Ermal Hoxha, de 42 años, era miembro de un grupo de nueve personas – dos colombianos y siete albaneses-, todos condenados a penas de entre 10 y 13 años de prisión por tráfico de drogas.
Ermal Hoxha y los otros acusados fueron arrestados en enero de 2015, cuando una operación policial condujo a la incautación de 120 kilos de cocaína y al descubrimiento de un laboratorio en dónde la droga era tratada en la localidad de Xibraka, a 68 kilómetros al sur de Tirana.
Fueron declarados culpables de pertenecer a un «grupo criminal implicado en tráfico de cocaína proveniente de Cuba, en tránsito por Albania, destinada a los países de Europa occidental», explica un despacho de la agencia AFP.
En la redada, la Policía incautó además 5 tarjetas de crédito, 390.000 euros, 25 móviles, un fusil automático AK-47, 2 pistolas, 3 armas de caza y 224 cartuchos de varios calibres.
El acusado es nieto de Enver Hoxha quien dirigió Albania desde 1944 hasta su muerte, en 1985, e impuso un estricto aislamiento al país, y un régimen dictatorial particularmente riguroso y sangriento.
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