaza, ha pasado de ser un barrio poco transitado a un espacio exclusivo que concentra boutiques de alta gama, galerías de arte y restaurantes de renombre. La llegada de Ortega confirma la importancia estratégica de esta zona, considerada una de las de mayor crecimiento para el retail de lujo en Estados Unidos.
Antecedentes: el rascacielos de Brickell
La compra del Atlas Plaza se suma a otra operación reciente de Pontegadea en Miami: la adquisición del Sabadell Financial Center, un rascacielos de 31 plantas y 130 metros de altura en el distrito financiero de Brickell, por 275 millones de dólares.
Con ambas operaciones, Ortega ha invertido en apenas un mes más de 323 millones de euros en activos inmobiliarios en la ciudad, consolidando a Miami como uno de los pilares de su portafolio internacional.
La estrategia global de Pontegadea
El holding de Amancio Ortega, considerado uno de los mayores inversores inmobiliarios privados del mundo, gestiona activos valorados en más de 20.000 millones de euros. Su estrategia se centra en propiedades prime, es decir, edificios y espacios comerciales en ubicaciones estratégicas de ciudades como Londres, Nueva York, París, Madrid y ahora Miami.
Parte de esta política responde a la necesidad de reinvertir los dividendos que Ortega obtiene de Inditex, matriz de Zara y otras marcas. En 2024, por ejemplo, el empresario recibió más de 2.000 millones de euros en dividendos, lo que lo convierte en el accionista más beneficiado de la moda a nivel global.
Durante 2025, el magnate ha visto engrosar su fortuna con unos 3,100 millones de euros en dividendos generados por la firma textil, consolidando así un año de ingresos millonarios que refuerzan su posición entre los empresarios más acaudalados. En los últimos meses, el empresario ha ampliado su portafolio inmobiliario con adquisiciones estratégicas en ambos lados del Atlántico, que incluyen el Hotel Banke en París, un complejo residencial en Fort Lauderdale y un edificio situado en la emblemática Avenida Diagonal de Barcelona.
Analistas señalan que, además de diversificar riesgos, estas compras permiten a Ortega optimizar su carga fiscal en España mediante estructuras internacionales de inversión, al mismo tiempo que refuerza su posición en mercados dinámicos.
Impacto en la economía local
La llegada de inversores como Ortega a Miami tiene un doble efecto. Por un lado, contribuye a revalorizar zonas estratégicas y fortalece la imagen de la ciudad como epicentro del lujo y las finanzas. Por otro, plantea interrogantes sobre la escalada de precios en el mercado inmobiliario, tanto residencial como comercial, en un contexto donde muchos residentes enfrentan dificultades para acceder a viviendas asequibles.
El auge del capital extranjero en Miami, procedente no solo de Europa, sino también de América Latina y Asia, está transformando el perfil urbano y generando debates sobre la sostenibilidad de este modelo de crecimiento.
Amancio Ortega, de la moda a los bienes raíces
Con una fortuna estimada en más de 90.000 millones de dólares, Amancio Ortega ha pasado de ser un referente de la moda global a consolidarse como uno de los mayores propietarios inmobiliarios del planeta. Su discreción mediática contrasta con el alcance de sus operaciones, que lo han llevado a ser un actor clave en los mercados de oficinas, centros comerciales y edificios de lujo en las principales capitales del mundo.
Su apuesta por Miami confirma la confianza en la ciudad como un espacio seguro para el capital y refuerza la tendencia de grandes fortunas internacionales que encuentran en el sur de Florida un lugar privilegiado para expandir su influencia económica.