Cubano se autodeporta y critica a EE.UU.

Las declaraciones de Yoe Villares Fernández, un cubano que decidió regresar a la Isla tras emigrar a Estados Unidos, han generado indignación y duras críticas en redes sociales, luego de que asegurara que “en Estados Unidos no hay futuro” y que Cuba es “el único país donde se puede vivir”, pese a reconocer que en la Isla hay hambre y carencias extremas.

El joven difundió varios videos celebrando su regreso y el reencuentro con su familia, afirmando que su decisión se basa en la felicidad personal. Sin embargo, sus palabras fueron interpretadas por muchos como una minimización de la grave crisis que atraviesa Cuba, donde millones de ciudadanos enfrentan apagones, escasez de alimentos, salarios insuficientes y un éxodo migratorio sin precedentes.


Cuestionamientos a su discurso

Uno de los aspectos más criticados de sus declaraciones fue culpar a Estados Unidos de su frustración migratoria, alegando que se sentía perseguido y tratado como un criminal. Para numerosos usuarios, este argumento ignora que EE.UU. sigue siendo el principal destino de quienes huyen de la falta de oportunidades en Cuba, incluso a costa de grandes riesgos personales.

“Si en Cuba hubiera futuro, no existiría la migración masiva que estamos viendo”, comentaron varios internautas, quienes también señalaron que el problema no es el sacrificio personal del emigrante, sino el mensaje que transmite al presentar el regreso como una alternativa viable en un país sumido en una crisis profunda.

Reacciones de rechazo en redes

Las redes sociales se llenaron de comentarios que calificaron su postura como desconectada de la realidad cotidiana del cubano promedio. Otros fueron más allá y cuestionaron si su discurso beneficia indirectamente al relato oficial que intenta normalizar la escasez y justificar la falta de libertades.

“Hablar de felicidad personal mientras millones no pueden garantizar un plato de comida diario resulta ofensivo”, escribieron algunos usuarios, subrayando que la felicidad individual no puede desligarse del contexto social y económico.

Un regreso que no convence

Aunque regresar a Cuba es una decisión personal y legítima, para muchos críticos el caso de Villares Fernández no representa a la mayoría de los cubanos, sino que contrasta con la realidad de un país del que la gente sigue escapando. Su mensaje, lejos de inspirar, ha sido visto como un intento de relativizar una crisis que empuja a familias enteras a abandonar la Isla.


El episodio vuelve a poner sobre la mesa una pregunta recurrente entre los cubanos dentro y fuera del país: si realmente existiera futuro en Cuba, ¿por qué tantos arriesgan todo para marcharse?


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