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Influencer cubana Flor de Cuba. Foto: Video de TikTok de una_flor_oficial
La influencer cubana Flor de Cuba, confirmó su llegada definitiva a Miami tras abandonar Kentucky, estado donde había vivido y trabajado durante los últimos años.
La noticia, anunciada mediante un video en TikTok donde describió el largo y agotador proceso de mudanza, reabrió entre sus seguidores el debate sobre los contrastes entre la vida tranquila y económica del interior del país y las oportunidades profesionales que ofrece el sur de Florida.
El traslado, que combinó horas de carretera y un vuelo final para completar un trayecto cercano a los dos días, fue descrito por la creadora como uno de los procesos más demandantes que ha enfrentado desde que emigró. Al llegar a su nueva residencia en Miami, Flor mostró el caos típico de los inicios: maletas apiladas, cajas abiertas, bolsas y objetos desperdigados, una imagen que simboliza lo que ella misma definió como “el comienzo de una nueva etapa”.
“Lloré cuando iba a venir, por todo lo que crecí en Kentucky, por lo que dejé, las amistades, la Flor que nació allí”, explicó en el material audiovisual.
Un cambio guiado por oportunidades que no podía dejar pasar
Aunque Flor defendió durante mucho tiempo su permanencia en Kentucky —un estado que presentaba costos de vida considerablemente inferiores a los de Florida— reconoció ahora que las ofertas laborales que recibió en Miami resultaron determinantes.
La influencer aseguró que se trata de oportunidades de crecimiento profesional que no quiso postergar, especialmente en un momento en el que su comunidad digital se ha expandido y su perfil comienza a atraer colaboraciones comerciales con marcas del sur de Florida.
Durante meses, Flor había explicado que Kentucky le brindaba seguridad, tranquilidad y una economía doméstica más manejable. Incluso mostró en redes una compra de alimentos saludables por 144 dólares que, según ella, habría sido mucho más costosa en Miami.
Pero ese argumento, que en su momento marcó un discurso contrario a la migración interna hacia Florida, dio un giro repentino tras recibir propuestas de trabajo que consideró estratégicas para su futuro.
Durante su mensaje, la influencer insistió en que una de las razones más importantes de su traslado es el deseo de construir un futuro más estable para sus hijos, quienes continúan en Cuba. Explicó que cada paso de su carrera está orientado a mejorar sus posibilidades económicas y acercarse a la meta de reunificarse con ellos. Esta narrativa —frecuente entre emigrantes cubanos— añade una dimensión emocional y social que ha resonado con fuerza entre sus seguidores.
Para Flor, Miami representa un entorno donde puede acelerar ese proceso. La ciudad concentra una comunidad cubana sólida, un ecosistema de creadores de contenido en español en pleno crecimiento y un mercado atractivo para figuras emergentes en redes sociales.
De la vida económica de Kentucky al dinamismo mediático de Miami
El contraste entre ambas realidades no podría ser más marcado. Kentucky le permitió a Flor mantener un estilo de vida asequible, accesible y sin el estrés de grandes ciudades. Miami, por el contrario, supone un entorno vibrante, veloz, competitivo y, sobre todo, costoso. Sin embargo, la influencer considera que el impacto económico puede verse compensado por el volumen de oportunidades para colaboraciones, eventos, networking y expansión de marca personal que le ofrece el sur de Florida.
En términos socioculturales, el salto a Miami también implica integrarse a un ecosistema donde confluyen otros creadores cubanos con trayectorias consolidadas. La ciudad se ha convertido en una especie de “capital no oficial” del contenido latino, un punto de encuentro para influencers, músicos, bailarines, emprendedores y personalidades mediáticas que encuentran allí un mercado cercano, diverso y dispuesto a consumir contenidos orientados a la comunidad hispana.
