“Operación colosal en Florida»: Guardia Costera incauta 24 toneladas de drogas valorada en 362 millones de dólares

La Guardia Costera de Estados Unidos marcó un hito sin precedentes al descargar en Port Everglades (Fort Lauderdale) más de 24 toneladas de cocaína, con un valor estimado de $362 millones en el mercado ilícito. El decomiso, catalogado como el mayor efectuado por un solo cortador en una sola patrulla, fue realizado por el USCG Cutter Stone tras una misión intensiva en el Pacífico oriental, donde participaron distintas unidades aéreas, marítimas y de inteligencia del gobierno federal.

El operativo forma parte de una estrategia creciente para interrumpir las rutas marítimas empleadas por carteles que operan entre Sudamérica, Centroamérica y Estados Unidos.


Decomisos múltiples y un escenario complejo en alta mar

Durante su despliegue, el Cutter Stone ejecutó 15 operaciones de interdicción distintas logrando incautar equivalentes a 49.000 libras de droga, cada una en condiciones adversas y en zonas donde las organizaciones criminales suelen movilizar cargamentos significativos. En muchos casos, estos grupos emplean lanchas rápidas, buques pesqueros modificados y embarcaciones semisumergibles para evitar la detección.

Fuentes de la Guardia Costera explicaron que cada interdicción implica maniobras de abordaje, persecuciones a alta velocidad y, en ocasiones, que las tripulaciones enemigas lanzan la droga al mar para evitar ser capturadas. A pesar de los riesgos, ninguna unidad estadounidense reportó heridos.

«Sabemos con certeza que estas drogas llegan a todas partes, incluida Florida. Incluso las drogas interceptadas en el Pacífico Oriental llegan desde Sudamérica y Central a Estados Unidos, a todo Estados Unidos y se distribuyen», señaló Nathan Moore, vicealmirante de la Guardia Costera.

Orígenes del cargamento: la ruta del narcotráfico hacia EE.UU.

Los cargamentos interceptados procedían principalmente de Colombia y Ecuador, dos países que en la última década se han consolidado como epicentros de la producción y envío de cocaína. Desde esas costas, los traficantes operan complejas redes logísticas que unen laboratorios clandestinos, campamentos selváticos y puertos ilegales antes de movilizar la droga por el Pacífico.

Aunque la incautación se produjo lejos del territorio continental estadounidense, el vicealmirante Nathan Moore subrayó la conexión directa con el sur de Florida: “Sabemos con certeza que estas drogas vienen de todas partes, incluyendo Florida. Interceptarlas en el mar evita que lleguen a nuestras comunidades”.


Florida como punto estratégico en el narcotráfico regional

Expertos en seguridad aseguran que Florida continúa siendo un punto neurálgico para las redes de narcotráfico debido a su ubicación geográfica, la actividad portuaria, el alto flujo comercial y la cercanía con países productores. Aunque no se confirmó si toda la droga tenía como destino final el estado, autoridades federales reconocen que muchos cargamentos que ingresan por la frontera sur terminan distribuyéndose en hubs del sudeste, como Miami y Fort Lauderdale.

Port Everglades, por su parte, se ha convertido en un punto clave para descargar cargamentos incautados debido a su infraestructura y la presencia de unidades especializadas federales.

Cooperación entre agencias: el papel de la inteligencia

La directora nacional de inteligencia Tulsi Gabbard, quien participó en la presentación oficial, destacó el papel fundamental de la cooperación entre agencias. Señaló que la operación es reflejo del trabajo conjunto entre analistas, unidades de vigilancia aérea, equipos de abordaje y centros de comando que operan en distintos estados.

«El éxito que estamos viendo hoy aquí es lo que ocurre cuando tenemos un comandante en jefe que empodera a líderes, hombres y mujeres de la Guardia Costera, nuestros miembros del servicio en toda la fuerza, nuestros analistas de inteligencia y profesionales para que hagan el trabajo para el que se apuntaron», explicó Tulsi.

La información suministrada por agencias de inteligencia y aliados internacionales fue clave para identificar patrones de tráfico, rutas frecuentes y movimientos sospechosos en altamar.

Detenciones y próximos pasos legales

Además del decomiso histórico, la operación permitió la detención de múltiples sospechosos, quienes enfrentan posibles procesos por conspiración para traficar narcóticos, transporte de sustancias ilegales y violaciones a leyes marítimas internacionales.

Los procedimientos judiciales dependerán de la jurisdicción correspondiente a cada interdicción y de los acuerdos entre EE.UU. y los países de origen o tránsito de los presuntos involucrados.

Impacto en las organizaciones criminales

Retirar del mercado más de 360 millones de dólares en cocaína representa un golpe significativo para los carteles que operan en el corredor del Pacífico. Además de la pérdida económica, estos decomisos interrumpen cadenas logísticas, afectan redes de distribución y obligan a los grupos criminales a asumir mayores costos operativos para continuar enviando cargamentos.

Funcionarios enfatizan que el mensaje es claro: EE.UU. intensificará la vigilancia marítima y ampliará la cooperación con países aliados para neutralizar cargamentos antes de que alcancen zonas pobladas.

Recuadro contextual: el tráfico de cocaína en el Caribe en cifras

Según informes recientes de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y el Comando Sur de Estados Unidos, aproximadamente 240 a 300 toneladas de cocaína transitan cada año por las rutas del Caribe y el corredor del Pacífico oriental rumbo a EE.UU. y Europa.

Las autoridades estiman que más del 80 % de la droga que llega a Norteamérica se mueve inicialmente por vía marítima, utilizando lanchas rápidas, buques pesqueros modificados y embarcaciones semisumergibles. Solo en el último año, la Guardia Costera y sus aliados interceptaron más de $10.000 millones en cargamentos ilícitos en aguas internacionales, una cifra que demuestra tanto el alcance del tráfico como la intensificación de los esfuerzos para frenarlo.

El Caribe, en particular, sigue siendo una zona de alto riesgo, con repuntes de actividad asociados al fortalecimiento de carteles en Sudamérica y al uso de nuevas rutas que buscan evadir la vigilancia aérea y satelital.

Un mensaje para la comunidad del sur de Florida

La descarga pública del cargamento en Port Everglades busca también generar conciencia sobre el volumen de droga que podría ingresar al país si no existiera vigilancia constante en el mar. En el sur de Florida, un área marcada históricamente por el tráfico de drogas desde la década de 1980, estos casos recuerdan la importancia de las operaciones marítimas como primera línea de defensa.


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