
El caso de Derek Rosa, el adolescente de Hialeah acusado de asesinar a su madre en 2023 experimentó un giro inesperado esta semana luego de que el prestigioso abogado defensor Jose Báez se retirara formalmente del proceso. La noticia llega en un momento clave, cuando las partes se preparaban para el juicio programado para finales de enero, y abre una nueva etapa en una de las causas penales más seguidas del sur de Florida.
Baez deja el caso, pero no la representación
El documento judicial que confirma la retirada de Báez no especifica las razones de su salida. Sin embargo, el propio abogado publicó un mensaje en redes sociales para aclarar que, aunque él no continuará de forma activa, su firma legal permanecerá a cargo de la defensa. “¡Nadie va a abandonar a Derek!”, aseguró, en un intento de frenar especulaciones sobre tensiones internas o cambios abruptos en la estrategia.
Báez describió en su publicación que el proceso por homicidio está lleno de aristas difíciles y cambios constantes. Según explicó, el juez ha impuesto una serie de exigencias al equipo legal que, en su opinión, resultan prácticamente inalcanzables, una carga que —afirmó— complica aún más la estrategia de la defensa.
Ahora, el equipo será liderado por las abogadas Dayliset Rielo y Michelle Media, también integrantes del despacho Báez Law Firm. Ambas deberán asumir el manejo de las mociones pendientes, revisar evidencia y preparar la argumentación final en un caso que ha generado amplia atención mediática.
Rielo también compartió un mensaje en sus redes sociales este viernes, asegurando que mantiene firme su compromiso de seguir representando a Rosa y acompañarlo durante todo el proceso legal. «Seguiré representando a Derek de manera valiente, ética y empática», afirmó la letrada quien también compartió capturas de pantalla de conversaciones con la familia del adolescente agradeciéndole su profesionalidad y entrega en el caso.
Un crimen que marcó a la comunidad
El 12 de octubre de 2023, cuando Rosa tenía 13 años, las autoridades respondieron a una llamada en un apartamento de Hialeah donde encontraron el cuerpo de su madre, Irina Garcia, con 46 heridas de arma blanca. Los investigadores calificaron la escena como “extremadamente violenta” y señalaron que el ataque habría ocurrido mientras la víctima dormía. El padrastro del menor, Frank Ramos, se encontraba fuera del estado por motivos laborales.
La brutalidad del crimen —cometido por un adolescente sin antecedentes de violencia— desató un intenso debate público sobre salud mental juvenil, acceso a contenido violento en redes y la manera en que Florida procesa a menores acusados de delitos graves.
La Fiscalía intenta incorporar nueva evidencia sobre conducta previa
En las audiencias recientes, los fiscales presentaron una moción para introducir nuevos elementos que —según alegan— reflejan una profunda fascinación del acusado con la muerte y la violencia extrema. Entre estos elementos destacan las interacciones en redes sociales en las que Rosa pedía ideas de disfraces de Halloween afirmando “I’m doing Jason”, en alusión al asesino de Viernes 13, las repetidas ocasiones en las que habría compartido el video del suicidio del veterano estadounidense Ronnie McNutt, incluso realizando comentarios burlescos sobre las imágenes.
También se prevé agregar las referencias a contenido gráfico considerado inapropiado para su edad, que los fiscales interpretan como posible indicador de desensibilización a la violencia, así como el detalle contextual de que el crimen ocurrió poco antes de la medianoche del viernes 13, un aspecto que el Estado considera relevante dentro del patrón que intenta demostrar.
Los fiscales sostienen que este conjunto de comportamientos digitales y sociales podría ayudar al jurado a comprender el estado mental del menor antes del crimen.
La defensa insiste en explorar a un “sospechoso alternativo”
Una de las líneas argumentativas de la defensa ha sido la sugerencia de que el padrastro, Frank Ramos, debía ser considerado como posible responsable o, al menos, investigado más exhaustivamente. Sin embargo, el Estado sostiene que cuenta con evidencia sólida de que Ramos se encontraba en Georgia en el momento de los hechos, descartando por completo su participación.
La defensa, por su parte, ha cuestionado aspectos de la investigación inicial, incluyendo la interpretación de ciertos registros electrónicos y el manejo de las primeras declaraciones del menor.
Un juicio complejo con un acusado menor de edad
El caso también reabre el debate en Florida sobre el procesamiento de menores como adultos en delitos de naturaleza grave. Si bien no se ha resuelto públicamente cómo será presentado ante el jurado, la acusación por asesinato en primer grado suele trasladar los casos a tribunales de adultos, lo que podría implicar décadas de prisión para un acusado que actualmente tiene 15 años.
Expertos legales señalan que la defensa deberá enfrentar un doble desafío: desacreditar las pruebas digitales que la Fiscalía considera clave y, al mismo tiempo, demostrar que el estado mental del menor al momento del crimen requiere una lectura distinta a la de un adulto.
El proceso continúa mientras crece la atención pública
Con el retiro de Báez, las próximas audiencias de mociones cobrarán especial relevancia. El tribunal deberá decidir qué evidencia podrá presentar la Fiscalía durante el juicio, un factor determinante para el destino del acusado. Mientras tanto, familiares, organizaciones comunitarias y residentes de Hialeah siguen de cerca el caso, conscientes de que el veredicto podría sentar precedentes importantes en la región.
El juicio, inicialmente previsto para el 26 de enero, podría enfrentar ajustes mientras la defensa reorganiza su estrategia. Aun así, el caso avanza hacia una etapa crucial en medio de un intenso escrutinio mediático y social.



