
El Servicio de Rentas Internas (IRS) anunció oficialmente los nuevos tramos del impuesto federal sobre la renta para el año fiscal 2026, una actualización que afectará a millones de contribuyentes cuando presenten su declaración en 2027. Los cambios responden, como ocurre cada año, a los ajustes automáticos por inflación, pero llegan en un contexto económico marcado por el aumento sostenido del costo de vida, la presión sobre los salarios y un intenso debate sobre la carga fiscal de la clase media.
Aunque las tasas impositivas no cambian, los límites de ingresos que determinan cuánto se paga en cada tramo sí se amplían, lo que podría traducirse en menores impuestos efectivos para muchos hogares, especialmente aquellos cuyos ingresos crecen al ritmo de la inflación.
Cómo funciona el ajuste de los tramos impositivos
El sistema tributario federal de Estados Unidos es progresivo: a mayor ingreso, mayor es el porcentaje aplicado a cada porción del dinero ganado. Sin embargo, no todo el ingreso se grava al mismo nivel, sino que se divide en tramos sucesivos.
Para evitar que la inflación empuje artificialmente a los contribuyentes hacia tramos más altos —un fenómeno conocido como bracket creep— el IRS actualiza cada año los umbrales de ingreso. En 2026, esos umbrales aumentan aproximadamente entre un 2 % y un 4 %, dependiendo del tramo y del estado civil del contribuyente.
El resultado práctico es que una persona puede ganar más dinero nominalmente sin que necesariamente pague impuestos a una tasa superior.
Los siete tramos se mantienen, pero con nuevos límites
Para el año fiscal 2026, el IRS mantiene las siete tasas impositivas federales vigentes desde hace varios años: 10 % (0-12.400 dólares), 12 % (12.401-50.400), 22 % (50.401-105.700), 24 % (105.701-201.775), 32 % (201.776-256.225), 35 % (256.225-640.600) y 37 % (640.601 en adelante).
Lo que cambia son los montos de ingreso que delimitan cada tramo. Por ejemplo, un contribuyente soltero verá ampliado el rango del tramo más bajo del 10 %, mientras que el inicio del tramo máximo del 37 % se desplaza a ingresos más altos. Lo mismo ocurre con los contribuyentes casados que declaran conjuntamente y con los jefes de familia.
Este ajuste beneficia especialmente a quienes se encuentran en los límites entre tramos, ya que una porción mayor de su ingreso quedará gravada a tasas más bajas.
Deducción estándar más alta: un alivio adicional
Junto con los tramos, el IRS también actualizó la deducción estándar, uno de los elementos más relevantes para la mayoría de los contribuyentes, ya que más del 85 % no detalla deducciones.
Para 2026, la deducción estándar aumenta nuevamente, permitiendo que los contribuyentes reduzcan su ingreso imponible antes de calcular el impuesto. Esto significa que, incluso sin cambios en el salario, muchos hogares podrían pagar menos impuestos federales en términos reales.
En términos prácticos, la combinación de tramos más amplios y una deducción estándar mayor refuerza el efecto de protección frente a la inflación, especialmente para trabajadores asalariados y familias de ingresos bajos y medios.
Otros ajustes fiscales que acompañan los cambios
Además de los tramos y la deducción estándar, el IRS anunció ajustes en múltiples componentes del sistema tributario para 2026. Entre ellos se incluyen límites más altos para el Impuesto Mínimo Alternativo (AMT), actualizaciones al Crédito por Ingreso del Trabajo (EITC), cambios en los topes de aportes a cuentas de ahorro y beneficios laborales y ajustes en exclusiones fiscales relacionadas con educación y cuidado de dependientes.
Si bien estos cambios reciben menos atención mediática que los tramos impositivos, pueden tener un impacto significativo en la factura fiscal final de millones de hogares.
El contexto legislativo: más allá de la inflación
Los ajustes de 2026 no ocurren en el vacío. Se producen en un momento en que el Congreso ha aprobado legislación fiscal adicional que modifica o extiende disposiciones existentes. Algunas de estas medidas influyen indirectamente en cómo los contribuyentes perciben los beneficios de los ajustes por inflación.
Analistas fiscales advierten que, aunque los cambios del IRS ayudan a compensar el aumento del costo de vida, no equivalen a una reducción de impuestos estructural, sino a una actualización técnica diseñada para preservar el equilibrio del sistema tributario.
¿Quiénes se benefician más de estos cambios?
Los principales beneficiados suelen ser trabajadores cuyos salarios aumentan de forma moderada, familias de ingresos bajos y medios, contribuyentes cercanos a los límites entre tramos y hogares que dependen principalmente de ingresos salariales.
En cambio, para quienes experimentan aumentos salariales muy por encima de la inflación o ingresos variables elevados, el impacto puede ser más limitado.
Qué deben tener en cuenta los contribuyentes
Especialistas recomiendan no esperar hasta 2027 para analizar el impacto de estos cambios. Ajustar la retención de impuestos, revisar aportes a cuentas de jubilación y planificar deducciones puede marcar una diferencia importante en el resultado final de la declaración.
Aunque los cambios del IRS suelen presentarse como técnicos, su efecto acumulado puede representar cientos o incluso miles de dólares de diferencia para algunos contribuyentes.
Una actualización clave para un sistema bajo presión
En un contexto económico desafiante, marcado por inflación persistente y debates sobre equidad fiscal, los nuevos tramos impositivos para 2026 reflejan el intento del IRS de mantener la neutralidad del sistema tributario frente a la pérdida de poder adquisitivo.
Más que un alivio extraordinario, se trata de una herramienta de ajuste que busca evitar que la inflación se traduzca automáticamente en una mayor carga fiscal para los contribuyentes estadounidenses.
Comparación clave: cómo cambian los tramos y deducciones de 2025 a 2026
Uno de los aspectos más relevantes del anuncio del IRS es la diferencia concreta entre los parámetros fiscales de 2025 y los de 2026, especialmente en un contexto donde muchos contribuyentes perciben aumentos salariales modestos que apenas compensan la inflación.
En términos generales, 2026 presenta umbrales más altos en todos los tramos, lo que significa que una mayor parte del ingreso queda protegida de tasas impositivas superiores.
Tramos impositivos: más ingreso antes de pagar más
Para los contribuyentes solteros, el tramo del 10 % se amplía en 2026 respecto a 2025, permitiendo que varios cientos de dólares adicionales tributen a la tasa más baja. De forma similar, el inicio del tramo máximo del 37 % se desplaza a ingresos más altos, reduciendo el impacto para quienes se encuentran en la parte superior de la escala salarial.
En el caso de las parejas casadas que declaran conjuntamente, el efecto es aún más notable en términos absolutos, ya que los límites de ingreso aumentan en miles de dólares de un año a otro. Esto reduce el riesgo de que hogares con dos salarios entren prematuramente en tramos más elevados solo por ajustes inflacionarios.
En comparación, los tramos de 2025 eran más estrechos, lo que implicaba que una porción mayor del ingreso quedaba sujeta a tasas más altas, aun cuando el poder adquisitivo real no hubiese mejorado.
Deducción estándar: mayor protección del ingreso en 2026
La deducción estándar también refleja una diferencia clara entre ambos años fiscales. En 2026, los montos deducibles aumentan frente a 2025 tanto para contribuyentes solteros como para matrimonios y jefes de familia.
Este incremento significa que, antes incluso de aplicar los tramos impositivos, una mayor parte del ingreso queda exenta de impuestos, lo que puede traducirse en un alivio directo en la factura fiscal final.
En 2025, aunque la deducción estándar ya había sido ajustada por inflación, su valor era inferior, reduciendo el margen de protección frente al aumento del costo de vida.
Impacto práctico: qué cambia en la declaración real
La combinación de tramos más amplios y una deducción estándar mayor en 2026 crea un efecto acumulativo que no siempre es evidente a simple vista. Para muchos contribuyentes, el resultado no será un reembolso espectacular, sino evitar pagar más impuestos a pesar de ganar nominalmente más dinero.
En contraste, bajo las reglas de 2025, incrementos salariales modestos podían empujar a algunos contribuyentes a tramos superiores, generando la sensación de pagar más impuestos sin una mejora real en su situación económica.
2025 vs. 2026: un ajuste técnico con impacto cotidiano
Desde el punto de vista fiscal, la diferencia entre ambos años no representa una reforma estructural, sino un ajuste técnico por inflación. Sin embargo, en la práctica cotidiana, estos cambios influyen en el salario neto, la planificación financiera y las decisiones de ahorro de millones de hogares.
Para quienes analizan su situación año a año, 2026 ofrece un marco ligeramente más favorable que 2025, especialmente para trabajadores asalariados, familias de ingresos medios y contribuyentes ubicados cerca de los límites entre tramos.





