
La modelo cubana Lina Luaces Estefan logró una de las actuaciones más destacadas para Cuba en un certamen de belleza internacional reciente, al avanzar hasta el Top 12 de Miss Universe 2025, celebrado este año en Tailandia. Su paso por la competencia generó una ola de apoyo entre cubanos de dentro y fuera de la isla, quienes vieron en su desempeño una representación digna y esperanzadora del talento nacional independientemente de que no haya logrado entrar en el Top 5 del prestigioso concurso.
Una candidatura marcada por disciplina, preparación y raíces cubanas
Luaces, de 22 años, llegó al Miss Universe con una preparación intensa que combinó entrenamiento físico, dominio de pasarela y trabajo emocional para afrontar un evento que reúne a las mujeres más destacadas de más de 80 países. Desde su primera aparición, la joven logró captar la atención de los jueces gracias a su porte elegante, su sonrisa segura y un carisma que conectó rápidamente con la audiencia internacional.
Además de su desempeño escénico, la cubana destacó la importancia de sus raíces. Según contó, llevó consigo objetos simbólicos como un rosario de su abuela y una piedra de Santiago de Cuba, elementos que la acompañaron como “amuletos” durante la competencia y que, según ella, le recordaban permanentemente su identidad y la fuerza de su familia.
Momentos clave: traje de baño, gala y proyección escénica
En la ronda de traje de baño, Luaces lució un bikini azul marino que resaltó su disciplina física y su seguridad al caminar por el escenario. Su presentación fue ampliamente comentada en redes sociales, donde varios especialistas en concursos de belleza destacaron su control de la cámara, su postura y su capacidad para proyectar confianza sin perder naturalidad.
En la competencia de gala, la representante cubana eligió un vestido plateado acompañado de una capa blanca que acentuaba su movimiento en la pasarela. La elección del vestuario, elegante y sobria, fue interpretada como una apuesta por la sofisticación y el estilo clásico, alejándose de propuestas más recargadas.
No llegar al Top 5 no opacó su impacto
Aunque Luaces no avanzó al grupo de las cinco finalistas, su clasificación entre las 12 mejores fue vista como un logro significativo. Cuba no suele figurar entre las naciones con resultados destacados dentro de los concursos internacionales, por lo que su actuación fue recibida como un avance notable para la visibilidad del país en este tipo de plataformas.
En redes sociales, cientos de mensajes resaltaron que su presencia en Miss Universe representó “un triunfo en sí mismo”, destacando que la joven compitió contra candidatas con trayectorias más largas, mayor apoyo institucional o recursos adicionales.
Las cinco concursantes que quedaron en el Top 5 fueron Fátima Bosch (México), quien se llevó la corona, Praveenar Singh (Tailandia), Ma. Ahtisa Manalo (Filipinas), Stephany Abasali (Venezuela) y Olivia Yacé (Costa de Marfil).
Reacciones del público: orgullo y emoción
La actuación de Lina Luaces generó una fuerte repercusión entre los cubanos de la diáspora y también entre residentes en la isla, que siguieron la transmisión a través de plataformas digitales. Los mensajes de apoyo se multiplicaron, muchos de ellos enfatizando su elegancia, su conexión emocional con el público y la forma en que reivindicó su identidad cubana en un escenario global.
Algunos seguidores catalogaron su paso por el concurso como “histórico”, considerando que pocas cubanas han logrado avanzar en un Miss Universe moderno hasta instancias tan avanzadas.
Antes de subir al escenario del certamen, Lina abrió una ventana a su mundo más íntimo, dejando ver el profundo vínculo que mantiene con sus raíces y sus creencias. Contó que emprendió el viaje a Tailandia llevando consigo varios “amuletos cubanos”, pequeños regalos cargados de simbolismo que sus seres queridos le entregaron para acompañarla y darle fuerza en esta nueva etapa.
“Tengo mi rosario, que me trajo mi abuela, y una piedrita de Santiago de Cuba que la madre de mi mejor amiga recogió y me la regaló para la competencia”, dijo a través de sus redes sociales.
El regreso de Cuba a los certámenes internacionales y el significado del desempeño de Luaces
La actuación de Lina Luaces en Miss Universe 2025 ocurre en un momento clave para la proyección internacional de Cuba dentro de los concursos de belleza. Durante décadas, la isla estuvo ausente o tuvo participaciones esporádicas en eventos de esta magnitud debido a limitaciones institucionales, falta de franquicias oficiales y obstáculos logísticos para organizar certámenes nacionales.
En los últimos años, sin embargo, Cuba ha comenzado a reincorporarse progresivamente a circuitos internacionales gracias a la gestión de representantes privados y organizaciones asentadas fuera de la isla, que han trabajado para obtener licencias, entrenar candidatas y garantizar presencia en plataformas globales como Miss Universe.
En ese contexto, el desempeño de Luaces adquiere una relevancia especial: no solo mostró el talento individual de una joven preparada y disciplinada, sino que también evidenció el potencial competitivo de Cuba en un escenario que históricamente había estado fuera de su alcance institucional. Su entrada al Top 12 es interpretada por analistas y seguidores del rubro como una señal de que el país puede posicionarse nuevamente en certámenes internacionales si continúa apostando por la profesionalización de sus delegadas y la estabilidad de sus franquicias.
Una carrera que continúa creciendo
El desempeño de Luaces en el certamen ha impulsado aún más su perfil público. Considerada una de las figuras emergentes del modelaje latino, su participación en Miss Universe podría abrirle puertas dentro de agencias internacionales, colaboraciones con marcas de moda y oportunidades dentro del mundo del entretenimiento.
Especialistas del rubro señalan que su disciplina, su versatilidad y su identidad carismática la convierten en una candidata natural para proyectos televisivos, campañas publicitarias y pasarelas en mercados competitivos como Miami, Ciudad de México, Madrid o Nueva York.




