
Las autoridades migratorias de Estados Unidos confirmaron la detención de otros tres ciudadanos cubanos como parte de una ofensiva nacional encabezada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), enfocada en inmigrantes indocumentados con historial criminal. Las detenciones se produjeron en el marco de la denominada Operación Honor del Ángel, un operativo de alcance federal que se desarrolló durante dos semanas y concluyó recientemente.
De acuerdo con información difundida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la operación permitió la captura de 1.030 personas en distintos estados del país, todas ellas con antecedentes penales que, según las autoridades, representaban una amenaza para la seguridad pública. Entre los arrestados figuran Sergio Luis Hernández González, Avelino Lage-Caro y Yorisane Lazo, ciudadanos cubanos cuyos casos fueron presentados por ICE como ejemplos del perfil de personas incluidas en la ofensiva.
Antecedentes criminales citados por las autoridades
Según el reporte oficial, Sergio Luis Hernández González cuenta con un extenso historial delictivo que incluye condenas por hurto, robo, fraude, venta de cocaína, robo de vehículos y resistencia a la autoridad. En el caso de Avelino Lage-Caro, las autoridades señalan antecedentes por posesión y venta de drogas, tenencia ilegal de armas y delitos relacionados con robo.
Por su parte, Yorisane Lazo enfrenta un historial particularmente grave, que incluye una condena por homicidio intencional con arma, además de cargos por robo y asalto violento. ICE subrayó que este tipo de casos refuerza, desde su perspectiva, la necesidad de priorizar la detención y deportación de inmigrantes con condenas penales severas.
Un operativo con mensaje político y legal
La Operación Honor del Ángel se enmarca dentro de una estrategia más amplia de aplicación de las leyes migratorias, que busca enviar un mensaje disuasorio y reforzar la narrativa de seguridad pública.
La norma toma su nombre de Laken Riley, una joven estudiante de enfermería en Georgia cuya muerte sacudió a la opinión pública. El crimen fue atribuido a un inmigrante venezolano señalado por sus vínculos con la organización criminal Tren de Aragua, quien, según los registros, había sido arrestado y liberado en múltiples ocasiones durante la administración Biden. Ese historial de detenciones fallidas antecedió al hecho violento que terminó impulsando la creación de la ley.
Las autoridades federales han insistido en que el objetivo no es la inmigración en general, sino personas que, además de carecer de estatus migratorio regular, acumulan antecedentes criminales. «En honor a Laken Riley, el ICE lanzó la Operación Honor del Ángel, que tan solo en las últimas dos semanas ha arrestado a más de 1,000 inmigrantes ilegales delincuentes bajo la autoridad de la Ley Laken Riley», dijo Kristi Noem secretaria de seguridad nacional.
Destacó además que la ofensiva responde a directrices federales orientadas a fortalecer la cooperación entre agencias y acelerar procesos de detención y deportación en casos considerados prioritarios. En este contexto, la detención de ciudadanos cubanos adquiere especial relevancia, dado el historial de complejidades diplomáticas y legales que históricamente han rodeado la deportación de nacionales de la isla.
«El presidente Trump nos ha dado la autoridad para arrestar y expulsar a los millones de inmigrantes ilegales delincuentes violentos que la administración anterior liberó a Estados Unidos. Ahora, estos criminales enfrentarán la justicia y serán expulsados de nuestro país», agregó.
El contexto legal para los cubanos detenidos
Aunque las autoridades no detallaron el estatus migratorio específico de los detenidos, expertos en inmigración recuerdan que muchos cubanos en Estados Unidos se encuentran bajo figuras legales como órdenes de supervisión, libertad condicional humanitaria o estatus I-220A, lo que no impide su detención si existen condenas penales previas.
En los últimos meses, ICE ha incrementado las acciones contra cubanos con antecedentes criminales, en paralelo a un aumento de los vuelos de deportación y a una cooperación más activa con el gobierno de La Habana en materia de repatriaciones.
Reacciones y debate en la comunidad migrante
La noticia ha generado reacciones encontradas dentro de la comunidad cubana en Estados Unidos. Mientras algunos respaldan las acciones de ICE al considerar que refuerzan la seguridad pública, otros advierten sobre el impacto de estas ofensivas en familias migrantes y sobre el temor que se extiende incluso entre personas sin antecedentes criminales.
Organizaciones defensoras de inmigrantes han reiterado sus llamados a diferenciar entre delitos graves y faltas menores, así como a garantizar el debido proceso en cada caso. Por su parte, ICE sostiene que todas las detenciones se realizan conforme a la ley y bajo criterios de prioridad establecidos.
Una ofensiva que podría continuar
Las autoridades federales no han descartado nuevas operaciones similares en las próximas semanas, lo que sugiere que la presión migratoria sobre comunidades vulnerables, incluida la cubana, podría intensificarse. En un escenario marcado por debates políticos, seguridad pública y reformas migratorias pendientes, casos como estos vuelven a colocar la inmigración en el centro del debate nacional.





