Un vuelo comercial de la aerolínea estadounidense JetBlue estuvo involucrado en un incidente aéreo de alto riesgo mientras sobrevolaba el Caribe, cuando su aeronave estuvo a punto de colisionar con un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en una zona cercana al espacio aéreo venezolano, según confirmaron la compañía y reportes oficiales.
El suceso ocurrió durante el trayecto del vuelo 1112 de JetBlue, que había despegado desde Curazao con destino al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York. Mientras la aeronave realizaba su ascenso, la tripulación detectó repentinamente la presencia de un avión militar que cruzó directamente por su ruta de vuelo a la misma altitud, generando una situación crítica.
Una decisión clave para evitar la colisión
De acuerdo con el relato del piloto, el avión de la Fuerza Aérea no tenía activado su transpondedor, un sistema esencial para que las aeronaves sean visibles en los radares de control de tráfico aéreo y en los sistemas de alerta de proximidad utilizados por la aviación comercial.
“Casi tuvimos una colisión en el aire aquí arriba. Pasaron directamente en nuestra ruta de vuelo… No tienen su transpondedor encendido, es una locura”, declaró el piloto de la aerolínea en conversación con un colega de tráfico aéreo.
Ante la falta de señal electrónica y la cercanía extrema entre ambas aeronaves, la tripulación de JetBlue optó por detener de inmediato el ascenso, una maniobra que permitió evitar el impacto. El piloto describió posteriormente el momento como altamente peligroso, subrayando que la ausencia del transpondedor redujo drásticamente el tiempo de reacción disponible. El avión comercial no sufrió daños y no se reportaron heridos entre los pasajeros ni la tripulación.
“Acabamos de ver tráfico aéreo directamente frente a nosotros a menos de cinco millas de nosotros —quizás dos o tres millas— pero era un avión de reabastecimiento en vuelo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y estaba a nuestra altitud. Tuvimos que detener nuestro ascenso”, añadió que el piloto quien aseguró el avión de la Fuerza Aérea luego se dirigió al espacio aéreo venezolano.
Qué es un transpondedor y por qué es clave para la seguridad aérea
El transpondedor es un dispositivo obligatorio en la mayoría de los vuelos civiles que permite a los radares y a otros aviones identificar la posición, altitud y velocidad de una aeronave. Su uso es considerado un pilar fundamental de la seguridad aérea moderna, especialmente en rutas compartidas por vuelos civiles y operaciones militares.
Cuando una aeronave vuela sin transpondedor activo, se vuelve prácticamente invisible para los sistemas automáticos de prevención de colisiones, obligando a las tripulaciones a depender de la observación visual o de alertas tardías, lo que incrementa de forma significativa el riesgo de accidentes.
Aunque las aeronaves militares pueden operar bajo reglas distintas en determinadas misiones, expertos en aviación han advertido que la coexistencia con rutas comerciales exige altos niveles de coordinación para evitar incidentes como el ocurrido.
Reacción de JetBlue y falta de explicaciones inmediatas
JetBlue confirmó que el incidente fue notificado a las autoridades federales y aseguró que su tripulación actuó conforme a los protocolos de seguridad establecidos. La aerolínea reiteró que la seguridad de los pasajeros es su prioridad y que el vuelo pudo continuar tras superarse la situación de peligro.
“Hemos reportado este incidente a las autoridades federales y participaremos en cualquier investigación. Nuestros tripulantes están entrenados en los procedimientos adecuados para diversas situaciones de vuelo, y apreciamos que nuestra tripulación haya informado rápidamente de esta situación a nuestro equipo de liderazgo”, dijo Derek Dombrowski, portavoz de JetBlue,
El Pentágono remitió las solicitudes de información a la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que no ofreció de inmediato una explicación pública detallada sobre el motivo por el cual la aeronave militar volaba sin transpondedor activo ni sobre las circunstancias exactas de la maniobra.
En correspondencia el portavoz del Comando Sur de EE.UU, coronel Manny Ortiz destacó que la seguridad aérea sigue siendo la prioridad de las fuerzas aéreas. Estamos al tanto de los reportes recientes sobre las operaciones de aeronaves militares de EEUU en el Caribe y actualmente estamos revisando el asunto. Las tripulaciones aéreas militares son profesionales altamente capacitados que operan de acuerdo con los procedimientos establecidos y los requisitos aplicables del espacio aéreo. La seguridad sigue siendo una prioridad, y estamos trabajando a través de los canales apropiados para evaluar los hechos relacionados con la situación», explicó el oficial.
Un Caribe con creciente actividad militar
El incidente ocurre en un contexto de intensificación sostenida de la actividad militar aérea de Estados Unidos en el Caribe, una región considerada estratégica por el Pentágono tanto desde el punto de vista de la seguridad hemisférica como de la vigilancia geopolítica. En los últimos años, se ha registrado un aumento significativo de vuelos de aeronaves militares, incluidos aviones de reconocimiento, patrullaje marítimo y plataformas de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), que operan de forma regular sobre aguas internacionales cercanas a Venezuela, el norte de Sudamérica y rutas clave del Caribe oriental.
Estos vuelos forman parte de operaciones antinarcóticos, monitoreo de rutas de tráfico ilegal, control de flujos marítimos y aéreos, así como misiones de recolección de inteligencia vinculadas a la estabilidad regional. Funcionarios estadounidenses han señalado en diversas ocasiones que estas operaciones buscan interrumpir redes criminales transnacionales, supervisar movimientos estratégicos en la región y reforzar la presencia disuasiva de Washington en un entorno considerado sensible.
Sin embargo, esta elevada densidad de aeronaves militares coincide con importantes corredores de aviación comercial internacional, utilizados diariamente por vuelos que conectan el Caribe, Sudamérica y Norteamérica. La coexistencia de ambos tipos de tráfico aéreo incrementa la complejidad operativa, especialmente cuando algunas misiones militares se desarrollan bajo reglas distintas a las de la aviación civil, incluyendo la posibilidad de operar con sistemas de identificación limitados o bajo protocolos especiales.
Expertos en aviación han advertido que, aunque estas operaciones responden a objetivos estratégicos claros, la falta de coordinación visible con el tráfico comercial puede generar escenarios de alto riesgo, como el ocurrido con el vuelo de JetBlue. El episodio pone de relieve las tensiones inherentes entre los imperativos de seguridad militar y la necesidad de preservar estándares máximos de seguridad para la aviación civil, especialmente en regiones donde la presencia militar aérea es constante y creciente.
Advertencias previas de la FAA
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha emitido en ocasiones recientes advertencias a aerolíneas comerciales sobre los riesgos asociados a volar cerca del espacio aéreo venezolano, citando factores como actividad militar, restricciones operativas y desafíos en la comunicación aérea.
El casi choque entre un avión civil y una aeronave militar refuerza las preocupaciones sobre la necesidad de protocolos más claros y coordinados para garantizar la seguridad de los vuelos comerciales que atraviesan zonas geopolíticamente sensibles.
Un llamado de atención para la aviación internacional
Aunque el incidente no tuvo consecuencias fatales, expertos coinciden en que se trata de un llamado de alerta para la industria aeronáutica y las autoridades de defensa. La coexistencia entre aviación civil y operaciones militares exige estándares estrictos de comunicación y visibilidad, especialmente en regiones donde las tensiones políticas y estratégicas elevan el nivel de riesgo.
El episodio pone de relieve que, incluso sin un conflicto abierto, la seguridad aérea puede verse comprometida cuando fallan los mecanismos básicos de identificación y coordinación en el cielo.
