
Lo que debía ser el comienzo de un viaje de placer a bordo del Norwegian Encore terminó convirtiéndose en un episodio de tensión y emergencia médica en Port Miami. El pasado 22 de noviembre, un abogado de Miami Lakes fue arrestado tras ser acusado de agredir a un pasajero de 67 años, quien quedó inconsciente y tuvo que ser hospitalizado.
El sospechoso fue identificado como Phillip Andrew Ortiz, de 38 años, un profesional del derecho cuya conducta dentro del barco generó alarma entre pasajeros y tripulantes, y desencadenó la intervención inmediata de las autoridades del condado Miami-Dade.
Cómo se desarrolló el enfrentamiento
De acuerdo con el informe de la Oficina del Alguacil de Miami-Dade, Ortiz intentó ingresar a una sección del crucero que aún no estaba disponible para los viajeros. Allí se encontraba la víctima, quien —según los detectives— le informó de manera directa que no podía pasar. Este señalamiento provocó una respuesta agresiva por parte del abogado, quien habría contestado con un tono desafiante: “¿Quién eres tú para decirme lo que puedo y no puedo hacer?”.
Las autoridades detallan que segundos después Ortiz empujó a la víctima con fuerza. El hombre cayó de espaldas, se golpeó la cabeza contra el suelo y perdió la conciencia. Testigos y personal médico —alertados por los gritos y la conmoción en el área— corrieron a auxiliarlo. Un detective testificó que la víctima incluso dejó de respirar, lo que obligó al personal del barco a aplicarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) para estabilizarlo.
Un elemento adicional del caso surgió durante la revisión del video de seguridad: la pareja de Ortiz también aparece en la escena, involucrándose en un contacto físico menor con la víctima. Aunque su participación no habría causado heridas graves, el detalle forma parte de la evidencia recopilada por los investigadores.
Estado de salud y traslado al hospital
Al hombre de 67 años lo llevaron de inmediato a un hospital local para recibir atención especializada. Aunque inicialmente se temió un daño cerebral serio debido al impacto y la pérdida temporal de respiración, los reportes médicos confirmaron que no sufrió lesiones permanentes, un elemento que resultó decisivo en la evaluación judicial posterior.
La audiencia judicial: un caso que cambia de rumbo
Durante la audiencia inicial, la jueza asignada al caso escuchó el testimonio del detective, observó la evidencia en video y evaluó la gravedad de lo ocurrido. A pesar de la contundencia del informe policial y del riesgo en que estuvo la víctima, la jueza determinó que no existía causa probable para sostener un cargo de agresión agravada, dado que los médicos no certificaron daños permanentes.
No obstante, Ortiz aún enfrenta un cargo de agresión simple, el cual podría agravarse debido a que la víctima es un adulto mayor, condición que bajo la ley de Florida puede aumentar las sanciones penales. El abogado quedó en libertad bajo fianza, mientras continúa el proceso judicial.
El abogado Phillip Andrew Ortiz podría enfrentar hasta 5 años de prisión, ya que el cargo de agresión simple cometido contra una persona mayor de 65 años se considera en Florida un delito grave de tercer grado. Aunque la jueza descartó la agresión agravada al no existir lesiones permanentes, el caso sigue abierto y las sanciones también podrían incluir multas de hasta $5,000, libertad condicional y restitución a la víctima. Su situación legal aún es seria y podría afectar su carrera profesional.
Reacciones y silencio institucional
Hasta el momento, ni Norwegian Cruise Line ni la firma de abogados donde trabaja Ortiz han emitido declaraciones públicas. Se desconoce si la compañía naviera tomará medidas disciplinarias o revisará sus protocolos internos a raíz del incidente.
Varios pasajeros consultados por medios locales expresaron preocupación por el comportamiento de algunos viajeros durante las etapas de embarque, un momento donde suele haber estrés, consumo de alcohol y confusión sobre las áreas permitidas.
Seguridad en cruceros: un tema recurrente
El caso reaviva el debate sobre la seguridad a bordo de los cruceros, especialmente durante las operaciones previas a la salida. Expertos señalan que las zonas restringidas existen por motivos de seguridad operativa, y el acceso no autorizado puede generar riesgos tanto para los pasajeros como para la tripulación.
Incidentes de agresión, aunque no comunes, sí se registran en diferentes barcos y puertos del país. Las líneas de cruceros han invertido en cámaras de vigilancia y en la capacitación del personal para intervenir rápidamente en situaciones de conflicto.
Próximos pasos del proceso
El caso continuará en revisión mientras se analizan los videos, declaraciones de testigos y testimonios adicionales. Ortiz deberá comparecer nuevamente ante la corte en las próximas semanas. Dependiendo del avance de la investigación, los fiscales podrían ajustar los cargos o mantener la acusación actual.
Este incidente podría convertirse en un punto de referencia para evaluar la conducta de los pasajeros, el consumo de alcohol previo al zarpe y la supervisión del acceso a áreas restringidas.





